Artículos Recientes

2:57:00 a.m.

Uagadugú (Agencia Fides) - Su eminencia el cardenal Philippe Nakellentuba Ouédraogo, arzobispo metropolitano de Uagadugú, en Burkina Faso, ha dado positivo al coronavirus. Lo ha anunciado el mismo Cardenal a través de una nota del Vicario General, el padre Alfred Ouédraogo: "Queremos informar que hemos recibido los resultados de la prueba del Arzobispo. La prueba es positiva y Su Eminencia ha sido transferido a la antigua clínica Les Genêts", afirma la nota.
"El cardenal a pedido transmitir la información al pueblo de Dios para tranquilizarlo. También ha pedido permanecer unidos en oración por él, por todos los demás enfermos y por quienes los cuidan", ha agregado.
El cardenal Ouédraogo había sido sometido al test la noche del 27 al 28 de marzo antes de entrar en auto-confinamiento en espera de los resultados.
Anteriormente, Su Exc. Mons. Séraphin François Rouamba, Arzobispo Emérito de Koupèla, también dio positivo al coronavirus.
Burkina Faso es uno de los países africanos donde se ha registrado el mayor número de Covid-19. A fecha del 30 de marzo, los casos confirmados son 261, con 32 curaciones y 14 muertes.
El 18 de marzo, la Conferencia Episcopal local adoptó todas las medidas necesarias para contener el coronavirus, de acuerdo con lo establecido por las autoridades civiles, suspendiendo, en todo el territorio nacional, todas las celebraciones y actividades pastorales, instando al uso de los medios para la retransmisión de misas y otros servicios religiosos.
Los casos confirmados de Covid-19 en África por países son: Sudáfrica 1.353; Argelia 716; Egipto 710; Marruecos 617; Túnez 394: Burkina Faso 261; Camerún 209; Costa de Marfil 179; Senegal 175; Ghana 161; Mauricio 143; Nigeria 139; RDC 109.
(L.M.) (Agencia Fides 1/4/2020)


Compartir:

Let's block ads! (Why?)

2:57:00 a.m.

Ciudad de México (Agencia Fides) – La Presidencia del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), junto con los Obispos de México, celebrará el Domingo de Pascua, 12 de abril, a las 12 del mediodía (hora de México), el Acto de consagración de América Latina y el Caribe a Nuestra Señora de Guadalupe, “para pedirle la salud y el fin de la pandemia". Como escribe el presidente del CELAM, Mons. Miguel Cabrejos Vidarte, arzobispo de Trujillo, anunciando la iniciativa, "el momento presente nos exige, como pastores, ver y escuchar las aflicciones de nuestros pueblos, para infundir esperanza dirigiendo nuestra mirada hacia Nuestra Madre del Cielo".
Por lo tanto, invita a todos los países del continente a unirse, a través de los medios de comunicación, a la celebración que se realizará en la Basílica Nacional de México. Al mediodía del 12 de abril, sonarán las campanas de todas las iglesias de América Latina y el Caribe, que marcarán el comienzo de la recitación del Rosario misionero, ofrecido por la salud de los pueblos de los cinco continentes, seguido de la Misa de Pascua de resurrección que concluirá con el acto de consagración a Nuestra Señora de Guadalupe (SL) (Agencia Fides 1/4/2020)


Compartir:

Let's block ads! (Why?)

2:57:00 a.m.

Facebook

Los obispos: "soluciones concretas e inmediatas" para los problemas agravados por la pandemia

Caracas (Agencia Fides) – Los obispos reunidos en la Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV), han alzado sus voces en este momento de emergencia sanitaria mundial, expresando su preocupación por la grave situación que el país ya ha estado experimentando durante algún tiempo, en un documento enviado también a Fides.
Los obispos declaran: "No es ningún secreto que hoy, en nuestro país, muchos viven en la pobreza; A esto se suma la escasez de alimentos, medicinas y otros bienes absolutamente necesarios para una convivencia saludable y para el funcionamiento del país (como, por ejemplo: gas y gasolina), así como la escasez crónica de los servicios públicos de agua y electricidad. Esta situación está haciendo sufrir a los venezolanos, especialmente a los más pobres, y representa un peligro inminente de explosiones sociales violentas. los locales tienen que lidiar con esto antes de que pueda agravarse aún más, con las consecuencias que a nadie le gustaría tener. El ejecutivo nacional no debe manejar la situación solo desde la perspectiva militar y policial ".
Los obispos, por lo tanto, enfatizan fuertemente: "La participación especial, el consejo y la dirección de personal médico y científico calificado, sea cual sea su condición social y política, es urgente. La Iglesia siempre ha sugerido una participación de la sociedad para resolver los graves problemas de los cuales Venezuela sufre ".
El comunicado continúa: "Para resolver los problemas económicos, políticos, administrativos, sociales y de suministro que ya existen y que ahora se ven exacerbados por la cuarentena pandémica, es necesario que todos los factores que interactúan en la vida nacional (política, social, salud , económicos, religiosos, laborales, educativos y sindicales), comiencen a dialogar para llegar a un acuerdo a favor del pueblo. De esta forma, pueden alcanzar soluciones concretas e inmediatas para enfrentar estos problemas, y aún más durante esta emergencia económica y de salud y social".
El texto termina con una invitación a la unidad nacional y agradece a los sacerdotes y ministros de la Iglesia, junto con los religiosos, que acompañen a las personas que sufren. Finalmente, los obispos piden la bendición de Nuestra Señora de Coromoto, patrona de Venezuela, para la salud del país. El documento está firmado por la Presidencia de la CEV.
(CE) (Agencia Fides, 1/04/2020)


Compartir:

Let's block ads! (Why?)

2:10:00 a.m.

VATICANO, 01 Abr. 20 (ACI Prensa).-
El Papa Francisco pidió rezar por las personas que trabajan en los medios de comunicación que permiten que la gente no esté “tan aislada” durante la pandemia del coronavirus, COVID-19.

Así lo indicó el Santo Padre al inicio de la Misa en la Casa Santa Marta de este miércoles 1 de abril en la intención de oración de la Eucaristía en la que también agradeció a las personas que trabajan en los medios de comunicación por el servicio que realizan al informar a la población, educar a los niños y por ayudar a todos “a soportar este tiempo de cierre”.

“Hoy me gustaría que rezáramos por todos los que trabajan en los medios de comunicación, que trabajan para comunicar, hoy, para que la gente no esté tan aislada; para la educación de los niños, para la información, para ayudar a soportar este tiempo de cierre”, pidió el Papa.

La propagación del coronavirus en Italia aún no se ha detenido. El número de contagiados por el COVID-19 en todo el país es de 77.635 y, hasta el momento, han fallecido 12.428 personas, según indicaron las cifras oficiales actualizadas el 31 de marzo.

Por ello, las autoridades italianas cerraron las escuelas desde el 5 de marzo y solicitaron a la población no salir de sus casas desde el 9 de marzo.

Además, debido al contagio exponencial, que inicialmente fue sobretodo en el norte del país, el Gobierno italiano ha tenido que aumentar gradualmente las medidas restrictivas de movimiento y suspender actividades productivas no esenciales, todo esto sin indicar la fecha en la que terminará el confinamiento.

En esta línea, el Vaticano y la Iglesia en Roma han tenido que adoptar diferentes medidas, para evitar las aglomeraciones inicialmente, y ahora también para limitar el movimiento de los empleados vaticanos que no trabajan con información reservada, por lo que la mayoría de ellos, están trabajando desde sus casas también.

Asimismo, el Papa Francisco recibió en audiencia privada en el Vaticano al primer ministro italiano, Giuseppe Conte, el 30 de marzo y continúa a celebrar la Santa Misa en la capilla de la Casa Santa Marta en forma privada, así como también preside la audiencia general y el rezo del Ángelus sin la asistencia de fieles.

El Papa pide rezar por los medios de comunicación

No es la primera vez que el Papa reza por los periodistas ni por las personas que trabajan en los medios de comunicación.

En el video de la red mundial de oración del Papa, difundido en octubre de 2016, el Santo Padre pidió rezar por los periodistas y medios de comunicación para que contribuyan con la construcción de la cultura del encuentro y estén motivados por el respeto a la verdad.

“Suelo preguntarme ¿cómo se pueden poner los medios de comunicación al servicio de una cultura del encuentro? Necesitamos información que conduzca al compromiso por el bien del género humano y del planeta”, señaló entonces.

Por ello, el Papa Francisco pidió a todos sumarse a esa intención de oración: “para que los periodistas, en el ejercicio de su profesión, estén siempre motivados por el respeto a la verdad y un fuerte sentido ético”.

1:21:00 a.m.

Gran taumaturgo y apóstol, impulsor de la Congregación eremítica paolana de San Francisco de Asís. Cuando la fama de sus prodigios llegó a oídos del monarca francés Luís XI, reclamó la presencia del santo a través del papa Sixto IV

Cuando nació el 27 de marzo de 1416 en Paula, Cosenza, Italia, sus progenitores Giacomo D’Alessio y Vienna de Fuscaldo tenían una edad respetable. Tras dieciséis años sin descendencia la viabilidad de una paternidad prácticamente se había esfumado para ellos. Habían rogado la mediación de san Francisco de Asís y le atribuyeron esta nueva vida. Por eso, impusieron su nombre al recién nacido. Poco después, ante una grave enfermedad ocular que se le presentó, prometieron al santo que si sanaba vestiría el hábito franciscano, y al verle curado mantuvieron su promesa.

Francisco era un adolescente cuando ingresó en el convento de San Marco Argentano de Cosenza tal como sus padres habían previsto a través de un voto que le comprometía durante un año. En ese tiempo con su ejemplar conducta puso de manifiesto que la inspirada decisión tomada por ellos de vincularlo a la vida religiosa, cuando él no tenía edad de elegir, la compartía plenamente; no era algo impuesto. Joven orante y entregado, acogía con edificante disposición las humildes tareas que le encomendaron, y ya comenzaba a ser agraciado con favores celestiales. Pasado el tiempo inicialmente acordado para su estancia en el convento, dejó a los religiosos. Abandonar el claustro, en su caso, no significaba dar la espalda a una consagración. Latía en el fondo de su corazón un anhelo tal de entrega que todas las opciones que se le ofrecían es como si se le quedaran cortas. Se sentía poderosamente alentado a conquistar más altas cotas.

Sus padres le acompañaron en peregrinación por varios eremitorios de distintos lugares. Roma, Loreto, Montecasino –núcleo emblemático de la vida cenobítica– centros que entonces recorrió, así como otros grupos de anacoretas establecidos en el enclave privilegiado de Monte Luco, a los que también visitó, dan fe del estado de búsqueda que le animaba. Tenía claro lo que perseguía. Por eso no tuvo reparos en exponer su malestar y confusión al ver en una vía romana las ricas vestimentas de un cardenal. Sin contenerse, espetó: Nuestro Señor no iba de esta manera”.

Este viaje no fue en vano. Al regresar a Paula se había decantado por la vida monástica. Sus padres le ayudaban en el camino de discernimiento. Y en 1435, en unos terrenos que pusieron a su disposición a las afueras de la ciudad, inició una vía de oración, penitencia y mortificaciones. Apenas había rebasado la adolescencia y la severa austeridad que caracterizaba su vida comenzó a atraer el interés de otros nuevos aspirantes que se unieron a él. Unos años más tarde, monseñor Pirro Caracciolo, arzobispo de Cosenza, sabedor del núcleo monástico que Francisco había impulsado, les dio su bendición y les dotó de un oratorio. La fama de virtud del santo traspasó los confines de Paula y se hizo notar en todo Nápoles. Enterado Pablo II de la misión que llevaba a cabo no dudó en ayudarle directa e indirectamente, concediendo indulgencias a los que contribuían económicamente para la construcción de la iglesia. El 17 de mayo de 1474 la “Congregación eremítica paolana de San Francisco de Asís” obtuvo la aprobación pontificia. En muchos lugares anhelaban la presencia de estos religiosos y demandaban la apertura de nuevas fundaciones. Los nacientes eremitorios, sustentados por las limosnas, comenzaron a surgir por doquier.

El único deseo de Francisco era cumplir la voluntad de Dios y junto a la oración extremaba sus disciplinas. Por lo demás, no había prebendas para nadie. Fuesen pobres o ricos, nobles o plebeyos, a todos los trataba sin acepción, manteniendo viva la profunda religiosidad y fe de su entorno que cautivó a numerosos peregrinos. Los pobres, en particular, tuvieron en él a un acérrimo partidario de sus causas. Alzando su voz les defendía frente a los poderosos. Fue un gran taumaturgo. Se ocupó de enseñar a quienes acudían pidiendo su amparo que la clave de todo milagro es la fe. Es el único requisito que Cristo exige. Al respecto, se destaca el caso del joven que tenía una llaga abierta en un brazo, herida que no se cerró pese a haber visitado a distintos médicos. Su madre le sugirió ir en busca del santo, quien al verle simplemente le entregó una hierba que segó al paso, y le indicó que se la aplicase después de hervirla. El joven la conocía por tratarse de una especie común que crecía en su entorno. Incrédulo, quiso saber cómo era posible que tal arbusto hiciera el milagro. Francisco respondió: Es la fe la que hace milagros”.

Tantos fueron sus prodigios y tan renombrados que su eco llegó a Francia. Allí se encontraba postrado en su lecho de muerte el rey Luís XI, quien rogó a Sixto IV que le enviase a Francisco. El pontífice, seguramente constreñido por intereses diplomáticos, accedió. Pero aquél se hizo rogar varios meses y solamente partió cuando el papa se lo impuso. No era una situación grata. La clara vocación a la vida austera que abrazaba desde hacía varias décadas se contraponía a la de palacio, pero siempre antepuso el bien ajeno al suyo y se volcó en esa nueva misión. Su presencia no deparó la curación al monarca, pero le reconcilió con Dios y murió aceptando su voluntad. Antes le había encomendado la dirección espiritual de su hijo y sucesor Carlos VIII. Además, las relaciones entre el papado, Francia y los reinos de España, Bohemia y Nápoles salieron beneficiados con el generoso gesto del santo.

Permaneció en el país galo durante veinticinco años, siendo aclamado por todos. Le precedía su fama de hombre penitente y austero. Su estilo de vida eremítico fue seguido por miembros de otras familias religiosas. Benedictinos y franciscanos, entre otros, se unieron a él. Así surgió la Orden de los Mínimos en Calabria, y luego la creación de la Tercera Orden seglar, a la que después se unió la de las monjas. Murió a los 91 años, el 2 de abril de 1507 en la localidad francesa de Plessis-les-Tours. León X lo beatificó el 7 de julio de 1513. Él mismo lo canonizó el 1 de mayo de 1519.

La entrada San Francisco de Paula, 2 de abril se publicó primero en ZENIT - Espanol.

1:10:00 a.m.

VATICANO, 01 Abr. 20 (ACI Prensa).-
El Papa Francisco afirmó, durante la Misa celebrada este miércoles 1 de abril en Casa Santa Marta, que el discípulo de Jesús “es un hombre libre”.

El Santo Padre defendió que “el discipulado es la verdadera identidad del cristiano, y será el discipulado lo que te dará la libertad. El discípulo es un hombre libre porque permanece en el Señor. Y permanecer en el Señor, ¿qué significa?: Dejarse guiar por el Espíritu Santo”.

“Aquellos que permanecen en la Palabra de Jesús, tienen la específica identidad cristiana, y ¿cuál es?: ‘Sois de verdad mis discípulos’. La identidad cristiana no es una carta de identidad que diga ‘yo soy cristiano’. No. La identidad cristiana es el discipulado. Tú, si permaneces en el Señor, en la Palabra del Señor, en la vida del Señor, serás discípulo”.

Por lo tanto, argumentó el Pontífice, “si no permaneces en el Señor serás uno que simpatiza con la doctrina, que sigue a Jesús como un hombre que hace mucha beneficencia, que es muy bueno, que tiene valores justos”, pero no un discípulo.

En cambio, “el discípulo se deja guiar por el Espíritu. Por esto, el discípulo siempre es un hombre de la tradición y de la libertad. Es un hombre libre. Nunca sujeto a ideologías, a doctrinas dentro de la vida cristiana, doctrinas que pueden discutirse… Permanece en el Señor. Es el Espíritu que lo inspira”.

El Pontífice subrayó que “el Espíritu Santo nos da la libertad. Y esto es la unción. Quien permanece en el Señor es discípulo, y el discípulo es un ungido, un ungido del Espíritu, que ha recibido la unción del Espíritu y la lleva adelante”.

En ese sentido, hizo hincapié en que “este es el camino que Jesús nos hace ver para la libertad, y también para la vida. El discipulado, la unción que reciben aquellos que permanecen en el Señor”.

El Papa Francisco realizó esta reflexión a partir del capítulo octavo del Evangelio de San Juan en el que “se narra la discusión muy fuerte entre Jesús y los doctores de la Ley”.

El Pontífice puso el acento en que la discusión se basaba en una búsqueda de la identidad: “Juan trata de acercarnos a aquella lucha por aclarar la propia identidad, tanto la de Jesús como la identidad de los doctores. Y Jesús los arrincona, haciéndoles ver sus propias contradicciones. Y ellos, al final, no encuentran otra salida que el insulta. Es una de las páginas más tristes. Una blasfemia. Insultan a la Virgen”.

Sobre la identidad, “Jesús dice a los judíos que habían creído, les aconseja: ‘si permanecéis en mi palabra, sois de verdad mis discípulos’. Regresa una palabra muy querida al Señor que la repetirá muchas veces, como después en la cena: ‘Permanecer’. ‘Permaneced en mí’. ‘Permanecer en el Señor’. No dice ‘estudiad bien’, ‘preparad bien las argumentaciones’… Eso lo da por descontado, pero va a lo importante, a lo que es más peligroso para la vida si no se hace: ‘permanecer’. ‘Permaneced en mi Palabra’”.

El Papa Francisco finalizó su homilía pidiendo al Señor que “nos haga comprender esto que no es fácil, que los doctores no entendieron. No se entiende solo con la cabeza, se entiende con la cabeza y con el corazón. Esta sabiduría de la unción del Espíritu Santo que nos hace discípulos”.

Evangelio comentado por el Papa Francisco:

Juan 8:31-42
31 Decía, pues, Jesús a los judíos que habían creído en él: «Si os mantenéis en mi Palabra, seréis verdaderamente mis discípulos,
32 y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres.»
33 Ellos le respondieron: «Nosotros somos descendencia de Abraham y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: Os haréis libres?»
34 Jesús les respondió: «En verdad, en verdad os digo: todo el que comete pecado es un esclavo.
35 Y el esclavo no se queda en casa para siempre; mientras el hijo se queda para siempre.
36 Si, pues, el Hijo os da la libertad, seréis realmente libres.
37 Ya sé que sois descendencia de Abraham; pero tratáis de matarme, porque mi Palabra no prende en vosotros.
38 Yo hablo lo que he visto donde mi Padre; y vosotros hacéis lo que habéis oído donde vuestro padre.»
39 Ellos le respondieron: «Nuestro padre es Abraham.» Jesús les dice: «Si sois hijos de Abraham, haced las obras de Abraham.
40 Pero tratáis de matarme, a mí que os he dicho la verdad que oí de Dios. Eso no lo hizo Abraham.
41 Vosotros hacéis las obras de vuestro padre.» Ellos le dijeron: «Nosotros no hemos nacido de la prostitución; no tenemos más padre que a Dios.»
42 Jesús les respondió: «Si Dios fuera vuestro Padre, me amaríais a mí, porque yo he salido y vengo de Dios; no he venido por mi cuenta, sino que él me ha enviado.

Agencia Catolica

Forma de Contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *

Con tecnología de Blogger.
Javascript DesactivadoPor favor, active Javascript para ver todos los Widgets