agosto 2017

10:47:00 p.m.

ROMA, 31 Ago. 17 (ACI).-
Los exalumnos de teología del Papa Emérito Benedicto XVI se reunirán en Roma del 1 al 3 de septiembre en su acostumbrado encuentro anual.

El “Ratzinger Schülerkreis” es un grupo de alumnos que estudió bajo la guía del Benedicto XVI y que se reúne una vez al año desde 1978. Su próximo simposio lleva por título: “Sobre la persecución de los cristianos y el martirio”.

El P. Stephan Horn, coordinador del “Ratzinger Schülerkreis” y exprofesor adjunto de Joseph Ratzinger en Regensburg, dijo a CNA -agencia en inglés del Grupo ACI- que el tema “reunió el consenso de la mayoría de los miembros del grupo, y Benedicto XVI lo aceptó e inmediatamente sugirió a los presentadores del simposio”.

Los dos presentadores son Mons. Helmut Moll y el Obispo de Linz (Austria), Mons. Manfred Scheuer. Ambos han estudiado el martirio de los cristianos con especial enfoque en los mártires del siglo XX.

Mons. Moll, además de ser miembro del “Ratzinger Schülerkreis”, es también curador del “Martyrologium” alemán, un libro publicado por la Conferencia Episcopal de Alemania dedicada a los mártires del siglo XX.

Mons. Scheuer es el postulador de la causa de la beatificación de Franz Jägerstätter, un católico austriaco que se negó a colaborar con los nazis, y fue condenado a muerte y decapitado el 9 de agosto de 1943.

El encuentro se centrará en el significado del martirio en el siglo XX, un tema especialmente importante para el Papa Francisco, quien ha subrayado a lo largo de su pontificado que “hay más mártires ahora que en las primeras edades del cristianismo”.

El P. Horn señaló que una de las razones del martirio de los cristianos es el aumento de la secularización, algo el Papa Benedicto XVI observó en los años posteriores al Concilio Vaticano II.

“Para el Papa Emérito, el sufrimiento de la Iglesia proviene de esta secularización”, explicó el P. Horn“.

Pero la secularización se puede conquistar “con un renovado testimonio de fe, ya que cuando los cristianos están más unidos o trabajan juntos por la unidad, la secularización puede ser derrotada”.

Agregó que para Benedicto XVI la “unidad” es crucial, porque “el martirio no afecta sólo a los católicos, sino a todos los grupos cristianos”.

Además de los dos presentadores escogidos para el simposio, el Obispo copto de Assiut (Egipto), Anba Kyrillos William Samaan, ofrecerá su testimonio sobre la experiencia del martirio en Medio Oriente.

El P. Horn señaló que el Papa Emérito no participará a tiempo completo en el simposio, pero sí recibirá a una pequeña delegación de participantes.

Benedicto XVI no ha participado plenamente en este encuentro desde antes de su renuncia en 2013.

Los encuentros comenzaron en 1978, cuando Joseph Ratzinger fue nombrado Arzobispo de Múnich y aceptó la solicitud de sus estudiantes de reunirse con él una vez al año, para discutir sobre temas específicos.

Los encuentros “Schülerkreis” continuaron incluso después de que el Cardenal Ratzinger fuera nombrado Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe y se trasladara a Roma en 1981. En 2005, al ser elegido Papa, continuó con esta tradición.

Traducido y adaptado por Bárbara Bustamante. Publicado originalmente en CNA.

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8:01:00 a.m.

VATICANO, 31 Ago. 17 (ACI).-
El Papa Francisco reconoció sentirse “profundamente conmovido por la trágica pérdida de vidas humanas y por la inmensa devastación material” causada por el huracán Harvey a su paso por los Estados de Texas y Louisiana, en Estados Unidos.

El Santo Padre, por medio de un telegrama enviado por el Secretario de Estado del Vaticano, Cardenal Pietro Parolin, al Arzobispo de Galveston-Houston, Cardenal Daniel Di Nardo, transmitió su “cercanía espiritual a todos los afectados por el violento huracán”.

En el telegrama, el Cardenal Parolin afirmó que el Papa reza por las víctimas y por sus familias, así como por todas las personas implicadas en las tareas de socorro, rescate y reconstrucción.

Asimismo, “confía en que las inmensas e inmediatas necesidades de tantas personas y comunidades continúen inspirando grandes gestos de solidaridad y de ayuda mutua siguiendo las mejores tradiciones de la nación”.

Por último, el Secretario de Estado aseguró en el telegrama que el Papa Francisco “envía sus bendiciones y sus deseos de consuelo, fortaleza y paz en el Señor”.

Al menos 30 personas han muerto y más de 30.000 continúan sin poder regresar a sus hogares desde que el viernes 25 de agosto el huracán Harvey llegara a la costa de Texas con una fuerza de categoría 4 para, posteriormente dirigirse hacia Louisiana.

Grandes extensiones de territorio han quedado sumergidas y muchas casas destruidas o seriamente dañadas. Las pérdidas económicas causadas por el desastre natural se estiman en alrededor de 40 mil millones de dólares.

El Arzobispo de Los Ángeles, Mons. José Gomez, anunció la organización de una colecta en todo el país para recaudar fondos destinados a ayudar a los afectados por el huracán.

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5:31:00 a.m.

VATICANO, 31 Ago. 17 (ACI).-
El Papa Francisco destacó la buena salud de la que gozan en la actualidad las relaciones interreligiosas entre católicos y judíos: “estamos atravesando un momento de diálogo fecundo”, aseguró.

El Santo Padre recibió en el Palacio Apostólico del Vaticano a representantes del mundo judío que le hicieron entrega del documento ‘Entre Jerusalén y Roma’, resultado del diálogo existente con la Comisión para las Relaciones con el Judaísmo, de la Santa Sede.

Las instituciones judías presentes fueron la Conferencia de Rabinos Europeos, el Consejo Rabínico de América y la Comisión del Gran Rabinato de Israel.

El Pontífice valoró positivamente el que el documento ofrezca “un particular reconocimiento a la Declaración Conciliar ‘Nostra aetate’, cuyo primer capítulo constituye para nosotros la ‘carta magna’ del diálogo con el mundo hebreo”.

En este sentido, recordó que gracias a la Declaración Conciliar “nuestras relaciones son cada vez más amigables y fraternas. ‘Nostra aetate’ ha puesto el foco en que los inicios de la fe cristiana se encuentran, según el misterio divino de la salvación, en los patriarcas, en Moisés y en los profetas”.

De esa manera, debido al gran patrimonio espiritual que comparten católicos y cristianos “se promueve entre nosotros el conocimiento y la estima mutuas, sobre todo por medio de estudios bíblicos y coloquios fraternos. En el transcurso de los últimos decenios nos hemos podido acercar, dialogando de forma eficaz y fructífera, habiendo profundizado en nuestro conocimiento recíproco e intensificando nuestros vínculos de amistad”.

Por otro lado, el Pontífice tampoco oculto que entre católicos y judíos existen evidentes diferencias teológicas, una realidad que la declaración ‘Entre Jerusalén y Roma’ no esconde. “De hecho, expresa la firme voluntad de que se establezca una colaboración más estrecha en el momento actual y en el futuro”, indicó.

“Vuestro documento –continuó– se dirige a los católicos llamándolos ‘compañeros, estrechos aliados, amigos y hermanos en la búsqueda común de un mundo mejor que pueda disfrutar de paz, justicia social y seguridad’. Otro pasaje reconoce que ‘pese a las profundas diferencias teológicas, católicos y judíos comparte creencias comunes’ y ‘la afirmación de que las religiones deben utilizar el comportamiento moral y la educación religiosa –no la guerra, la coacción o la presión social– para ejercitar su propia capacidad de influir e inspirar’”.

Francisco destacó la importancia de esa necesaria colaboración y entendimiento entre católicos y judíos: “pueda el Eterno bendecir e iluminar nuestra colaboración para que juntos podamos acoger y llevar a cabo del mejor modo sus proyectos”.

Por último, el Papa felicitó a los miembros de las comunidades judías por la celebración del año nuevo judío: “Quisiera expresaros a vosotros y a vuestra comunidad mis mejores deseos para el nuevo año judío que comenzará dentro de pocas semanas: ‘Shanah towah!’. ¡Feliz año!”.

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6:41:00 p.m.

VATICANO, 30 Ago. 17 (ACI).-
La diplomacia del Vaticana es una de las grandes herramientas que posee la Santa Sede para promover la paz en el mundo y resolver conflictos con gran eficacia.

En una conversación con ACI Prensa, Mons. Silvano Maria Tomasi, Observador Permanente de la Santa Sede en la ONU, explica que la Santa Sede “trabaja con las naciones para que la fuerza de la ley prevalezca sobre la ley de la fuerza”.

Mons. Tomasi señaló que en el mundo de hoy la interdependencia entre las naciones es más grande que nunca, lo cual favoreció “el desarrollo de una diplomacia multilateral, comenzando por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Esta actividad diplomática multilateral adquiere cada vez mayor visibilidad y desempeña un papel cada vez más importante”.

Sin embargo, quien fuera Observador Permanente de la Santa Sede en la ONU lamentó que, por desgracia, la interdependencia es, “en muchos casos, un mecanismo de control más que de inclusión”.

Asimismo, a pesar de esa creciente conectividad multilateral entre naciones, recordó que “no podemos minusvalorar la importancia que los Estados continúan teniendo, como vemos en la gestión de los refugiados y de los migrantes”.

En este sentido, afirmó que “el papel de la diplomacia de la Santa Sede consiste en transmitir las demandas de todos. Trabaja para derribar muros y para reducir la distancia entre ricos y pobres”.

“Su punto de partida es la convicción de que cada país tiene el deber de respetar los principios consuetudinarios del derecho internacional, y las convenciones a las cuales se ha adherido libremente. Sin derecho no solo falta el orden, sino también la libertad y la paz”.

También destacó el importante papel que la Santa Sede desempeña en la redacción de las Convenciones que, periódicamente, renuevan el derecho internacional que deberán adoptar las naciones.

En la entrevista, también explicó el concepto de “unidad” defendido por la Santa Sede, un concepto que muchas veces se ha basado “en el arbitrio de la fuerza, en la voluntad de superioridad o de potencia ejercida en ocasiones por algunos miembros de la comunidad internacional”.

Por el contrario, “la aportación de la Santa Sede muestra una unidad más profunda basada en el respeto a la persona humana, de su dignidad y de su valor trascendente”.

“El cristianismo, con su dimensión universal, la catolicidad, se ha situado, y se sitúa, como instrumento para sumar, como un vínculo unitario que no tiene la tarea de relativizar o de destruir las características diferentes y peculiares de cada pueblo, sino más bien de favorecer la expresión de la realidad en la diferencia”, explicó.

Traducido y adaptado por Miguel Pérez Pichel. Publicado originalmente en ACI Stampa. 

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12:48:00 p.m.

39 años después de la elección de Juan Pablo I para la Cátedra de Pedro (26 de agosto, 1978), el cardenal Pietro Parolin espera que el “Papa de la sonrisa” sea beatificado, y exhorta a rezar por esta intención.

El secretario de Estado del Vaticano mencionó esta Causa de Beatificación el 28 de agosto de 2017, en la sede de la editorial Grafica Veneta en Trebaseleghe, en la región de Padua, Italia, en el marco de la presentación de la revista “Las tres venecianas”, dedicada a las visitas de Juan Pablo II y a Benedicto XVI en Cadore (Italia), publicado por L´Osservatore Romano en italiano el 29 de agosto.

El “número 2” del Vaticano expresó su deseo de que “Juan Pablo I alcance el honor de ser elevado a los altares”. “Rezad también por ello”, dijo el secretario de Estado, quien conserva un vínculo personal con el Papa Luciani, quien fue su Arzobispo Metropolitano cuando él era seminarista de la diócesis de Vicenza en los años 70.

Sobre la conclusión de la Causa de Beatificación, el Cardenal expresó su deseo de que llegue pronto, “si hay un milagro”. “Una vez que el decreto sobre el ejercicio heroico de las virtudes cristianas sea aprobado, si hay un milagro, creo que no faltará demasiado para la conclusión de la Causa”, afirmó el Cardenal.

“La condición primordial es el milagro; Yo creo que ya hay algo. Si el milagro se aprueba, se procederá rápidamente”.

La Causa de beatificación de Juan Pablo I fue reiniciada en julio de 2016, con un nuevo postulador, el cardenal Beniamino Stella, Prefecto de la Congregación para el Clero.

El cardenal Albino Luciani, patriarca de Venecia, fue elegido Papa el 26 de agosto de 1978. Él murió de repente de un ataque al corazón el siguiente 28 de septiembre, tras 33 días de pontificado.

12:41:00 p.m.

VATICANO, 30 Ago. 17 (ACI).-
En la Misa de hoy por la clausura del Jubileo Arquidiocesano de Lima con motivo de los 400 años de la muerte de Santa Rosa de Lima, fue leída la carta enviada por el Papa Francisco a su enviado especial para esta celebración y Arzobispo Emérito de Quito (Ecuador), Cardenal Raúl Eduardo Vela Chiriboga.

En la carta, firmada el 27 de agosto, el Papa Francisco pidió al Cardenal Vela Chiriboga que exhorte “al pueblo congregado a una ferviente devoción a Santa Rosa de Lima, para que ella obtenga de Dios muchísimos favores en bien de toda la Arquidiócesis de Lima como también de los demás hombres, ya en las regiones del Perú, ya en toda la tierra”.

Asimismo, pidió al Purpurado, quien presidió los actos solemnes en honor de Santa Rosa, que “demande con insistencia su patrocinio en favor del ministerio Petrino”.  

Al inicio de su misiva, el Santo Padre recordó a “la gloriosísima Santa Rosa de Lima, que creció como lirio entre las espinas, se hizo amigo del Señor desde la infancia, a tal punto que ya desde pequeña le consagró su virginidad y empezó a cultivar las virtudes”.

“Desde entonces, inflamada por el ejemplo e intercesión de la Beatísima Virgen María y de Santa Catalina de Siena, ofreció completamente su vida a Dios, vistiendo el hábito de las Hermanas de la Tercera Orden regular de los Predicadores, entregada a la penitencia y a la oración y ardiendo de pasión amorosa por ganar para la vida eterna en Cristo a todos, pecadores e indígenas”, prosigue la carta.

Asimismo, el Pontífice recordó el amor de Santa Rosa por “toda la creación”, porque “como hija espiritual de Santo Domingo, invitaba frecuentemente a animales, flores, hierbas y a todo ser viviente a alabar al Creador”.

Finalmente, el Papa Francisco impartió una “afectuosa Bendición apostólica desde lo más profundo del corazón”.

“En primer lugar, a ti, Venerable Hermano Nuestro (Cardenal Vela Chiriboga), que estás celebrando hoy con regocijo la feliz memoria de tu sexagésimo aniversario de ordenación presbiteral; después, a los amados Pastores e hijos e hijas allí congregados y a todos los participantes de este acontecimiento dichoso”, concluyó la misiva.

Para leer la carta completa ingrese AQUÍ. 

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12:41:00 p.m.

VATICANO, 30 Ago. 17 (ACI).-
El Papa Francisco anunció que el 1 de septiembre, con motivo de la Jornada de Oración por el Cuidado de la Creación, se hará público un mensaje ecuménico firmado por el Santo Padre y por el Patriarca Ecuménico de Constantinopla, Bartolomé, en el que se invitará a desarrollar un comportamiento respetuoso con el medio ambiente.

Tras pronunciar su catequesis en la Audiencia General de este miércoles en la Plaza de San Pedro, Francisco recordó la celebración de la Jornada y adelantó una parte del contenido del mensaje.

En él “invitamos a todos a asumir una actitud respetuosa y responsable con la creación. Hacemos también un llamado a todos los que desempeñan responsabilidades a escuchar el grito de la tierra y el grito de los pobres que más sufren como consecuencia de los desequilibrios ecológico”, indicó el Pontífice.

El Papa Francisco estableció la Jornada de Oración por el Cuidado de la Creación en agosto de 2015 y desde entonces se celebra cada 1 de septiembre. De esta manera, el Papa quiso compartir la defensa del medio ambiente junto con la Iglesia Ortodoxa, que celebra esta jornada desde el año 1989, y otorgarle de esa manera un componente ecuménico.

En la carta enviada en 2015 al Cardenal Turkson, Presidente del Pontificio Consejo Justicia y Paz, y al Cardenal Koch, Presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, el Santo Padre indicó que la institución de esta Jornada para la Iglesia Católica se trata de una iniciativa en consonancia con su Encíclica Laudato Si’ sobre el cuidado de la casa común.

“Compartiendo con el amado hermano Bartolomé, Patriarca Ecuménico, la preocupación por el futuro de la creación y, acogiendo la sugerencia de su representante, el Metropolita Ioannis de Pérgamo, que intervino en la presentación de la Encíclica Laudato si’ sobre el cuidado de la casa común, deseo comunicarles que he decidido instituir también en la Iglesia Católica la ‘Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación’, que, a partir del año en curso, será celebrada el 1 de septiembre, tal como acontece desde hace tiempo en la Iglesia Ortodoxa”, señaló en la misiva.

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12:32:00 p.m.

(ZENIT – Madrid).- Nació el 30 de mayo de 1905 en Manresa, Barcelona, España. Tenía dos hermanas; todos fueron educados en la fe. Su padre, mecánico de profesión, se trasladaba frecuentemente a Badalona. Y allí estudió con los escolapios. Luego en Manresa se formó con los jesuitas. Simpático, abierto e inclinado a la reflexión, era un muchacho encantador que ayudaba al farmacéutico Josep Balaguer, quien lo animó a proseguir estudios. Cursó el bachillerato con beca, y comenzó la carrera de medicina en la universidad de Barcelona. En esa época, año 1922, frecuentaba el Oratorio de San Felipe Neri que se hallaba en el conocido barrio de Gracia donde vivía. Le dirigió el padre Jaume Serra hasta que estalló la Guerra Civil en 1936. Se había integrado en la Federación de Jóvenes Cristianos, cultivaba la oración, el estudio y realizaba una intensa labor apostólica, encarnada en su devoción a la Eucaristía y a la Virgen. De aquella época debió quedarle claro, como dijo, que «la actividad humana, sea cual sea, tiene que descansar sobre dos fundamentos básicos: la constancia y la perfección o mejora progresiva de aquellos actos o disciplinas que el hombre se impone». Fueron años en los que tuvo experiencia directa del dolor, con la pérdida de su padre en 1925, seguido del grave accidente que sufrió su madre, a consecuencia del cual quedó inválida. En 1927 en Monistrol de Calders, donde trabajó temporalmente, consagró su castidad a Dios. Al año siguiente se licenció en medicina con premio extraordinario. Además, tuvo la alegría de asistir a la consagración de sus hermanas en la Orden de las Concepcionistas.

Su labor como médico era realmente excepcional, cuajada de sus hondos valores cristianos. Decía: «nuestra actuación de puertas afuera tiene que ir precedida de una buena preparación de puertas adentro». Junto a su colega, el Dr. Manresa, abrió en Barcelona el Sanatorio de la «Mare de Déu de la Mercè». Veía a Cristo en cada enfermo; insuflaba a todos la confianza en Él, transmitiéndoles su alegría y esperanza con un trato piadoso, caritativo y respetuoso, que hacía extensivo también a sus familias: «para el médico, el lecho del enfermo es un altar, y el enfermo es la imagen de Jesucristo». Su entusiasmo era palpable en los corredores del hospital. Estaba convencido de que «el entusiasmo es vida, es amor, es audacia, es talento, es, en una palabra, potencia creadora. Es toda el alma la que se manifiesta abrasada de ideal bajo el dominio de la razón». El inicio de la Guerra Civil le sorprendió en Montserrat, donde se hallaba realizando los ejercicios espirituales. El monasterio se mantuvo intacto gracias a sus gestiones, de lo contrario habría sido bombardeado. Más tarde, desde su refugio en Barcelona llevaba a escondidas la comunión a los perseguidos por su fe e ideales contrarios a los sustentados por los milicianos que tenían en sus manos el poder. Él mismo logró zafarse del asedio y persecución a la que fue sometido su domicilio.

En 1938 fue movilizado como sanitario en el bando republicano y sus servicios fueron tan excepcionales que los mismos soldados reclamaron su ascenso a capitán. Mientras, se preparó para ser ordenado sacerdote. En una de las cartas que envió a su hermana Francisca ese año le decía: «Amar con locura, querida hermana, quiere decir clavar nuestras manos y nuestros pies, junto con las manos y los pies de nuestro Divino Redentor; quiere decir llegar airosos, con la frente alta y serena y con paso firme hasta el sacrificio de nuestra vida, si es voluntad de Dios, derramando nuestra sangre en defensa del Nombre Santísimo […]. Amar es sinónimo de sufrir. Cuando más aprecio hay se es más capaz de sufrir por la persona amada. El sufrimiento es la más alta expresión del amor. El sufrimiento es la gran arma de la santificación […]. El dolor es como las aguas que bajan de las cumbres, una energía latente que hace falta saber aprovechar. Ofreciéndolo constantemente a Dios, haremos bajar del cielo las gracias de la conversión del mundo […]. ¡No nos entretengamos tanto en nuestras miserias! ¡Amemos, amemos, amemos! El amor es un fuego purificador. Abandonémonos absolutamente en sus brazos santificadores».

Finalizada la guerra, ingresó en el seminario de Barcelona. Fue ordenado en 1942 y asumió diversas misiones en la diócesis de Sesrovires. Después, cursó estudios teológicos en Salamanca, y al regresar a Barcelona siguió desempeñando una intensa labor apostólica en Sarrià. Dirigió el centro femenino de Acción Católica, estuvo al frente de obras diocesanas y benéficas, fundó la obra benéfico-asistencial de atención a los tuberculosos, etc. Las dificultades le perseguían y las afrontaba con caridad, fortaleza y prudencia. Era un líder, con autoridad moral, coherente, que se implicaba abiertamente en el ideal que profesaba: «Si las palabras no van seguidas de las obras, es como el sonido de las campanas que el viento se lleva. Si la vida, los actos de los hombres, no están de acuerdo con las ideas que profesan y propugnan, es en vano que trabajen y luchen en defensa de aquello que afirman ser sus más nobles ideales. Es hora de realidades y no de palabras vacías de sentido. Es hora de definirse. No podemos admitir las medias tintas».

En mayo de 1950 le diagnosticaron un linfosarcoma linfoblástico. En ese momento para este gran profesional, que había dicho: «el médico es como el sacerdote que ofrece el dolor a Dios», debieron tener un peso significativo estas otras palabras suyas: «amar es el gran don del hombre; ser amado es su más grande deseo y nunca un hombre lo necesita tanto como cuando está aplastado por el peso de su dolor. Aquello que no pueden sanar las medicinas ni los más enérgicos tratamientos, lo consigue una palabra amable, una suave sonrisa, un gesto afectuoso». Ofreciendo sus sufrimientos por la conversión de los sacerdotes, murió el 31 de agosto de ese año en la clínica fundada por él. Juan Pablo II lo beatificó el 5 de septiembre de 2004.

8:01:00 a.m.

(RV).- En su catequesis de la audiencia general precedente a su viaje apostólico a Colombia, del  6 al 11 de septiembre, ante miles de fieles y peregrinos de numerosos países reunidos en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco reflexionó acerca de la relación existente entre la esperanza y la memoria, con una referencia especial a la memoria de la vocación. Y lo hizo a partir de la llamada de los primeros discípulos de Jesús, en cuya memoria, esa escena, permaneció impresa de modo indeleble.

En efecto, el Obispo de Roma afirmó que Juan y Andrés comenzaron a estar con el Maestro transformándose, en poco tiempo, en misioneros, haciendo que sus hermanos Simón y Santiago también siguieran a Jesús, a quien reconocieron – como Juan el Bautista – como el Cordero de Dios.

Ante la pregunta de cómo se descubre la propia vocación en este mundo, el Santo Padre afirmó que se la puede descubrir de tantas maneras, comenzando por el Evangelio que nos dice que el primer indicador es la alegría del encuentro con Jesús.

Además – prosiguió diciendo el Papa – tanto el matrimonio, como la vida consagrada y el sacerdocio – es decir, toda vocación, comienza con un encuentro con el Señor que nos da una alegría y una esperanza nueva que nos conducen, incluso mediante pruebas y dificultades, a un encuentro cada vez más pleno con Él y a la plenitud de la felicidad.

Francisco también dijo que el Señor no quiere hombres y mujeres que caminen detrás de Él de malagana, sin tener en corazón el viento de la alegría. Sí, porque Jesús quiere personas que han experimentado que estar con Él produce una felicidad inmensa, que puede renovarse cada día. De hecho, el Pontífice afirmó que “un discípulo del Reino de Dios que no sea alegre no evangeliza este mundo”. Y añadió que se llega a ser predicadores de Jesús no con las armas de la retórica, sino custodiando en los ojos el resplandor de la felicidad verdadera.

De ahí que el Papa Bergoglio haya dicho que – al igual que la Virgen María – el discípulo debe custodiar la llama de su enamoramiento, independientemente de los momentos de la vida en los que hay que ir adelante a pesar del frío y los vientos contrarios. Sin embargo – recordó – los cristianos conocen el camino que conduce a aquel fuego sagrado que los encendió de una vez para siempre.

Por esta razón el Santo Padre recomendó no prestar demasiada atención a las personas decepcionadas e infelices o a quienes dicen cínicamente que no hay que cultivar esperanzas en la vida; sino a cultivar sanas utopías, puesto que Dios quiere que seamos capaces de soñar como Él y con Él mientras caminamos estando atentos a la realidad.

(María Fernanda Bernasconi – RV). 


8:01:00 a.m.

(RV).- La relación entre la esperanza y la memoria, con referencia particular a la vocación, fue el tema de la catequesis del Papa Francisco del miércoles 30 de agosto. Tras escuchar junto a los fieles presentes en la plaza de san Pedro el pasaje del Evangelio de San Juan, que narra el encuentro de Jesús con los primeros apóstoles, el Santo Padre se detuvo en la memoria del Apóstol: «Eran como las cuatro de la tarde», recuerda exactamente el evangelista Juan.

Jesús, experto del corazón humano

“Los primeros discípulos de Jesús recordaban de forma nítida el momento de su llamada -dijo el Papa en la catequesis en español. Juan y Andrés escucharon cómo su maestro Juan el Bautista decía de Jesús: «Ese es el Cordero de Dios». Esta fue la chispa que dio comienzo a su historia de seguimiento. Ellos iniciaron a estar con él y muy pronto se transformaron en misioneros, haciendo que sus hermanos Simón y Santiago también siguieran a Jesús”.

El Papa señaló que Jesús aparece en el Evangelio como un experto del corazón humano: “en todos los encuentros que narran los Evangelios aparece como un incendiario del corazón”. «¿Qué buscas?», nos pregunta Jesús, misma pregunta que el Santo Padre realizó a los jóvenes del mundo que lo siguen a través de los medios de comunicación: “¿Qué buscas? ¿Qué buscas en tu corazón?” Y añadió el Papa: “¿Cómo se descubre la propia vocación en este mundo?”. E indicó así la clave para descubrirla: la alegría del encuentro.

Con la alegría se descubre la vocación

“Y nosotros, ¿cómo podemos descubrir nuestra vocación?”, preguntó el Obispo de Roma. Se puede hallar de muchas formas, dijo, pero toda vocación, ya sea al matrimonio, al sacerdocio o a la vida consagrada, comienza con un encuentro personal con Jesús, que nos llena de inmensa alegría. El Señor no quiere que lo sigamos sin ganas, sino con el corazón lleno de gozo, y esa felicidad de estar con él es la que evangeliza el mundo. Francisco recordó que cada vocación verdadera, nos conduce a un encuentro nuevo, y nos lleva hacia la plenitud de la alegría. Esto porque “Jesús quiere personas con Él que tengan en el corazón el viento de la alegría”, explicó, y señaló que “no se es predicadores de Jesús afinando las armas de la retórica, sino custodiando en los ojos el brillo de la fe”: “muchos cristianos vemos entre nosotros que con los ojos te transmiten la alegría de la fe”.

El cristiano, como la Virgen María, conserva en su corazón la llama del primer encuentro con el Señor, y ante las pruebas de la vida vuelve a ese sagrado fuego, que lo conforta y que fue encendido una vez para siempre.

No confiar en quien apaga nuestro entusiasmo

El Santo Padre realizó un pedido especial a los fieles cristianos en esta catequesis: “por favor, no llevemos el apunte a las personas desilusionadas e infelices, no escuchemos a quien recomienda cínicamente de no cultivar esperanzas en la vida; no nos confiemos de quien apaga en el nacer cada entusiasmo, diciendo que ningún emprendimiento vale el sacrificio de toda una vida”.

“No escuchemos – agregó– a los viejos de corazón, que sofocan la euforia juvenil”, sino en cambio “vamos a los viejos que tienen los ojos brillantes de esperanza”, porque “Dios nos quiere capaces de soñar como Él y con Él, mientras caminamos bien atentos a la realidad”.

Es posible un mundo distinto

“Los animo – concluyó en la catequesis impartida en nuestro idioma- a que se acuerden de ese primer encuentro con Jesús en sus vidas, para que puedan reavivar ese fuego de amor, que los invita a seguirle con alegría y que es llama de esperanza”

“Soñar un mundo diferente” recomendó finalmente el Papa advirtiendo que si un sueño se apaga, hay que volver a soñarlo recurriendo con esperanza a la memoria de los orígenes, es decir, recurriendo a los brazos que tal vez, después de una vida no tan buena, están escondidos bajo las cenizas: al primer encuentro con Jesús.  “Acuérdate de Jesús”.

(Griselda Mutual – Radio Vaticano)


7:14:00 a.m.

ÁFRICA/EGIPTO - El Patriarca copto Tawadros II: oremos también por los malhechores que atacan iglesias

CoptsToday

Kyoto (Agencia Fides) - Debido a los ataques a las iglesias y las masacres de cristianos que han ensangrentado Egipto en los últimos meses, “la Iglesia Copta está orando por todos”, incluso por los “malvados” que atacan iglesias y cristianos. Con estas palabras, el patriarca copto ha vuelto a dar testimonio de la fe transparente con la que muchos cristianos coptos han experimentado las muchas experiencias de martirio que han marcado el camino reciente de su Iglesia. Lo ha comentado en una entrevista con la cadena de televisión japonesa Asahi, reiterando su confianza en el poder de la oración “que puede cambiar los corazones”.
La entrevista ha sido realizada por el patriarca Tawadros durante la etapa japonesa del viaje que el primado de la Iglesia Copta está realizando entre varias comunidades de la diáspora copta y que desde hoy 30 de agosto, continúa en Australia. Durante su estancia en Japón, Tawadros también ha inaugurado la Catedral de Nuestra Señora de San Marcos en Kyoto, la primera iglesia copta japonesa.
En la entrevista con Asahi TV, el Patriarca copto ha declarado que el vínculo entre cristianos y musulmanes en Egipto es fuerte y bien arraigado, señalando que los terroristas golpean a los cristianos coptos precisamente para aplastar este vínculo y por lo tanto tratan de desmantelar la unidad nacional. En este contexto – ha insistido Tawadros - los intentos de justificar el terrorismo por parte de sujetos religiosos también ponen en tela de juicio a todos las personas dedicadas a la educación religiosa, quienes deben demostrar ser dignos de su tarea y no permitir el fanatismo ni la intolerancia. En cuanto a los lazos con las altas iglesias y las comunidades cristianas, el primado de la Iglesia copta ha remarcado que, al margen de las diferencias, todos los cristianos están unidos por la fe en Cristo, por el Evangelio y en el compartir juntos “la espera del Reino de los Cielos”.
La mirada de fe con que el patriarca Tawadros observa y vive los asuntos de su Iglesia y su país también se caracteriza por la prudencia y el realismo. En Egipto, las autoridades eclesiásticas han pedido que se eviten las peregrinaciones, campamentos escolares para jóvenes y reuniones espirituales muy concurridas, como sugieren las fuerzas de policía y las autoridades civiles por razones de seguridad, después de la serie de atentados dirigidos por el terrorismo de matriz yihadista contra los cristianos coptos. Esta disposición patriarcal ha permanecido en vigor en julio y agosto, aunque no todos lo han respetado. Ahora, una nueva declaración emitida por el Patriarcado Copto ha reiterado que esta disposición no ha sido revocada. De esta manera, se intentan frenar las iniciativas de las casas religiosas y de los lugares de acogida que ya habían anunciado su voluntad de reabrir las puertas a los visitantes y peregrinos a principios de septiembre. (GV) (Agencia Fides 30/9/2017).


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7:12:00 a.m.

La Conferencia Episcopal Española, a través de la Comisión de Pastoral Social, ha publicado un mensaje ante la Jornada mundial de oración por el cuidado de la creación que celebramos el próximo 1 de septiembre de 2017, y que el papa Francisco instituyó en 2015.

Mensaje:

El pasado 24 de mayo se cumplían los dos años de la publicación de la encíclica “Laudato si” del papa Francisco sobre “el cuidado de la casa común”. En la misma, el Santo Padre aborda los principales problemas sobre la relación del ser humano con sus semejantes y con la naturaleza. Para hacer frente a la degradación del ambiente, al agotamiento de las reservas naturales y a los perniciosos efectos de la contaminación ambiental es necesaria una respuesta decidida y urgente de creyentes y no creyentes.

Entre otras cosas, el Papa nos invita a todos los hombres y mujeres del mundo a practicar una “ecología integral”, asumiendo las responsabilidades personales y comunitarias en el progresivo deterioro del medio ambiente durante los últimos años. Todos hemos de tomar conciencia de que el gran crecimiento tecnológico de las últimas décadas no ha estado acompañado de un desarrollo del ser humano en responsabilidad, valores y conciencia.

Como consecuencia de una libertad mal entendida, de la búsqueda ciega del egoísmo y de las necesidades inmediatas, el hombre de hoy está “desnudo y expuesto a su propio poder, que sigue creciendo, sin tener los elementos para controlarlo. Puede disponer de mecanismos superficiales, pero podemos sostener que le falta la ética sólida, una cultura y una espiritualidad que realmente lo limiten y lo contengan en una lúcida abnegación”[1].

El ser humano, creado a imagen y semejanza de Dios, recibió del Creador el encargo de dar nombre a las demás criaturas y de cuidar la creación, pero sin olvidar que él no es Dios y, por tanto, no puede pretender ocupar el lugar que sólo a Dios le pertenece. Por ello, ha de actuar en todo momento desde una actitud de humildad, escuchando a Dios y poniéndose al servicio de los demás y de la misma creación.

Cuando el cosmos y la naturaleza son contemplados sin referencia a Dios y sin tener en cuenta las necesidades de los hermanos, pueden llegar a concebirse como un depósito, del que se pueden extraer sus riquezas de acuerdo con los egoísmos desmedidos de los individuos de cada continente. Ante estos abusos, la creación protesta a través de fenómenos naturales extraordinarios y por medio de los desastres ecológicos. Estas manifestaciones violentas de la naturaleza nos están indicando que es necesario respetar la creación y no manipularla.

Mirada creyente

Los cristianos, desde nuestra fe en el Creador de todas las cosas, además de valorar y proteger la creación, estamos invitados a promover en la sociedad una mayor atención hacia la misma, evitando reducirla a puro ecologismo, fomentando los comportamientos éticos y actuando siempre desde una libertad responsable. Cada día es más urgente que escuchemos a la creación, que narra la gloria de Dios, y que escuchemos también a Dios, que habla a través de las obras de sus manos. Frente a quienes consideran el cosmos únicamente desde su materialidad, sin valorar su belleza y sin considerar su referencia al Creador, los cristianos somos invitados a contemplar todo lo creado como un espejo, en el que se refleja la bondad, el amor y la belleza de nuestro Dios.

La confianza y la escucha del Creador implican un modelo de relaciones entre los seres humanos y la naturaleza que hagan posible contemplarla no sólo como obra de Dios, sino como casa y hogar para todos los seres humanos. En este sentido, si no crece el amor entre todos los habitantes del planeta, será imposible movilizar la voluntad humana para atajar el deterioro de la creación y la destrucción de la misma.

La respuesta a la crisis ecológica y la protección del medio ambiente hemos de situarlas dentro de la historia de amor que comienza con la creación y que tiene su desarrollo a lo largo de los tiempos hasta llegar a su cumplimiento en Cristo. Esta historia de amor exige la responsabilidad humana que, al mismo tiempo que nos permite asumir nuestras diferencias con la naturaleza, nos lleva a la convicción de nuestra pertenencia a la misma.

Para avanzar en esta responsabilidad con relación a la creación, entre otras cosas, es preciso un diálogo franco y abierto que ayude a la superación de los intereses egoístas sobre la cuestión ecológica. En este diálogo con los creyentes de otras religiones, con los gobiernos de las naciones y con las instituciones sociales, los cristianos hemos de ser los primeros en asumir que la fe en Jesucristo nos ofrece fundamentos extraordinarios para la práctica de una ecología integral y para el desarrollo pleno de la humanidad. “Será un bien para la humanidad y para el mundo que los creyentes reconozcamos mejor los compromisos ecológicos que brotan de nuestras convicciones”[2].

Conversión ecológica

Pero, además de valorar la importancia del diálogo, todos los habitantes del planeta hemos de progresar en una sincera “conversión ecológica”, asumiendo que el cuidado de la casa común exige un cambio profundo de aquellos criterios, tan arraigados en la cultura actual, que favorecen el consumismo y la búsqueda de los propios intereses, olvidando la dimensión espiritual de la persona y las necesidades de nuestros semejantes.

Esta conversión ecológica, que ha de concretarse en el uso moderado de bienes materiales, en el control de los gastos superfluos y en la atención de los más frágiles, exige un cambio efectivo de mentalidad y de estilo de vida, en las opciones de consumo y en las inversiones, escuchando la voz del Creador, buscando la verdad y trabajando por el bien común[3].

Para que los cristianos y los restantes seres humanos no olvidemos nuestra responsabilidad en el cuidado de la casa común y podamos renovar la adhesión a la propia vocación de custodios de la creación, el Santo Padre, en comunión con las Iglesias ortodoxas, nos convoca cada año, el día 1 de septiembre, a celebrar la Jornada Mundial de Oración por el cuidado de la Creación. En este día, especialmente, estamos invitados a invocar la ayuda del Señor para la protección del medio ambiente y a pedir su misericordia por los pecados contra el mundo en el que vivimos.

Los Obispos de la Comisión Episcopal de Pastoral Social invitamos a todas las comunidades cristianas a dar gracias a Dios por la armonía y perfección de la creación, y a elevar súplicas al Creador por la conversión de quienes, considerándose dueños y señores de la misma, abusan de sus recursos y se olvidan de los millones de hermanos que, en distintos rincones del planeta, sufren hambre, enfermedades y miseria debido a una mala distribución de los bienes de la creación, que Dios quiere que lleguen a todos.

Los Obispos de la Comisión Episcopal de Pastoral Social

7:02:00 a.m.

VATICANO, 30 Ago. 17 (ACI).-
En su catequesis pronunciada este miércoles en la Plaza de San Pedro durante la Audiencia General, el Papa Francisco señaló que para ser predicador de Jesús es más efectivo transmitir la fe con la alegría de la mirada que con las herramientas de la retórica.

“Uno se convierte en predicador de Jesús, no afinando las herramientas de la retórica, sino custodiando en los ojos el brillo de la verdadera felicidad. Muchos cristianos, muchos de nosotros, vemos que con los ojos se transmite la alegría de la fe”, subrayó el Santo Padre.

A continuación, el texto completo de la catequesis del Papa Francisco:

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

Hoy quisiera regresar sobre un tema importante: la relación entre la esperanza y la memoria, con particular referencia a la memoria de la vocación. Y tomo como ícono la llamada de los primeros discípulos de Jesús. En sus memorias se quedó tan marcada esta experiencia, que alguno registró incluso la hora: «Era alrededor de las cuatro de la tarde» (Jn 1,39). El evangelista Juan narra el episodio como un nítido recuerdo de juventud, que se quedó intacto en su memoria de anciano: porque Juan escribió estas cosas cuando era anciano.

El encuentro había sucedió cerca del río Jordán, donde Juan Bautista bautizaba; y aquellos jóvenes galileos habían escogido al Bautista como guía espiritual. Un día llega Jesús, y se hizo bautizar en el río. Al día siguiente pasó de nuevo, y entonces el que bautizaba – es decir, Juan Bautista – dijo a dos de sus discípulos: «Este es el Cordero de Dios» (v. 36).

Y para estos dos fue la “centella”. Dejaron a su primer maestro y se pusieron en el seguimiento de Jesús. Por el camino, Él se gira hacia ellos y les plantea la pregunta decisiva:  «¿Qué quieren?» (v. 38). Jesús aparece en los Evangelio como un experto del corazón humano. En ese momento había encontrado a dos jóvenes en búsqueda, sanamente inquietos.

De hecho, ¿qué juventud es una juventud satisfecha, sin una pregunta de sentido? Los jóvenes que no buscan nada, no son jóvenes, son jubilados, han envejecido antes de tiempo. Es triste ver jóvenes jubilados. Y Jesús, a través de todo el Evangelio, en todos los encuentros que le suceden a lo largo del camino, se presenta como un “incendiario” de corazones.

De ahí ésta pregunta que busca hacer emerger el deseo de vida y de felicidad que cada joven se lleva dentro: “¿Qué cosa buscas?”. Hoy quisiera preguntarles a los jóvenes que están aquí en la Plaza y a aquellos que nos escuchan a través de los medios de comunicación: “¿Tú, que eres joven, qué cosa buscas? ¿Qué cosa buscas en tu corazón?”.

La vocación de Juan y de Andrés comienza así: es el inicio de una amistad con Jesús tan fuerte que impone una comunión de vida y de pasiones con Él. Los dos discípulos comienzan a estar con Jesús y enseguida se transforman en misioneros, porque cuando termina el encuentro no regresan a casa tranquilos: tanto es así que sus respectivos hermanos – Simón y Santiago – son enseguida incluidos en el seguimiento. Fueron donde estaban ellos y les han dicho: “¡Hemos encontrado al Mesías, hemos encontrado a un gran profeta!”, dan la noticia. Son misioneros de ese encuentro. Fue un encuentro tan conmovedor, tan feliz que los discípulos recordaran por siempre ese día que iluminó y orientó su juventud.

¿Cómo se descubre la propia vocación en este mundo? Se puede descubrir de varios modos, pero esta página del Evangelio nos dice que el primer indicador es la alegría del encuentro con Jesús. Matrimonio, vida consagrada, sacerdocio: cada vocación verdadera inicia con un encuentro con Jesús que nos dona una alegría y una esperanza nueva; y nos conduce, incluso a través de pruebas y dificultades, a un encuentro siempre más pleno, crece, ese encuentro, más grande, ese encuentro con Él y a la plenitud de la alegría.

El Señor no quiere hombres y mujeres que caminan detrás de Él de mala gana, sin tener en el corazón el viento de la felicidad. Ustedes, que están aquí en la Plaza, les pregunto – cada uno responda a sí mismo – ustedes, ¿tienen en el corazón el viento de la felicidad? Cada uno se pregunte: ¿Yo tengo dentro de mí, en el corazón, el viento de la felicidad? Jesús quiere personas que han experimentado que estar con Él nos da una felicidad inmensa, que se puede renovar cada día de la vida.

Un discípulo del Reino de Dios que no sea gozoso no evangeliza este mundo, es uno triste. Se convierte en predicador de Jesús no afinando las armas de la retórica: tú puedes hablar, hablar, hablar pero si no hay otra cosa. ¿Cómo se convierte en predicador de Jesús? Custodiando en los ojos el brillo de la verdadera felicidad. Vemos a tantos cristianos, incluso entre nosotros, que con los ojos te transmiten la alegría de la fe: con los ojos.

Por este motivo el cristiano – como la Virgen María – custodia la llama de su enamoramiento: enamorados de Jesús. Cierto, hay pruebas en la vida, existen momentos en los cuales se necesita ir adelante no obstante el frío y el viento contrario, no obstante tantas amarguras. Pero los cristianos conocen el camino que conduce a aquel sagrado fuego que los ha encendido una vez por siempre.

Y por favor, le pido: no escuchemos a personas desilusionadas e infelices; no escuchemos a quien recomienda cínicamente no cultivar la esperanza en la vida; no confiemos en quien apaga desde el inicio todo entusiasmo diciendo que ningún proyecto vale el sacrificio de toda una vida; no escuchemos a los “viejos” de corazón que sofocan la euforia juvenil. Vayamos donde los viejos que tienen los ojos brillantes de esperanza.

Cultivemos en cambio, sanas utopías: Dios nos quiere capaces de soñar como Él y con Él, mientras caminamos bien atentos a la realidad. Soñar en un mundo diferente. Y si un sueño se apaga, volver a soñarlo de nuevo, recurriendo con esperanza a la memoria de los orígenes, a esas brazas que, tal vez después de una vida no tan buena, están escondidas bajo las cenizas del primer encuentro con Jesús.

Es esta pues, una dinámica fundamental de la vida cristiana: recordarse de Jesús. Pablo decía a su discípulo: “Recuérdate de Jesucristo” (2 Tim 2,8); este es el consejo del gran San Pablo: “Recuérdate de Jesucristo”. Recordarse de Jesús, del fuego de amor con el cual un día hemos concebido nuestra vida como un proyecto de bien, y a vivificar con esta llama nuestra esperanza. Gracias.

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¿Quieres ser un verdadero predicador de Jesús? El Papa Francisco explica cómo https://t.co/wxr7vAkXYg

— ACI Prensa (@aciprensa) 30 de agosto de 2017


6:39:00 a.m.

ÁFRICA/KENIA - “Los enfermos mueren en los hospitales sin asistencia. Que pare la huelga de enfermeros”: llamamiento de Mons. Korir

Nairobi (Agencia Fides) - “Es hora de que hablen entre ustedes para detener la huelga de enfermería en nuestro país. Los keniatas mueren en los hospitales porque no hay nadie que pueda ayudarlos” ha exhortado Su Exc. Mons. Cornelius Kipng’eno Arap Korir, obispo de Eldoret y Presidente de la Comisión Episcopal “Justicia y Paz”, en la homilia de la misa presidida por él en memoria del p. John Kaiser, en el Maela Refugee Camp de Naivasha. En Kenia más de 25.000 enfermeros están de huelga desde el 5 de junio, para pedir un aumento del sueldo e indemnizaciones.
“Hemos llegado al punto de dejar a nuestra gente a morir por dinero, el p. Kaiser no era keniata, pero nunca habría dejado morir a nuestro pueblo. Esto es inhumano. Necesitamos renovar nuestros esfuerzos para servir al pueblo de Kenia” ha afirmado Mons. Korir.
La misa en memoria de p. Kaiser Memorial ha sido concelebrada por Su Exc Mons. Oballa Ole Owaa, obispo de Ngong, y por Su Exc. Mons Joseph Mbatia, obispo de Nyahururu.
El p. Kaiser, misionero de Mill Hill, fue enviado a Kenya en 1964, trabajando en la diócesis de Kisii durante 20 años y sucesivamente en Nakuru y en Ngong- El 24 de agosto del 2000, el cuerpo de p. Kaiser fue encontrado en Moredat-Naivasha, a lo largo de la autovía Nakuru-Nairobi. La causa de su muerte no fue comprobada de inmediato, pero si que se supo que había sido asesinado por unos agresores que hasta la fecha permanecen desconocidos. (L.M.) (Agencia Fides 30/8/2017)


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6:22:00 a.m.

Texto completo de la catequesis del Papa Francisco

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

«Hoy quisiera regresar sobre un tema importante: la relación entre la esperanza y la memoria, con particular referencia a la memoria de la vocación. Y tomo como imagen la llamada de los primeros discípulos de Jesús. En sus memorias se quedó tan marcada esta experiencia, que alguno registró incluso la hora: «Era alrededor de las cuatro de la tarde» (Jn 1,39). El evangelista Juan narra el episodio como un nítido recuerdo de juventud, que se quedó intacto en su memoria de anciano: porque Juan escribió estas cosas cuando era anciano.

El encuentro había sucedió en las inmediaciones del río Jordán, donde Juan Bautista bautizaba; y aquellos jóvenes galileos habían escogido al Bautista como guía espiritual. Un día llega Jesús, y se hizo bautizar en el río. Al día siguiente pasó de nuevo y entonces el que bautizaba –es decir, Juan Bautista– dijo a dos de sus discípulos: “Este es el Cordero de Dios” (v. 36).

Y para estos dos fue la ‘chispa’. Dejaron a su primer maestro y se pusieron en el seguimiento de Jesús. Por el camino, Él se gira hacia ellos y les plantea la pregunta decisiva:  “¿Qué quieren?” (v. 38).

Jesús aparece en el Evangelio como un experto del corazón humano. En ese momento había encontrado a dos jóvenes en búsqueda, sanamente inquietos. De hecho, ¿qué juventud es una juventud satisfecha, sin una pregunta de sentido? Los jóvenes que no buscan nada, no son jóvenes, son jubilados, se han envejecido antes de tiempo. Es triste ver jóvenes jubilados. (aplausos)

Y Jesús, a través de todo el Evangelio, en todos los encuentros que le suceden a lo largo del camino, se presenta como un ‘incendiario’ de los corazones. De aquí ésta pregunta que busca hacer emerger el deseo de vida y de felicidad que cada joven se lleva dentro: “¿Qué cosa buscas?”.

También yo hoy quiero preguntarle a los jóvenes que están aquí en la Plaza y a aquellos que nos escuchan a través de los medios de comunicación: “¿Tú, que eres joven, qué cosa buscas? ¿Qué cosa buscas en tu corazón?”.

La vocación de Juan y de Andrés comienza así: es el inicio de una amistad con Jesús tan fuerte que impone una comunión de vida y de pasiones con Él. Los dos discípulos comienzan a estar con Jesús y enseguida se transforman en misioneros, porque cuando termina el encuentro no regresan a casa tranquilos: tanto es así que sus respectivos hermanos, Simón y Santiago, son rápidamente incluidos en el seguimiento.

Fueron donde estaban ellos y les han dicho: “¡Hemos encontrado al Mesías, hemos encontrado a un gran profeta!”, dan la noticia. Son misioneros de ese encuentro. Fue un encuentro tan conmovedor, tan feliz que los discípulos recordaran por siempre ese día que iluminó y orientó su juventud.

¿Cómo se descubre la propia vocación en este mundo? Es posible descubrirla de varios modos, pero esta página del Evangelio nos dice que el primer indicador es la alegría del encuentro con Jesús.

Matrimonio, vida consagrada, sacerdocio: cada vocación verdadera inicia con un encuentro con Jesús que nos dona una alegría y una esperanza nueva; y nos conduce, incluso a través de pruebas y dificultades, a un encuentro siempre más pleno, crece, ese encuentro, más grande, ese encuentro con Él y a la plenitud de la alegría.

El Señor no quiere hombres y mujeres que caminan detrás de Él de mala gana, sin tener en el corazón el viento de la alegría. Ustedes, que están aquí en la Plaza, les pregunto –cada uno responda a sí mismo –ustedes, ¿tienen en el corazón el viento de la alegría? Cada uno se pregunte: ¿Yo tengo dentro de mí, en el corazón, el viento de la alegría?

Jesús quiere personas que han experimentado que estar con Él nos da una felicidad inmensa, que se puede renovar cada día de la vida. Un discípulo del Reino de Dios que no sea gozoso no evangeliza este mundo, es uno triste.

Se convierte en predicador de Jesús no afinando las armas de la retórica: tú puedes hablar, hablar, hablar pero si no hay otra cosa. ¿Cómo se convierte en predicador de Jesús? Custodiando en los ojos el brillo de la verdadera felicidad. Vemos a tantos cristianos incluso entre nosotros, que con los ojos nos transmiten la alegría de la fe: con los ojos.

Por este motivo el cristiano, como la Virgen María, custodia la llama de su enamoramiento: enamorados de Jesús. Cierto, hay pruebas en la vida, existen momentos en los cuales se necesita ir adelante no obstante el frío y el viento contrario, no obstante tantas amarguras. Pero los cristianos conocen el camino que conduce a aquel sagrado fuego que los ha encendido una vez por siempre.

Y por favor, les recomiendo: no escuchemos a personas desilusionadas e infelices; no escuchemos a quien recomienda cínicamente no cultivar la esperanza en la vida; no confiemos en quien apaga desde su nacimiento todo entusiasmo diciendo que ningún proyecto vale el sacrificio de toda una vida; no escuchemos a los “viejos” de corazón que sofocan la euforia juvenil.

Vayamos donde los viejos que tienen los ojos brillantes de esperanza. Cultivemos en cambio, sanas utopías: Dios nos quiere capaces de soñar como Él y con Él, mientras caminamos bien atentos a la realidad. Soñar en un mundo diferente.

Y si un sueño se apaga, volver a soñarlo de nuevo, yendo con esperanza a la memoria de los orígenes, a esas brazas que, tal vez después de una vida no tan buena, son brazas que están escondidas bajo las cenizas del primer encuentro con Jesús.

Esta es la una dinámica fundamental de la vida cristiana: recordarse de Jesús. Pablo decía a su discípulo: “Recuérdate de Jesucristo” (2 Tim 2,8); este es el consejo del gran San Pablo: “Recuérdate de Jesucristo”. Recordarse de Jesús, del fuego de amor con el cual un día hemos concebido nuestra vida como un proyecto de bien, y a vivificar con esta llama nuestra esperanza. Gracias».

(Traducción realizada por ZENIT desde el audio)

6:03:00 a.m.

(RV).- “La propia vocación en este mundo se puede descubrir de varios modos, pero esta página del Evangelio nos dice que el primer indicador es la alegría del encuentro con Jesús. Matrimonio, vida consagrada, sacerdocio: cada vocación verdadera inicia con un encuentro con Jesús que nos dona una alegría y una esperanza nueva; y nos conduce, incluso a través de pruebas y dificultades, a un encuentro siempre más pleno”, con estas palabras el Papa Francisco reflexionó en la Audiencia General del último miércoles de agosto, sobre la relación entre la esperanza y la memoria de la vocación.

Continuando su ciclo de catequesis sobre “la esperanza”, el Obispo de Roma dijo que, “el Señor no quiere hombres y mujeres que caminan detrás de Él de mala gana, sin tener en el corazón el viento de la felicidad”. Jesús, dijo el Papa, quiere personas que han experimentado que estar con Él nos da una felicidad inmensa, que se puede renovar cada día de la vida. “Un discípulo del Reino de Dios que no sea gozoso no evangeliza este mundo, es uno triste. Se convierte en predicador de Jesús no afinando las armas de la retórica: tú puedes hablar, hablar, hablar pero si no hay otra cosa”.

Texto completo de la catequesis del Papa Francisco

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

Hoy quisiera regresar sobre un tema importante: la relación entre la esperanza y la memoria, con particular referencia a la memoria de la vocación. Y tomo como ícono la llamada de los primeros discípulos de Jesús. En sus memorias se quedó tan marcada esta experiencia, que alguno registró incluso la hora: «Era alrededor de las cuatro de la tarde» (Jn 1,39). El evangelista Juan narra el episodio como un nítido recuerdo de juventud, que se quedó intacto en su memoria de anciano: porque Juan escribió estas cosas cuando era anciano.

El encuentro había sucedió cerca del río Jordán, donde Juan Bautista bautizaba; y aquellos jóvenes galileos habían escogido al Bautista como guía espiritual. Un día llega Jesús, y se hizo bautizar en el río. Al día siguiente pasó de nuevo, y entonces el que bautizaba – es decir, Juan Bautista – dijo a dos de sus discípulos: «Este es el Cordero de Dios» (v. 36).

Y para estos dos fue la “centella”. Dejaron a su primer maestro y se pusieron en el seguimiento de Jesús. Por el camino, Él se gira hacia ellos y les plantea la pregunta decisiva:  «¿Qué quieren?» (v. 38). Jesús aparece en los Evangelio como un experto del corazón humano. En ese momento había encontrado a dos jóvenes en búsqueda, sanamente inquietos. De hecho, ¿qué juventud es una juventud satisfecha, sin una pregunta de sentido? Los jóvenes que no buscan nada, no son jóvenes, son jubilados, han envejecido antes de tiempo. Es triste ver jóvenes jubilados. Y Jesús, a través de todo el Evangelio, en todos los encuentros que le suceden a lo largo del camino, se presenta como un “incendiario” de corazones. De ahí ésta pregunta que busca hacer emerger el deseo de vida y de felicidad que cada joven se lleva dentro: “¿Qué cosa buscas?”. Hoy quisiera preguntarles a los jóvenes que están aquí en la Plaza y a aquellos que nos escuchan a través de los medios de comunicación: “¿Tú, que eres joven, qué cosa buscas? ¿Qué cosa buscas en tu corazón?”.

La vocación de Juan y de Andrés comienza así: es el inicio de una amistad con Jesús tan fuerte que impone una comunión de vida y de pasiones con Él. Los dos discípulos comienzan a estar con Jesús y enseguida se transforman en misioneros, porque cuando termina el encuentro no regresan a casa tranquilos: tanto es así que sus respectivos hermanos – Simón y Santiago – son enseguida incluidos en el seguimiento. Fueron donde estaban ellos y les han dicho: “¡Hemos encontrado al Mesías, hemos encontrado a un gran profeta!”, dan la noticia. Son misioneros de ese encuentro. Fue un encuentro tan conmovedor, tan feliz que los discípulos recordaran por siempre ese día que iluminó y orientó su juventud.

¿Cómo se descubre la propia vocación en este mundo? Se puede descubrir de varios modos, pero esta página del Evangelio nos dice que el primer indicador es la alegría del encuentro con Jesús. Matrimonio, vida consagrada, sacerdocio: cada vocación verdadera inicia con un encuentro con Jesús que nos dona una alegría y una esperanza nueva; y nos conduce, incluso a través de pruebas y dificultades, a un encuentro siempre más pleno, crece, ese encuentro, más grande, ese encuentro con Él y a la plenitud de la alegría.

El Señor no quiere hombres y mujeres que caminan detrás de Él de mala gana, sin tener en el corazón el viento de la felicidad. Ustedes, que están aquí en la Plaza, les pregunto – cada uno responda a sí mismo – ustedes, ¿tienen en el corazón el viento de la felicidad? Cada uno se pregunte: ¿Yo tengo dentro de mí, en el corazón, el viento de la felicidad? Jesús quiere personas que han experimentado que estar con Él nos da una felicidad inmensa, que se puede renovar cada día de la vida. Un discípulo del Reino de Dios que no sea gozoso no evangeliza este mundo, es uno triste. Se convierte en predicador de Jesús no afinando las armas de la retórica: tú puedes hablar, hablar, hablar pero si no hay otra cosa. ¿Cómo se convierte en predicador de Jesús? Custodiando en los ojos el brillo de la verdadera felicidad. Vemos a tantos cristianos, incluso entre nosotros, que con los ojos te transmiten la alegría de la fe: con los ojos.

Por este motivo el cristiano – como la Virgen María – custodia la llama de su enamoramiento: enamorados de Jesús. Cierto, hay pruebas en la vida, existen momentos en los cuales se necesita ir adelante no obstante el frío y el viento contrario, no obstante tantas amarguras. Pero los cristianos conocen el camino que conduce a aquel sagrado fuego que los ha encendido una vez por siempre.

Y por favor, le pido: no escuchemos a personas desilusionadas e infelices; no escuchemos a quien recomienda cínicamente no cultivar la esperanza en la vida; no confiemos en quien apaga desde el inicio todo entusiasmo diciendo que ningún proyecto vale el sacrificio de toda una vida; no escuchemos a los “viejos” de corazón que sofocan la euforia juvenil. Vayamos donde los viejos que tienen los ojos brillantes de esperanza. Cultivemos en cambio, sanas utopías: Dios nos quiere capaces de soñar como Él y con Él, mientras caminamos bien atentos a la realidad. Soñar en un mundo diferente. Y si un sueño se apaga, volver a soñarlo de nuevo, recurriendo con esperanza a la memoria de los orígenes, a esas brazas que, tal vez después de una vida no tan buena, están escondidas bajo las cenizas del primer encuentro con Jesús.

Es esta pues, una dinámica fundamental de la vida cristiana: recordarse de Jesús. Pablo decía a su discípulo: “Recuérdate de Jesucristo” (2 Tim 2,8); este es el consejo del gran San Pablo: “Recuérdate de Jesucristo”. Recordarse de Jesús, del fuego de amor con el cual un día hemos concebido nuestra vida como un proyecto de bien, y a vivificar con esta llama nuestra esperanza. Gracias.

(Traducción del italiano, Renato Martinez – Radio Vaticano)

(from Vatican Radio)


5:54:00 a.m.

EUROPA/IRLANDA - Confirmación en el cargo de Director nacional de las OMP, p. Maurice Hogan SSC

miércoles, 30 agosto 2017

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) – El Card. Fernando Filoni, Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, el 10 de junio de 2017 ha confirmado en el cargo de Director nacional de las Obras Misionales Pontificias en Irlanda, al p. Maurice Hogan, SSC. (SL) (Agencia Fides 30/08/2017)


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OCEANÍA/NUEVA ZELANDA - Confirmación en el cargo de Director nacional de las OMP, p. Bernardo Espiritu SVD

miércoles, 30 agosto 2017

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) – El Card. Fernando Filoni, Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, el 25 de abril de 2017 ha confirmado en el cargo de Director nacional de las Obras Misionales Pontificias en Nueva Zelanda durante otro quinquenio al p. Bernardo Espiritu, SVD. (SL) (Agencia Fides 30/08/2017)


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5:49:00 a.m.

AMÉRICA/CHILE - “Aquí estoy, envíame”: mes de la Biblia en clave misionera

Cech

Santiago (Agencia Fides) – Varios países de América Latina dedican el mes de septiembre, en el que se celebra la fiesta de San Jerónimo (30 de septiembre), a un encuentro personal y comunitario con la Sagrada Escritura. La iglesia chilena vivirá este tiempo en clave misionera: “se trata de crear las instancias para ponerse a la escucha de la Palabra para conocer más profundamente al Señor, renovar nuestra amistad con Él y disponernos para asumir su misión como nuestra propia misión” escribe Su Exc. Mons. Santiago Silva Retamales, Presidente de la Comisión nacional de animación bíblica de pastoral.
Según la información de la Conferencia Episcopal, recibida en la Agencia Fides, se proponen cuatro encuentros de Lectio Divina que presentan algunas imágenes vinculadas al seguimiento de Jesús, las cuales “nos invitan a reavivar nuestro compromiso misionero, para llevar la Buena Noticia del Evangelio a todos los rincones de nuestra patria, para que ella sea fuente que ilumina la transformación de nuestras realidades, invitándonos a vivir la caridad fraterna, en justicia, paz y alegría”. Se trata de seguir avanzando y profundizando en el proceso de convertirnos en una Iglesia “en salida” subraya Mons. Retamales.
“Aquí estoy, envíame” es el lema que nos invita a sentarnos a los pies del Señor durante este mes para escucharlo, acoger su Palabra en el corazón, dejarnos transformar por ella y disponernos para convertirnos en sus heraldos. “Son muchos los que necesitan hoy encontrar un nuevo sentido a sus vidas, son muchos los que hoy se sienten solos y abandonados, son muchos los que vienen de otros países para encontrar mejores oportunidades de trabajo y de vida en nuestro país. Acojámoslos con cariño compartiendo con ellos la Palabra de Dios que nos ofrece la vida en abundancia, la vida de Jesucristo”.
En el sitio de la Conferencia Episcopal de Chile está publicado varios subsidios, además de la guía para la Letio Divina, que se pueden utilizar para la animación del mes de la Biblia. (SL) (Agencia Fides 30/8/2017)


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