Ciudad del Vaticano, 25 de junio de 2015 (Vis).-Una delegación de la B'nai B'rith International, ( en castellano ''Los Hijos de la Alianza''), la organización no gubernamental judía de carácter filantrópico -fundada en Estados Unidos en 1843- que combate el antisemitismo en todas sus formas y promueve los derechos humanos, ha sido recibida esta mañana en audiencia por el Papa Francisco. La B'nai B'rith estableció contactos con la Santa Sede a partir de la promulgación de la declaración conciliar Nostra Aetate, que, como recordó el Santo Padre ''constituyó un hito en el camino de la comprensión mutua y el respeto entre judios y católicos, sobre la base del gran patrimonio espiritual que, gracias a Dios, tenemos en común''.
Durante las últimas cinco décadas el diálogo entre la Iglesia católica y el judaísmo ha dado grandes pasos y sobre todo han crecido la confianza y el aprecio mutuo. También hay muchos ámbitos en los que judios y cristianos colaboran por el bien de la humanidad ''El respeto a la vida y a la creación, la dignidad humana, la justicia, la solidaridad -dijo el Papa- pueden vernos juntos en favor del desarrollo de la sociedad y para asegurar un futuro de esperanza a las generaciones venideras. En particular manera, estamos llamados a orar y trabajar juntos por la paz. Son muchos, por desgracia, los países y regiones del mundo que viven en una situación de conflicto - me refiero en particular a la Tierra Santa y a Oriente Medio - y que requieren un compromiso valiente por la paz. Una paz que no puede ser solamente deseada sino buscada y construida con paciencia y tenacidad con la participación de todos, especialmente de los creyentes''.
Francisco recordó con profunda gratitud a todos los que han trabajado en pro de la amistad entre judios y católicos y mencionó en particular a san Juan XXIII y san Juan Pablo II. ''El primero salvó a muchos judios durante la Segunda Guerra Mundial, los encontró varias veces y quiso fuertemente un documento conciliar sobre este argumento. Del segundo siguen vivos en nuestra memoria algunos gestos históricos como la visita a Auschwitz y al Templo Mayor de Roma. Sobre sus huellas, con la ayuda de Dios, quiero seguir caminando, alentado también por las hermosas experiencias de encuentro y amistad que viví en Buenos Aires'', terminó el Pontífice.
Publicar un comentario