(RV).- El Papa Francisco saludó de modo particular a los fieles de su diócesis a la hora del Ángelus de la solemnidad de santos Apóstoles Pedro y Pablo, Patronos de Roma. El Santo Padre recordó que si bien se trata de una solemnidad de la Iglesia universal, en la Ciudad Eterna se la vive con especial alegría, en reconocimiento al testimonio sellado con la sangre de estas dos columnas que vinieron desde lejos para anunciar el Evangelio a costa de su vida.
Tras recordar que la gloriosa herencia de estos dos Apóstoles es motivo de orgullo espiritual para Roma, Francisco afirmó que también es una llamada a vivir las virtudes cristianas, de modo particular la fe y la caridad. Y añadió que María – a la que se la invoca de modo especial como Salus Populi Romani – junto con Pedro y Pablo, son nuestros compañeros de viaje en la búsqueda de Dios. Son – dijo – nuestras guías en el camino de la fe y de la santidad.
El Obispo de Roma recordó asimismo que durante la celebración Eucarística de la mañana en la Basílica de San Pedro, bendijo los Palios de los Arzobispos Metropolitanos nombrados en el último año. Por esta razón renovó sus saludos y felicitaciones a todos ellos, con sus familiares y cuantos los acompañaron, manifestando su deseo de que el Palio, además de acrecentar los lazos de comunión con la Sede de Pedro, sea un aliciente para un servicio cada vez más generoso a las personas encomendadas a su celo pastoral.
Además, Francisco destacó que durante la liturgia tuvo el gusto de saludar a los Miembros de la Delegación que viajó a Roma en nombre del Patriarca Ecuménico Bartolomé I, que cada año participa en esta fiesta de los santos Pedro y Pablo. Y afirmó que su presencia es signo de los vínculos fraternos existentes entre nuestras Iglesias, por lo que invitó a rezar para que se refuerce entre nosotros el camino de la unidad.
Antes de invocar a la Madre de Dios, el Papa Bergoglio dijo la oración en este día es sobre todo por la ciudad de Roma, por su bienestar espiritual y material, para que la gracia divina sostenga a todo el pueblo romano, a fin de que viva en plenitud la fe cristiana, que testimoniaron con intrépido ardor los santos Pedro y Pablo.
Y en sus saludos a los numerosos fieles y peregrinos presentes en la Plaza de San Pedro, el Papa felicitó a los artistas que realizaron un hermoso adorno floral, al igual que a quienes organizaron un
tradicional espectáculo pirotécnico que tendrá lugar esta noche en Castel Sant’Angelo, cuya recaudación sostendrá una iniciativa caritativa en Tierra Santa y en los países de Oriente Medio.
(María Fernanda Bernasconi - RV).
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