julio 2016

6:20:00 p.m.

VATICANO, 31 Jul. 16 (ACI).-
Como ya es costumbre, el Papa Francisco concedió una rueda de prensa en el vuelo en el que volvió de Cracovia a Roma luego de haber presidido la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) Cracovia 2016.

A continuación el texto completo de la conferencia de prensa:

P. Federico Lombardi: Santo Padre, muchas gracias por estar con nosotros al retorno de este viaje pese al temporal de esta tarde. Estamos todos muy felices y contentos. Como es costumbre le haremos algunas preguntas y estamos a su disposición.

Papa Francisco: Les agradezco su trabajo, su compañía. Quisiera darles mis condolencias por la muerte de Ana Maria Bianchini. Hoy he recibido a la hermana y los sobrinos de ella. Es una cosa triste de este viaje.

Quisiera agradecer al P. Lombardi y a Mauro porque este será el último viaje que hacen con nosotros. P. Lombardi en Radio Vaticana más de 25 años, y en los vuelos 10. Y Mauro 37 años encargado de los equipajes en el vuelo. Agradezco mucho al P. Lombardi y a Mauro. Y al final celebraremos con una torta. Estoy a su disposición, el viaje es breve.

Magdalena Volinska de Polonia: Santo Padre, en su primer discurso en Wavel, apenas llegó a Cracovia dijo que está contento de comenzar a conocer la Europa centro-oriental desde Polonia. ¿Cómo ha vivido este conocimiento, este viaje que ha comenzado en Polonia, qué le ha parecido?

Papa Francisco: Era una Polonia especial porque estaba invadida una vez más, pero esta vez de jóvenes. Cracovia, esto que he visto, la ha visto muy bella. La gente polaca muy entusiasta. Esta tarde, con la lluvia, los jóvenes y los ancianos estaban en las calles. Una bondad, una humildad. Yo conocí a algunos polacos que llegaron a trabajar donde estaba papá cuando era niño. He reencontrado esta bondad suya.

Ursula Redska de TV Polsat: Santo Padre, nuestros jóvenes se han quedado conmovidos con sus palabras que responden bien a su realidad. Usted usaba las expresiones propias del lenguaje joven. ¿Cómo se preparaba, cómo hacía para acercarse a su realidad?

Papa Francisco: Me gusta hablar con los jóvenes y me gusta escucharlos. Siempre me ponen en dificultad porque me dicen cosas que he pensado o que he pensado a medias. Los jóvenes son inquietos, creativos y de allí tomo el lenguaje y muchas veces debo preguntarles ¿qué cosa significa esto? Y ellos me explican.

Me gusta hablar con ellos: ellos son nuestro futuro y debemos dialogar. Es importante el diálogo entre el pasado y el futuro y por esto subrayo mucho el diálogo entre los jóvenes y los abuelos para dar también nuestra experiencia para que sientan el pasado, la historia, para retomarla y llevarla adelante con el coraje del presente como he dicho. Es importante.

No me gusta cuando escucho decir que los jóvenes dicen tonterías… pero nosotros también decimos muchas. Los jóvenes dicen tonterías y dicen cosas buenas, como nosotros, como todos, pero escucharlos, hablarnos, porque debemos aprender de ellos y ellos de nosotros.

Es así. Así aprendo estas palabras.

Marco Ansaldo, La Repubblica: Santidad, la represión en Turquía en los siguientes 15 días del intento de golpe según la totalidad de los observadores internacionales dicen que fue peor que ese hecho. Se dio en tres categorías. Se habla de más de 13 mil arrestados, de una purga. Anteayer el presidente turco ha dicho ante las críticas externas ha dicho que piensen en hacer las suyas. ¿Usted por qué hasta ahora no ha  intervenido, no ha hablado? ¿Teme alguna repercusión sobre la minoría católica?

Papa Francisco: Cuando he debido decir alguna cosa que no le gustaba a Turquía, pero de lo cual estaba seguro, lo he dicho y con las consecuencias que ustedes conocen. No he hablado ahora porque no estaba seguro todavía con las informaciones que he recibido sobre lo que sucede allí.

Escucho la información que llega a Secretaría de Estado, también de algunos analistas políticos importantes… Estoy estudiando la situación con los asesores de la Secretaría de Estado y la cosa aún no está clara.

Es cierto, siempre se debe evitar el mal a los católicos, esto todos lo saben, pero no al precio de la verdad. Está la virtud de la prudencia, se debe decir esto, cuando, como, pero en mi caso ustedes son testimonio de que cuando he debido decir algo referente a Turquía lo he dicho.

Frances D'Emilio de Associated Press: Buenas tardes. Mi pregunta es una que muchos hacen estos días porque ha salido a la luz en Australia que la policía australiana estaría indagando sobre nuevas acusaciones contra el Cardenal Pell y esta vez las acusaciones se refieren a abusos de menores que son muy distintas a las acusaciones anteriores. Entonces mi pregunta y que otros han hecho es, según usted, ¿Qué se debería hacer con el Cardenal Pell dada la grave situación y en un puesto tan importante y la confianza que usted le ha dado?

Papa Francisco: Gracias, las primeras noticias que llegaron eran confusas. Eran noticias de hace más de 40 años a las que ni siquiera la policía ha hecho caso en un primer momento. Una cosa confusa. Luego, todas las denuncias son enviadas a la justicia. En este momento están en manos de la justicia. Y no se debe juzgar antes que la justicia, ¿eh?

Si yo dijera un juicio a favor o en contra del Cardenal Pell no sería bueno porque sería un juicio antes. Es cierto… que está la duda y que está aquel principio del derecho claro. In dubio pro reo (Ndt: ante la duda a favor del reo), ¿no?

Pero debemos esperar la justicia y no hacer nosotros un juicio previo, un juicio mediático porque esto no ayuda. El juicio de los chismes y luego… No se sabe cómo resultará pero estar atentos a lo que decida la justicia. Una vez que la justicia hable, hablaré yo. Gracias.

Hernán Reyes, Telam: Santidad, ¿cómo está usted luego de la caída del otro día? Esperamos que bien. Esta es la primera pregunta y la segunda es que en la última semana el secretario general de UNASUR, Ernesto Samper, ha hablado de una mediación del Vaticano – Venezuela. ¿Es un diálogo concreto? ¿Es una posibilidad real esta y como piensa que esta mediación con la misión de la Iglesia puede ayudar a la estabilización del país?

Papa Francisco: Primero la caída, yo miraba a la Virgen y me olvidé de la escalinata. Estaba con el inciensario en la mano y allí cuando sentía que caía, me he dejado caer y esto me ha salvado, porque si hubiera puesto resistencia habría tenido consecuencias. Y nada, estoy fenomenal, estoy muy bien.

En segundo lugar, lo de Venezuela. Con Venezuela tuve hace dos años un encuentro con el Presidente Maduro muy positivo, luego él pidió audiencia el año pasado y era un domingo, al dia siguiente de la llegada de Sarajevo y luego él canceló eso porque estaba enfermo de otitis, no podía venir.

Luego de esto, dejé pasar esto un tiempo y le escribí una carta a él, Después hubo algunos contactos, tú has mencionado uno, de un eventual encuentro. Si, con las condiciones que se ponen en este caso,

Y se piensa en este momento, no estoy seguro ni puedo asegurarlo. ¿Está claro? No estoy seguro, pero creo que en el grupo de la mediación alguno, y no sé si el gobierno también, quiere un representante de la Santa Sede. Esto hasta el momento en que salí de Roma. Y las cosas han quedado allí. En ese grupo está Zapatero de España, Torrijos, y otro, tres, y un cuarto que se decía de la Santa Sede, pero de esto no estoy seguro.

Antoine Marie Izoarde, i.Media: Santo Padre, primero que nada quiero felicitarlo a usted, y al P. Lombardi y al P. Spadaro por la fiesta de San Ignacio. Si me permite, la pregunta es un poco difícil: los católicos están un poco en shock no solo en Francia luego del bárbaro asesinato del Padre Jacques Hamel que como bien sabe estaba en su iglesia mientras celebraba la Santa Misa. Hace cuatro días aquí nos dijo que todas las religiones quieren la paz. Pero este santo sacerdote de 86 años ha sido claramente asesinado en el nombre del islam. Entonces Santo Padre, tengo dos pequeñas preguntas. ¿Por qué cuando usted habla de estos eventos violentos habla siempre de terroristas pero nunca de islam, nunca utiliza la palabra islam, y luego otra sobre la oración y el diálogo, que obviamente son esencialísimos. ¿Qué iniciativa concreta puede proponer o sugerir para contrastar la violencia islámica. Gracias Santidad.

Papa Francisco: No me gusta hablar de violencia islámica, porque todos los días cuando leo los diarios, veo violencia, aquí en Italia, alguien que mata a la novia, otro que mata a la suegra. Y estos son católicos bautizados, son católicos violentos.

Si yo hablo de violencia islámica, debo hablar de violencia católica y no, los islámicos no todos son violentos, no todos los católicos son violentos.

Es como la macedonia, hay de todo. Hay violentos de esta religión… una cosa es verdad: creo que en casi todas las religiones hay un pequeño grupo fundamentalista Nosotros lo tenemos.

Cuando el fundamentalismo llega a matar, también se puede matar con la lengua -esto lo dice el Apóstol Santiago- y también con el cuchillo.

Creo que no es justo identificar al islam con la violencia. No es justo ni es verdad. He tenido un diálogo largo con el gran imán de la universidad Al Azhar, Sé cómo piensan ellos, buscan la paz, el encuentro.

El Nuncio de un país africano me decía que en la capital del país donde está siempre hay un buen grupo de gente, siempre está lleno en la puerta santa por el jubileo y algunos van a confesarse, católicos, otros van y rezan, pero la mayoría van a rezar al altar de la Virgen. Estos son musulmanes que quieren hacer el jubileo. Son hermanos.

Cuando estuve en Centroáfrica estuve con ellos, con el imán sali en el papamóvil. Se puede convivir.

Son grupitos fundamentalistas. Yo me pregunto, ¿cuántos jóvenes, que nosotros europeos, hemos dejado vacíos de ideales, que no tienen trabajo y van a la droga o el alcohol se juntan en grupos fundamentalistas?

Sí podemos decir que el así llamado ISIS, es un Estado Islámico que se presenta como violento, porque cuando se ve sus documentos de identidad. Este es un grupo fundamentalista que se llama ISIS.

No es verdad ni es justo que el Islam sea terrorista. El terrorismo está en todo lados, Piense en el terrorismo tribal de algunos países africanos. El terrorismo es también, pero no sé si decirlo porque es algo peligroso, el terrorismo crece cuando no hay otra opción, cuando al centro de la economía mundial está el dinero y no la persona, el hombre y la mujer, esto ya es el primer terrorismo.

Ignorar la maravilla de la creación, que es el hombre y la mujer, es un terrorismo de base contra toda la humanidad. Pensemos en eso.

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“Estoy fenomenal, muy bien”, dice Papa Francisco tras caída en Misa en Polonia https://t.co/YvP9Rwzyyk

— ACI Prensa (@aciprensa) 31 de julio de 2016

 


5:20:00 p.m.

VATICANO, 31 Jul. 16 (ACI).-
En el vuelo de retorno a Roma desde Cracovia, los periodistas volvieron a interrogar al Papa Francisco sobre el asesinato del P. Jacques Hamel a manos de dos terroristas del ISIS.

Esta pero esta vez le preguntaron por qué no habla de “violencia islámica” cuando ocurren este tipo de hechos cometidos por extremistas musulmanes sino que en vez de ello suele usar la palabra terrorismo.

A continuación la respuesta completa del Santo Padre en la rueda de prensa a bordo del avión en el que volvió a Roma:

No me gusta hablar de violencia islámica, porque todos los días cuando leo los diarios, veo violencia, aquí en Italia, alguien que mata a la novia, otro que mata a la suegra. Y estos son católicos bautizados, son católicos violentos.

Si yo hablo de violencia islámica, debo hablar de violencia católica y no, los islámicos no todos son violentos, no todos los católicos son violentos.

Es como la macedonia, hay de todo. Hay violentos de esta religión… una cosa es verdad: creo que en casi todas las religiones hay un pequeño grupo fundamentalista Nosotros lo tenemos.

Cuando el fundamentalismo llega a matar, también se puede matar con la lengua -esto lo dice el Apóstol Santiago- y también con el cuchillo.

Creo que no es justo identificar al islam con la violencia. No es justo ni es verdad. He tenido un diálogo largo con el gran imán de la universidad Al Azhar, Sé cómo piensan ellos, buscan la paz, el encuentro.

El Nuncio de un país africano me decía que en la capital del país donde está siempre hay un buen grupo de gente, siempre está lleno en la puerta santa por el jubileo y algunos van a confesarse, católicos, otros van y rezan, pero la mayoría van a rezar al altar de la Virgen. Estos son musulmanes que quieren hacer el jubileo. Son hermanos.

Cuando estuve en Centroáfrica estuve con ellos, con el imán sali en el papamóvil. Se puede convivir.

Son grupitos fundamentalistas. Yo me pregunto, ¿cuántos jóvenes, que nosotros europeos, hemos dejado vacíos de ideales, que no tienen trabajo y van a la droga o el alcohol se juntan en grupos fundamentalistas?

Sí podemos decir que el así llamado ISIS, es un Estado Islámico que se presenta como violento, porque cuando se ve sus documentos de identidad. Este es un grupo fundamentalista que se llama ISIS.

No es verdad ni es justo que el Islam sea terrorista.

El terrorismo está en todos lados, Piense en el terrorismo tribal de algunos países africanos. El terrorismo es también, pero no sé si decirlo porque es algo peligroso, el terrorismo crece cuando no hay otra opción, cuando al centro de la economía mundial está el dinero y no la persona, el hombre y la mujer, esto ya es el primer terrorismo.

Ignorar la maravilla de la creación, que es el hombre y la mujer, es un terrorismo de base contra toda la humanidad. Pensemos en eso.

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— ACI Prensa (@aciprensa) 31 de julio de 2016

 


5:20:00 p.m.

VATICANO, 31 Jul. 16 (ACI).-
El Papa Francisco habló hoy sobre sus acercamientos al gobierno de Venezuela y se refirió a la posible mediación de un representante de la Santa Sede en los diálogos entre el oficialismo y la oposición en medio de la grave crisis que afronta el país sudamericano.

Hace unos días el P. Federico Lombardi se refirió al tema y explicó que la Santa Sede no había recibido ningún pedido formal para la medicación.

En la rueda de prensa que concedió hoy a bordo del avión papal, el Pontífice se refirió al tema y explicó que hace dos años tuvo “un encuentro con el Presidente (Nicolás) Maduro muy positivo. Luego él pidió audiencia el año pasado y era un domingo, al dia siguiente de la llegada de Sarajevo y luego él canceló eso porque estaba enfermo de otitis, no podía venir”.

Tras la cancelación, prosiguió Francisco, “dejé pasar esto un tiempo y le escribí una carta a él. Después hubo algunos contactos (…) para un eventual encuentro. Si, con las condiciones que se ponen en este caso”.

El Papa dijo luego no estar seguro de que “en el grupo de la mediación alguno, y no sé si el gobierno también, quiere un representante de la Santa Sede. Esto hasta el momento en que salí de Roma”.

“Y las cosas han quedado allí. En ese grupo está Zapatero de España, Torrijos, y otro, tres, y un cuarto que se decía de la Santa Sede, pero de esto no estoy seguro”, reiteró.

El Papa se refirió a los tres mediadores que se han reunido con los representantes de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) de la oposición: José Luis Rodríguez Zapatero, exjefe del Gobierno español; Martín Torrijos, expresidente de Panamá; y el expresidente de República Dominicana, Leonel Fernández.

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— ACI Prensa (@aciprensa) 23 de julio de 2016

 


4:50:00 p.m.

VATICANO, 31 Jul. 16 (ACI).-
El Papa Francisco explicó que la caída que sufrió el jueves 29 de julio antes de comenzar la Misa que celebró en el Santuario de Czestochowa no tuvo mayores consecuencias y que está “fenómeno, muy bien”.

En la rueda de prensa que ofreció en el vuelo de retorno de Cracovia a Roma y al ser preguntado por la caída, el Santo Padre explicó que mientras avanzaba en el altar “yo miraba a la Virgen y me olvidé de la escalinata”.

“Estaba con el inciensario en la mano y allí cuando sentía que caía, me he dejado caer y esto me ha salvado, porque si hubiera puesto resistencia habría tenido consecuencias. Y nada, estoy fenómeno, estoy muy bien”, agregó.

El Papa celebró ese día los 1050 años del Bautismo de Polonia y gracias a la rápida reacción de sus asistentes y su impresionante fortaleza, el episodio no pasó de un susto.

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VIDEO: Aparatosa caída en Czestochowa no detuvo al Papa Francisco https://t.co/aIhG0zg5WF

— ACI Prensa (@aciprensa) 28 de julio de 2016

 


3:20:00 p.m.

(RV).- Dos multitudinarios encuentros marcaron la última jornada de la visita del Papa Francisco a Polonia, en ocasión de la celebración de la XXXI Jornada Mundial de la Juventud, en Cracovia.

El Pontífice celebró en la mañana de este domingo la Santa Misa por la Jornada Mundial de la Juventud en el Campus Misericordiae de Cracovia, ante un millón y medio de jóvenes y se despidió después del Arzobispado, en las primeras horas de la tarde, no sin antes saludar desde el balcón, con la sencillez y calidez que lo caracterizan, a los fieles reunidos para despedirlo.

Francisco no quiso dejar tierra polaca sin antes compartir, por la tarde, un momento con los voluntarios de la JMJ, 20 mil jóvenes que trabajaron en la organización del evento, no sólo en las dos últimas semanas de julio, sino también durante el periodo de preparación precedente. Durante ese encuentro Francisco saludó además a los integrantes del Comité Organizador y a los Benefactores de la JMJ.

Llegado al aeropuerto Internacional Juan Pablo II de Balice – Cracovia alrededor de las 19 horas, el Papa fue recibido por el Presidente de la República de Polonia y su esposa. Esperándolo estaba también presente un grupo de fieles con un coro.

A bordo del avión de la compañía aérea nacional LOT, el Pontífice dejó tierra polaca. Dos horas de vuelo y el Santo Padre llegará al Aeropuerto Internacional Leonardo Da Vinci de Fiumicino, en Italia.

Finaliza así el 15° Viaje Apostólico Internacional del Papa Francisco, en ocasión de la XXXI Jornada Mundial de la Juventud.

¡Lo esperamos Santo Padre!

(MCM-RV)

(from Vatican Radio)


12:52:00 p.m.

(RV).- Dos multitudinarios encuentros marcaron la última jornada de la visita del Papa Francisco a Polonia, en ocasión de la celebración de la XXXI Jornada Mundial de la Juventud.

El Pontífice celebró en la mañana de este domingo la Santa Misa por la Jornada Mundial de la Juventud en el Campus Misericordiae de Cracovia, ante un millón y medio de jóvenes y se despidió del Arzobispado de Cracovia, en las primeras horas de la tarde, no sin antes saludar desde el balcón, con la sencillez y calidez que lo caracterizan, a los fieles reunidos para despedirlo.

Finalmente, Francisco no quiso dejar tierra polaca sin antes compartir, por la tarde, un momento con los voluntarios de la JMJ, 20 mil jóvenes que trabajaron en la organización del evento, no sólo en las dos últimas semanas de julio, sino también durante el periodo de preparación precedente. Durante ese encuentro Francisco saludó además a los integrantes del Comité Organizador y los Benefactores de la JMJ.

Llegado al aeropuerto Internacional Juan Pablo II de Balice – Cracovia alrededor de las 19 horas, Francisco fue recibido por el Presidente de la República de Polonia y su esposa. Esperándolo estaba también presente un grupo de fieles con un coro.

A bordo del avión de la compañía aérea LOT, el Pontífice dejó tierra polaca. Dos horas de vuelo y el Santo Padre llegará al Aeropuerto Internacional Leonardo Da Vinci de Fiumicino, en Italia.

Finaliza así el 15° Viaje Apostólico Internacional del Papa Francisco, en ocasión de la XXXI Jornada Mundial de la Juventud.

¡Lo esperamos Santo Padre!

(MCM-RV)


12:50:00 p.m.

(ZENIT – Roma).- El avión de las lineas aéreas polacas que lleva a papa Francisco a Roma partió a las 19:30 horas locales hacia el aeropuerto Leonardo Da Vinci, en Fiumicino.

La aeronave de Polish Airlines que lleva a Papa despega hacia Roma

La aeronave de Polish Airlines que lleva a Papa despega hacia Roma

La aeronave de la Polish Airlines realiza un vuelo de casi dos horas recorriendo una distancia de unos 1.100 kilómetros y cruzando el espacio aéreo de Polonia, Eslovaquia, Austria e Italia.

Se calcula que el Papa a su llegada a Roma, antes de ir a la Ciudad del Vaticano pueda pasar a rezar por la iglesia de Santa María la Mayor, para agradecer a la Virgen Salus Populi Romani por su viaje, en un momento de no poca tensión internacional debido a los últimos atentados terroristas.

12:20:00 p.m.

(RV).- “Antes de regresar a Roma, siento el deseo de encontrarlos y, sobre todo, de dar las gracias a cada uno de vosotros por el esfuerzo, la generosidad y la dedicación con la que habéis acompañado, ayudado y servido a los miles de jóvenes peregrinos. Gracias también por vuestro testimonio de fe que, unido al de los muchísimos jóvenes de todo el mundo, es un gran signo de esperanza para la Iglesia y para el mundo. Al entregaros por amor de Cristo, han experimentado lo hermoso que es comprometerse con una causa noble”: con estas primeras palabras comenzó el discurso que el Papa Francisco dirigió a los 20 mil voluntarios reunidos en el “Tauron Arena”, el gran palacio deportivo de Cracovia, que colaboraron en la organización de la Jornada Mundial de la Juventud.

“Y así yo escribí este discurso, no sé si es bello o feo… cinco páginas” (aplausos) “Un poco aburrido. Lo entrego…” Y así, el Pontífice dejó de lado el discurso que había preparado y lo entregó para luego empezar a hablar en su lengua madre, el español. Y preguntó a los jóvenes: ¿Habló español? ¡Sí! Fue la respuesta unánime.

“Esto de preparar una Jornada Mundial de la Juventud es toda una aventura” comenzó diciendo. “Es meterse en una aventura y llegar.  Y llegar, servir, trabajar, hacer y después, despedirse. Primero, la aventura, la generosidad. Yo les quiero agradecer a ustedes, voluntarios, benefactores, todo lo que han hecho. Les quiero agradecer las horas de oración que han hecho, porque sé que esta jornada se amasó con mucho trabajo, pero con mucha la oración. ¡Gracias a los voluntarios que dedicaron tiempo a la oración para que podamos llevar adelante la cosa!”

Francisco agradeció luego a los sacerdotes, a las religiosas y a los consagrados “que los acompañaron”. “Y gracias a ustedes que se metieron en esta aventura con la esperanza de llegar adelante” agregó.

“El obispo – dijo después el Papa – cuando hizo la presentación, les dijo un “piropo”, les dijo un cumplido: ustedes son la esperanza del futuro”. “Y es verdad, pero con dos condiciones”, aclaró Francisco. Y preguntó: “¿quieren ser esperanza para el futuro o no?”

“La primera condición es tener memoria, preguntarme de dónde vengo, memoria de mi pueblo, de mi familia, memoria de toda mi historia” les dijo el Pontífice aludiendo al testimonio apenas dado por una voluntaria, cargado de memoria. “Un joven desmemoriado no es esperanza para el futuro! Aseguró. De ahí el consejo del Santo Padre: “Hablá con tus padres, con tus mayores, pero sobre todo, con tus abuelos”. “Recibí la antorcha de tu abuelo y de tu abuela”.

¿Me prometen que para preparar la JMJ de Panamá van a hablar con los abuelos? preguntó después. ¡Sí! Fue la respuesta.

“Ustedes son la esperanza del futuro, les dijo el Obispo” – prosiguió el Papa. Y se preguntó: “Si para el futuro soy esperanza y del pasado tengo memoria, me queda el presente…¿qué tengo que hacer en el presente?: “¡Tener coraje! ¡Ser valiente! ¡No asustarse!” aconsejó.

Francisco se refirió entontes al testimonio del “compañero nuestro a quien el cáncer le ganó”. “Ese joven ya no está acá – notó – pero ese joven sembró esperanza para el futuro”.

“Si tienen memoria y si tienen coraje, van a ser la esperanza del futuro” aseguró Francisco y les dijo: ¿Esta clarito todo?

Y entre aplausos, el Papa los bendijo y los invitó a rezar juntos un Ave María.

(María Cecilia Mutual – Radio Vaticano)

A continuación el texto del discurso entregado

Queridos voluntarios:

Antes de regresar a Roma, siento el deseo de encontraros y, sobre todo, de dar las gracias a cada uno de vosotros por el esfuerzo, la generosidad y la dedicación con la que habéis acompañado, ayudado y servido a los miles de jóvenes peregrinos. Gracias también por vuestro testimonio de fe que, unido al de los muchísimos jóvenes de todo el mundo, es un gran signo de esperanza para la Iglesia y para el mundo. Al entregaros por amor de Cristo, habéis experimentado lo hermoso que es comprometerse con una causa noble, y lo gratificante que es hacer, junto con tantos amigos y amigas, un camino fatigoso pero que paga el esfuerzo con la alegría y la dedicación con una riqueza nueva de conocimiento y de apertura a Jesús, al prójimo, a opciones de vida importantes.           

Como una manifestación de mi gratitud me gustaría compartir con vosotros un don que la Virgen María nos ofrece, y que hoy ha venido a visitarnos en la imagen milagrosa de Kalwaria Zebrzydowska, tan querida por san Juan Pablo II. En efecto, justo en el misterio evangélico de la Visitación (cf. Lc 1,39-45) podemos encontrar un icono del voluntariado cristiano. De él tomo tres actitudes de María y os las dejo, para que os ayuden a leer la experiencia de estos días y para avanzar en el camino del servicio. Estas actitudes son la escucha, la decisión y la acción.           

Primero, la escucha. María se pone en camino a partir de una palabra del ángel: «Tu pariente Isabel ha concebido un hijo en su vejez» (Lc 1,36). María sabe escuchar a Dios: no se trata de un simple oír, sino de escucha, hecha de atención, de acogida, de disponibilidad. Pensemos en todas las veces que estamos distraídos delante del Señor o de los demás, y realmente no escuchamos. María escucha también los hechos, los sucesos de la vida, está atenta a la realidad concreta y no se detiene en la superficie, sino que busca captar su significado. María supo que Isabel, ya anciana, esperaba un hijo; y en eso ve la mano de Dios, el signo de su misericordia. Esto sucede también en nuestras vidas: el Señor está a la puerta y llama de muchas maneras, pone señales en nuestro camino y nos llama a leerlas con la luz del Evangelio.           

La segunda actitud de María es la decisión. María escucha, reflexiona, pero también sabe dar un paso adelante: decide. Así ha sucedido en la decisión fundamental de su vida: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra» (Lc 1,38). Y también así en las bodas de Caná, cuando María se da cuenta del problema y decidió acudir a Jesús para que interviniera: «No tienen vino» (Jn 2,3). En la vida, muchas veces es difícil tomar decisiones y por eso tendemos a posponerlas, tal vez dejando que sean otros los que decidan por nosotros; o incluso preferimos dejarnos arrastrar por los acontecimientos, seguir la «tendencia» del momento; a veces sabemos lo que deberíamos hacer, pero no tenemos valor, porque nos parece demasiado difícil ir contracorriente… María no tiene miedo de ir contracorriente: con el corazón firme en la escucha, decide, asumiendo todos los riesgos, pero no sola, sino con Dios.       

Y, por último, la acción. María se puso en camino «de prisa…» (Lc 1,39). A pesar de las dificultades y de las críticas que pudo recibir, no se demora, no vacila, sino que va, y va «de prisa», porque en ella está la fuerza de la Palabra de Dios. Y su actuar está lleno de caridad, lleno de amor: esta es la marca de Dios. María va a ver a Isabel, no para que le digan que es buena, sino para ayudarla, para ser útil, para servir. Y en este salir de su casa, de sí misma, por amor, se lleva lo más valioso que tiene: Jesús, el Hijo de Dios, el Señor. Isabel lo comprende inmediatamente: «¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?» (Lc 1,43); el Espíritu Santo suscita en ella resonancias de fe y de alegría: «Pues, en cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre» (Lc 1,44).

También en el voluntariado todo servicio es importante, incluso el más sencillo. Y su sentido último es la apertura a la presencia de Jesús; la experiencia del amor que viene de lo alto es lo que pone en camino y llena de alegría. El voluntario de las Jornadas Mundiales de la Juventud no es sólo un «agente», es siempre un evangelizador, porque la Iglesia existe y actúa para evangelizar.

María, cuando acabó su servicio con Isabel, regresó a su casa, en Nazaret. Con delicadeza y sencillez, igual que ha venido se va. También vosotros, queridos jóvenes, no llegaréis a ver todo el fruto del trabajo realizado aquí en Cracovia, o durante los «hermanamientos». Lo descubrirán en sus vidas y se regocijarán por ello las hermanas y hermanos que habéis servido. Es la gratuidad del amor. Pero Dios conoce vuestra dedicación, vuestro compromiso y vuestra generosidad. Él ―podéis estar seguros― no dejará de recompensaros por todo lo que habéis hecho por esta Iglesia de los jóvenes, que estos días se ha reunido en Cracovia con el Sucesor de Pedro. Os encomiendo a Dios y a la Palabra de su gracia (cf. Hch 20,32); Os encomiendo a nuestra Madre, modelo de voluntariado cristiano; y os pido, por favor, que no os olvidéis de rezar por mí.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

(from Vatican Radio)


12:20:00 p.m.

El portavoz de la Conferencia Episcopal de Polonia, el padre Paweł Ryteł-Andrianik, ha dado este domingo, día de cierre de la Jornada Mundial de la Juventud, un balance y ha explicado el porqué.

Gracias a la manera directa del Papa, al entusiasmo de los jóvenes, y a la buena organización, las JMJ en las diócesis y en Cracovia han superado todas las expectativas. Podríamos decir que este ha evento sido uno de los más importantes en la historia polaca, larga de más de 1000 años. Por primera vez, un encuentro contó con la participación de jóvenes de más de 180 países.

“Jóvenes-sofá”–estas palabras, pronunciadas por el Papa Francisco en italiano y en polaco, expresan el hecho de que el tiempo que hoy estamos viviendo no necesita a personas que confunden la felicidad con la comodidad-sofá y la pereza. Sin duda, para muchos es más fácil y más rentable tener a jóvenes tontos y engañados, que confunden la felicidad con un canapé-sofá; para muchos, este es más conveniente que jóvenes inteligentes, quienes quieren responder a todas las aspiraciones del corazón. “Les pregunto : ¿Quieren ser jóvenes adormentados, embobados y atontados? ¿Quieren que otros decidan el futuro por ustedes? ¿Quieren ser libres?”, dijo el Papa Francisco a los jóvenes, animándoles dos veces a tomar el asunto en sus propias manos y no jubilarse a los 20 años.

El entusiasmo de la fe es una característica de las JMJ. En Cracovia, no ha sido fácil oír a la gente de habla polaca, porque las calles se han llenado con el canto de la gente de todo el mundo. Su entusiasmo, sus sonrisas y su alegría fueron compartidas por los habitantes de Cracovia, que mostraron su sentido de la hospitalidad, acogiendo generosamente a los peregrinos. En los encuentros con el Papa, podíamos sentir el ambiente familiar, el Santo Padre Francisco parecía un abuelo hablando con sus nietos.

Los jóvenes alababan la organización de la JMJ. Algunos participantes dijeron que el Campus Misericordiae en Brzegi fue la infraestructura más grande y mejor preparada de la historia de las JMJ. Apreciaron los esfuerzos del Estado y de la Iglesia, así como los de los voluntarios, para acoger de la mejor manera a los jóvenes provenientes del mundo entero.

Los Obispos de Polonia, junto con los jóvenes, están muy agradecidos al Santo Padre Francisco por haber escogido Polonia y Cracovia para estas JMJ, que han coincidido con la celebración del 1050º Aniversario del Bautismo de la Polonia y con el Jubileo de los Jóvenes en el Año de la Misericordia. La Santa Misa de despedida era como el envío de chispas de misericordia a todo el mundo. Los jóvenes han aceptado este reto con entusiasmo.

12:07:00 p.m.

(RV).- “Antes de regresar a Roma, siento el deseo de encontrarlos y, sobre todo, de dar las gracias a cada uno de vosotros por el esfuerzo, la generosidad y la dedicación con la que habéis acompañado, ayudado y servido a los miles de jóvenes peregrinos. Gracias también por vuestro testimonio de fe que, unido al de los muchísimos jóvenes de todo el mundo, es un gran signo de esperanza para la Iglesia y para el mundo. Al entregaros por amor de Cristo, han experimentado lo hermoso que es comprometerse con una causa noble”: con estas primeras palabras comenzó el discurso que el Papa Francisco dirigió a los 20 mil voluntarios reunidos en el “Tauron Arena”, el gran palacio deportivo de Cracovia, que colaboraron en la organización de la Jornada Mundial de la Juventud.

“Y así yo escribí este discurso, no sé si es bello o feo… cinco páginas” (aplausos) “Un poco aburrido. Lo entrego…” Y así, el Pontífice dejó de lado el discurso que había preparado y lo entregó para luego empezar a hablar en su lengua madre, el español. Y preguntó a los jóvenes: ¿Habló español? ¡Sí! Fue la respuesta unánime.

“Esto de preparar una Jornada Mundial de la Juventud es toda una aventura” comenzó diciendo. "Es meterse en una aventura y llegar.  Y llegar, servir, trabajar, hacer y después, despedirse. Primero, la aventura, la generosidad. Yo les quiero agradecer a ustedes, voluntarios, benefactores, todo lo que han hecho. Les quiero agradecer las horas de oración que han hecho, porque sé que esta jornada se amasó con mucho trabajo, pero con mucha la oración. ¡Gracias a los voluntarios que dedicaron tiempo a la oración para que podamos llevar adelante la cosa!"

Francisco agradeció luego a los sacerdotes, a las religiosas y a los consagrados “que los acompañaron”. “Y gracias a ustedes que se metieron en esta aventura con la esperanza de llegar adelante” agregó.

"El obispo – dijo después el Papa – cuando hizo la presentación, les dijo un “piropo”, les dijo un cumplido: ustedes son la esperanza del futuro". “Y es verdad, pero con dos condiciones”, aclaró Francisco. Y preguntó: “¿quieren ser esperanza para el futuro o no?"

“La primera condición es tener memoria, preguntarme de dónde vengo, memoria de mi pueblo, de mi familia, memoria de toda mi historia” les dijo el Pontífice aludiendo al testimonio apenas dado por una voluntaria, cargado de memoria. “Un joven desmemoriado no es esperanza para el futuro! Aseguró. De ahí el consejo del Santo Padre: “Hablá con tus padres, con tus mayores, pero sobre todo, con tus abuelos”. “Recibí la antorcha de tu abuelo y de tu abuela”.

¿Me prometen que para preparar la JMJ de Panamá van a hablar con los abuelos? preguntó después. ¡Sí! Fue la respuesta.

“Ustedes son la esperanza del futuro, les dijo el Obispo" – prosiguió el Papa. Y se preguntó: "Si para el futuro soy esperanza y del pasado tengo memoria, me queda el presente…¿qué tengo que hacer en el presente?: “¡Tener coraje! ¡Ser valiente! ¡No asustarse!” aconsejó.

Francisco se refirió entontes al testimonio del “compañero nuestro a quien el cáncer le ganó”. “Ese joven ya no está acá – notó – pero ese joven sembró esperanza para el futuro”.

“Si tienen memoria y si tienen coraje, van a ser la esperanza del futuro” aseguró Francisco y les dijo: ¿Esta clarito todo?

Y entre aplausos, el Papa los bendijo y los invitó a rezar juntos un Ave María.

(María Cecilia Mutual – Radio Vaticano)

A continuación el texto del discurso entregado

Queridos voluntarios:

Antes de regresar a Roma, siento el deseo de encontraros y, sobre todo, de dar las gracias a cada uno de vosotros por el esfuerzo, la generosidad y la dedicación con la que habéis acompañado, ayudado y servido a los miles de jóvenes peregrinos. Gracias también por vuestro testimonio de fe que, unido al de los muchísimos jóvenes de todo el mundo, es un gran signo de esperanza para la Iglesia y para el mundo. Al entregaros por amor de Cristo, habéis experimentado lo hermoso que es comprometerse con una causa noble, y lo gratificante que es hacer, junto con tantos amigos y amigas, un camino fatigoso pero que paga el esfuerzo con la alegría y la dedicación con una riqueza nueva de conocimiento y de apertura a Jesús, al prójimo, a opciones de vida importantes.           

Como una manifestación de mi gratitud me gustaría compartir con vosotros un don que la Virgen María nos ofrece, y que hoy ha venido a visitarnos en la imagen milagrosa de Kalwaria Zebrzydowska, tan querida por san Juan Pablo II. En efecto, justo en el misterio evangélico de la Visitación (cf. Lc 1,39-45) podemos encontrar un icono del voluntariado cristiano. De él tomo tres actitudes de María y os las dejo, para que os ayuden a leer la experiencia de estos días y para avanzar en el camino del servicio. Estas actitudes son la escucha, la decisión y la acción.           

Primero, la escucha. María se pone en camino a partir de una palabra del ángel: «Tu pariente Isabel ha concebido un hijo en su vejez» (Lc 1,36). María sabe escuchar a Dios: no se trata de un simple oír, sino de escucha, hecha de atención, de acogida, de disponibilidad. Pensemos en todas las veces que estamos distraídos delante del Señor o de los demás, y realmente no escuchamos. María escucha también los hechos, los sucesos de la vida, está atenta a la realidad concreta y no se detiene en la superficie, sino que busca captar su significado. María supo que Isabel, ya anciana, esperaba un hijo; y en eso ve la mano de Dios, el signo de su misericordia. Esto sucede también en nuestras vidas: el Señor está a la puerta y llama de muchas maneras, pone señales en nuestro camino y nos llama a leerlas con la luz del Evangelio.           

La segunda actitud de María es la decisión. María escucha, reflexiona, pero también sabe dar un paso adelante: decide. Así ha sucedido en la decisión fundamental de su vida: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra» (Lc 1,38). Y también así en las bodas de Caná, cuando María se da cuenta del problema y decidió acudir a Jesús para que interviniera: «No tienen vino» (Jn 2,3). En la vida, muchas veces es difícil tomar decisiones y por eso tendemos a posponerlas, tal vez dejando que sean otros los que decidan por nosotros; o incluso preferimos dejarnos arrastrar por los acontecimientos, seguir la «tendencia» del momento; a veces sabemos lo que deberíamos hacer, pero no tenemos valor, porque nos parece demasiado difícil ir contracorriente… María no tiene miedo de ir contracorriente: con el corazón firme en la escucha, decide, asumiendo todos los riesgos, pero no sola, sino con Dios.       

Y, por último, la acción. María se puso en camino «de prisa…» (Lc 1,39). A pesar de las dificultades y de las críticas que pudo recibir, no se demora, no vacila, sino que va, y va «de prisa», porque en ella está la fuerza de la Palabra de Dios. Y su actuar está lleno de caridad, lleno de amor: esta es la marca de Dios. María va a ver a Isabel, no para que le digan que es buena, sino para ayudarla, para ser útil, para servir. Y en este salir de su casa, de sí misma, por amor, se lleva lo más valioso que tiene: Jesús, el Hijo de Dios, el Señor. Isabel lo comprende inmediatamente: «¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?» (Lc 1,43); el Espíritu Santo suscita en ella resonancias de fe y de alegría: «Pues, en cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre» (Lc 1,44).

También en el voluntariado todo servicio es importante, incluso el más sencillo. Y su sentido último es la apertura a la presencia de Jesús; la experiencia del amor que viene de lo alto es lo que pone en camino y llena de alegría. El voluntario de las Jornadas Mundiales de la Juventud no es sólo un «agente», es siempre un evangelizador, porque la Iglesia existe y actúa para evangelizar.

María, cuando acabó su servicio con Isabel, regresó a su casa, en Nazaret. Con delicadeza y sencillez, igual que ha venido se va. También vosotros, queridos jóvenes, no llegaréis a ver todo el fruto del trabajo realizado aquí en Cracovia, o durante los «hermanamientos». Lo descubrirán en sus vidas y se regocijarán por ello las hermanas y hermanos que habéis servido. Es la gratuidad del amor. Pero Dios conoce vuestra dedicación, vuestro compromiso y vuestra generosidad. Él ―podéis estar seguros― no dejará de recompensaros por todo lo que habéis hecho por esta Iglesia de los jóvenes, que estos días se ha reunido en Cracovia con el Sucesor de Pedro. Os encomiendo a Dios y a la Palabra de su gracia (cf. Hch 20,32); Os encomiendo a nuestra Madre, modelo de voluntariado cristiano; y os pido, por favor, que no os olvidéis de rezar por mí.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


11:50:00 a.m.

(ZENIT – Madrid).- Este gran maestro de la vida espiritual, cuyo ejemplo ha movido a tantos a perseguir ala santidad, nació en Marianella, quinta cercana a Nápoles, Italia, el 27 de septiembre de 1696. Primogénito de siete hermanos, seguramente ni su padre, capitán de galeras del rey, ni su madre, perteneciente a la aristocracia, olvidaron el vaticinio de san Francisco de Jerónimo, quien al nacer el niño les advirtió que llegaría a ser obispo y que moriría longevo habiendo dado gloria a la Iglesia. Esta profecía del jesuita se cumplió rigurosamente. De manos de su madre Alfonso recibió la instrucción cristiana y la ejercitó junto a su familia con actos cotidianos de piedad. Su inteligencia era tal que a los 16 años, algo verdaderamente excepcional, se graduó por doble vía como doctor en derecho civil y canónico complementando así su gran preparación artística, científica y musical. No eran menos notables sus cualidades espirituales que desarrolló con religiosos de san Felipe Neri y con los padres filipenses.

Siendo flamante abogado, con una importante clientela, compareció en Nápoles ante un tribunal dando pruebas fehacientes de su conocida elocuencia. La fama y el éxito le precedían por su brillante capacidad para salir victorioso de todos los casos que defendió. Pero erró en el pleito que sostuvo contra el duque de Toscana debido a una vil escaramuza ajena a él. Permaneció sumido en llanto en su aposento, colgó la toga, cerró el bufete, puso su espada a los pies de María y se olvidó de la profesión. Las visitas al Hospital de Incurables y la lectura de vidas de santos, junto a la oración que realizaba ante el Santísimo expuesto en las Cuarenta Horas, fueron su único consuelo. Un día, mientas atendía a los enfermos, escuchó: «Deja el mundo y entrégate del todo a Mí», locución que se repitió cuando abandonaba el hospital. Antes había dejado al arbitrio de Dios la respuesta acerca de un matrimonio con la hija de un príncipe. Él le llamaba para sí y conmovido, manifestó: «Dios mío, demasiado he resistido a vuestra gracia; aquí me tenéis; haced de mí lo que queráis». Este fíat particular lo ratificó ante María y después lo comunicó a sus allegados. Su padre no entendía su decisión, y su madre se deshizo en lágrimas. Pero Alfonso, venciendo toda resistencia, lo cual no fue fácil, después de cursar los estudios correspondientes, en 1726 fue ordenado sacerdote cuando tenía 30 años. Su progenitor comenzó por negarle la palabra. Después, pensando en los honores que su hijo podía obtener, se reconcilió con él.

Sin perder tiempo comenzó la evangelización por los barrios marginales de Nápoles. Era un rayo de luz brillando en medio de la sordidez en la que muchos malvivían. Malhechores, prostitutas, los que carecían de lo elemental para sostenerse dignamente, rezaban de forma comunitaria y se familiarizaban con la Palabra de Dios bajo la dirección de Alfonso y de otros sacerdotes. Les animaba a vivir la santidad. Cuando llegó a oídos del arzobispo de Nápoles esta sorprendente labor, cómo daba a conocer la fe al aire libre logrando que trabajadores y personas de escasos recursos pudieran recibir esa gracia, autorizó que se reunieran en las capillas; así nacieron las famosas «capillas del Atardecer». Los jóvenes del lugar se fueron incorporando a la dirección de esta fecunda actividad.

Su anhelo era misionar en China (se había alojado en el Colegio de los Chinos), y morir allí por Cristo. Pero, agotado por su intensa actividad fue a Scala para recuperarse. Al tomar contacto con la gente del lugar y apreciar su deficiente formación religiosa, se sintió llamado a erigir una nueva fundación dirigida a las zonas rurales. El 9 de noviembre de 1732 con un grupo de sacerdotes fundó la Congregación del Santísimo Redentor. Tras muchas penalidades, en 1749 fue aprobada por Benedicto XIV. Paralelamente, y con el fin de proporcionar adecuada formación a los seminaristas, Alfonso comenzó a redactar tratados de Moral. Su obra se fue incrementando con más de un centenar de textos de espiritualidad y de teología universalmente reconocidos. Entre otros se hallan las Máximas Eternas, Las Glorias de María y la Práctica de amor a Jesucristo. Están escritos con un lenguaje sencillo y ameno, accesible para los que no tenían especial preparación.

Cristo, el evangelio y la oración, junto con su devoción por María, la meditación sobre los misterios de la Encarnación y de la Pasión fueron algunos de los pilares de su vida espiritual. Respecto a la oración, hizo notar: «Quien reza se salva». Aseguró también: «Dios no niega a nadie la gracia de la oración, con la que se obtiene la ayuda para vencer toda concupiscencia y toda tentación. Y digo, replico y replicaré siempre, durante toda mi vida, que toda nuestra salvación está en el rezar».

Designado obispo de Sant’Agata dei Goti, se negó en varias ocasiones a aceptar la misión, aunque finalmente fue consagrado en 1762. Los trece años de ejercicio pastoral tuvieron el sello de su exquisita caridad. En 1775 se retiró a Pagani, Salerno. Padecía una dolorosa artrosis deformante que mantenía su espalda curvada, y que se fue agudizando. Pasó años llenos de sufrimientos a todos los niveles, físicos y espirituales, algunos creados por el devenir de la congregación y otros muchos problemas internos. Hasta llegó a ser alejado de la Orden por voluntad de Pío VI en 1780, hecho que acogió con su proverbial sentido de unidad y respeto a la Sede Apostólica. Murió el 1 de agosto de 1787; tenía cerca de 91 años. Pío VII lo beatificó el 15 de septiembre de 1815. Gregorio XVI lo canonizó el 26 de mayo de 1839. En 1871 Pío XI lo proclamó doctor de la Iglesia. Y en 1950 Pío XII lo nombró patrono de los confesores y moralistas. Juan Pablo II dijo de él: «San Alfonso es una figura gigantesca no solo de la historia de la Iglesia, sino de la misma Humanidad».

11:37:00 a.m.

(RV).- “Antes de regresar a Roma, siento el deseo de encontrarlos y, sobre todo, de dar las gracias a cada uno de vosotros por el esfuerzo, la generosidad y la dedicación con la que habéis acompañado, ayudado y servido a los miles de jóvenes peregrinos. Gracias también por vuestro testimonio de fe que, unido al de los muchísimos jóvenes de todo el mundo, es un gran signo de esperanza para la Iglesia y para el mundo. Al entregaros por amor de Cristo, han experimentado lo hermoso que es comprometerse con una causa noble”: con estas primeras palabras comenzó el discurso que el Papa Francisco dirigió a los 20 mil voluntarios reunidos en el “Tauron Arena”, el gran palacio deportivo de Cracovia, que colaboraron en la organización de la Jornada Mundial de la Juventud.

“Y así yo escribí este discurso, no sé si es bello o feo…cinco páginas” (aplausos) “Un poco aburrido. Lo entrego…” Y así el Pontífice dejó de lado el discurso que había preparado, y lo entregó para luego empezar a hablar en su lengua madre, el español. Y preguntó a los jóvenes: ¿Habló español? ¡Sí! Fue la respuesta unánime.

“Esto de preparar una Jornada Mundial de la Juventud es toda una aventura” comenzó diciendo. Es meterse en una aventura y llegar.  Y llegar, servir, trabajar, hacer y después, despedirse. Primero, la aventura, la generosidad. Yo les quiero agradecer a ustedes, voluntarios, benefactores, todo lo que han hecho. Les quiero agradecer las horas de oración que han hecho, porque sé que esta jornada se amasó con mucho trabajo, pero con mucha la oración. ¡Gracias a los voluntarios que dedicaron tiempo a la oración para que podamos llevar adelante la cosa!

Francisco agradeció luego a los sacerdotes “que los acompañaron”, a las religiosas, a los consagrados. “Y gracias a ustedes que se metieron en esta aventura con la esperanza de llegar adelante” agregó.

El obispo, dijo después el Papa, cuando hizo la presentación, les dijo un “piropo”, les dijo un cumplido: ustedes son la esperanza del futuro. “Y es verdad, pero con dos condiciones”, aclaró Francisco. Y preguntó: “¿quieren ser esperanza para el futuro o no?

“La primera condición es tener memoria, preguntarme de dónde vengo, memoria de mi pueblo, de mi familia,  memoria de toda mi historia” les dijo el Pontífice aludiendo al testimonio apenas dado por una voluntaria, cargado de memoria. “Un joven desmemoriado no es esperanza para el futuro! Aseguró. De ahí el consejo del Santo Padre: “Hablá con tus padres, con tus mayores, pero sobre todo, con tus abuelos”. “Recibí la antorcha de tu abuelo y de tu abuela”.

¿Me prometen que para preparar la JMJ de Panamá van a hablar con los abuelos? preguntó después. ¡Sí! Fue la respuesta.

“Ustedes son la esperanza del futuro, les dijo el Obispo" – prosiguió el Papa. "Si para el futuro soy esperanza y del pasado tengo memoria, me queda el presente… qué tengo que hacer en el presente: “tener coraje, ser valiente, no asustarse”

Francisco se refirió entontes al testimonio del “compañero nuestro a quien el cáncer le ganó”. “Ese joven no está acá, pero ese joven sembró esperanza para el futuro”.

“Si tienen, memoria, y si tienen coraje, van a ser la esperanza del futuro” aseguró Francisco y les dijo: ¿Esta clarito todo?

Y entre aplausos, el Papa los bendijo y los invitó a rezar juntos un Ave María.

(María Cecilia Mutual – Radio Vaticano)

A continuación el texto del discurso entregado

Queridos voluntarios:

Antes de regresar a Roma, siento el deseo de encontraros y, sobre todo, de dar las gracias a cada uno de vosotros por el esfuerzo, la generosidad y la dedicación con la que habéis acompañado, ayudado y servido a los miles de jóvenes peregrinos. Gracias también por vuestro testimonio de fe que, unido al de los muchísimos jóvenes de todo el mundo, es un gran signo de esperanza para la Iglesia y para el mundo. Al entregaros por amor de Cristo, habéis experimentado lo hermoso que es comprometerse con una causa noble, y lo gratificante que es hacer, junto con tantos amigos y amigas, un camino fatigoso pero que paga el esfuerzo con la alegría y la dedicación con una riqueza nueva de conocimiento y de apertura a Jesús, al prójimo, a opciones de vida importantes.           

Como una manifestación de mi gratitud me gustaría compartir con vosotros un don que la Virgen María nos ofrece, y que hoy ha venido a visitarnos en la imagen milagrosa de Kalwaria Zebrzydowska, tan querida por san Juan Pablo II. En efecto, justo en el misterio evangélico de la Visitación (cf. Lc 1,39-45) podemos encontrar un icono del voluntariado cristiano. De él tomo tres actitudes de María y os las dejo, para que os ayuden a leer la experiencia de estos días y para avanzar en el camino del servicio. Estas actitudes son la escucha, la decisión y la acción.           

Primero, la escucha. María se pone en camino a partir de una palabra del ángel: «Tu pariente Isabel ha concebido un hijo en su vejez» (Lc 1,36). María sabe escuchar a Dios: no se trata de un simple oír, sino de escucha, hecha de atención, de acogida, de disponibilidad. Pensemos en todas las veces que estamos distraídos delante del Señor o de los demás, y realmente no escuchamos. María escucha también los hechos, los sucesos de la vida, está atenta a la realidad concreta y no se detiene en la superficie, sino que busca captar su significado. María supo que Isabel, ya anciana, esperaba un hijo; y en eso ve la mano de Dios, el signo de su misericordia. Esto sucede también en nuestras vidas: el Señor está a la puerta y llama de muchas maneras, pone señales en nuestro camino y nos llama a leerlas con la luz del Evangelio.           

La segunda actitud de María es la decisión. María escucha, reflexiona, pero también sabe dar un paso adelante: decide. Así ha sucedido en la decisión fundamental de su vida: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra» (Lc 1,38). Y también así en las bodas de Caná, cuando María se da cuenta del problema y decidió acudir a Jesús para que interviniera: «No tienen vino» (Jn 2,3). En la vida, muchas veces es difícil tomar decisiones y por eso tendemos a posponerlas, tal vez dejando que sean otros los que decidan por nosotros; o incluso preferimos dejarnos arrastrar por los acontecimientos, seguir la «tendencia» del momento; a veces sabemos lo que deberíamos hacer, pero no tenemos valor, porque nos parece demasiado difícil ir contracorriente… María no tiene miedo de ir contracorriente: con el corazón firme en la escucha, decide, asumiendo todos los riesgos, pero no sola, sino con Dios.       

Y, por último, la acción. María se puso en camino «de prisa…» (Lc 1,39). A pesar de las dificultades y de las críticas que pudo recibir, no se demora, no vacila, sino que va, y va «de prisa», porque en ella está la fuerza de la Palabra de Dios. Y su actuar está lleno de caridad, lleno de amor: esta es la marca de Dios. María va a ver a Isabel, no para que le digan que es buena, sino para ayudarla, para ser útil, para servir. Y en este salir de su casa, de sí misma, por amor, se lleva lo más valioso que tiene: Jesús, el Hijo de Dios, el Señor. Isabel lo comprende inmediatamente: «¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?» (Lc 1,43); el Espíritu Santo suscita en ella resonancias de fe y de alegría: «Pues, en cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre» (Lc 1,44).

También en el voluntariado todo servicio es importante, incluso el más sencillo. Y su sentido último es la apertura a la presencia de Jesús; la experiencia del amor que viene de lo alto es lo que pone en camino y llena de alegría. El voluntario de las Jornadas Mundiales de la Juventud no es sólo un «agente», es siempre un evangelizador, porque la Iglesia existe y actúa para evangelizar.

María, cuando acabó su servicio con Isabel, regresó a su casa, en Nazaret. Con delicadeza y sencillez, igual que ha venido se va. También vosotros, queridos jóvenes, no llegaréis a ver todo el fruto del trabajo realizado aquí en Cracovia, o durante los «hermanamientos». Lo descubrirán en sus vidas y se regocijarán por ello las hermanas y hermanos que habéis servido. Es la gratuidad del amor. Pero Dios conoce vuestra dedicación, vuestro compromiso y vuestra generosidad. Él ―podéis estar seguros― no dejará de recompensaros por todo lo que habéis hecho por esta Iglesia de los jóvenes, que estos días se ha reunido en Cracovia con el Sucesor de Pedro. Os encomiendo a Dios y a la Palabra de su gracia (cf. Hch 20,32); Os encomiendo a nuestra Madre, modelo de voluntariado cristiano; y os pido, por favor, que no os olvidéis de rezar por mí.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


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