VATICANO, 15 Ago. 18 (ACI Prensa).-
El Papa Francisco presidió el rezo del Ángelus en la solemnidad de la Asunción de María, y explicó la importancia de este día.
“La asunción en cielo, en alma y en cuerpo es un privilegio divino dado a la Santa Madre de Dios por su particular unión con Jesús. Se trata de una unión corporal y espiritual, iniciada desde la Anunciación y madurada en toda la vida de María a través de su participación singular al misterio del Hijo”.
Francisco explicó que “la existencia de la Virgen se ha desarrollado como la de una mujer común de su tiempo: oraba, gestionaba la familia y la casa, frecuentaba la sinagoga… pero cada acción diaria la hacía siempre en unión total con Jesús”.
El Papa añadió que en el Calvario “esta unión ha alcanzado el pináculo del amor, en la compasión y en el sufrimiento del corazón”. “Por eso Dios le ha donado una participación llena en la resurrección de Jesús”.
“El cuerpo de la Madre ha sido preservado de la corrupción, como el del Hijo”, añadió.
El Obispo de Roma dijo que este día la Iglesia “invita a contemplar este misterio que nos muestra que Dios quiere salvar al hombre por completo, alma y cuerpo”.
“La asunción de María, criatura humana, nos da la confirmación de nuestro destino glorioso”. “La resurrección de la carne es un elemento propio de la revelación cristiana, una piedra angular de nuestra fe”, añadió.
“La realidad estupenda de la Asunción de María manifiesta y confirma la unidad de la persona humana y nos recuerda que estamos llamados a servir y glorificar a Dios con todo nuestro ser, alma y cuerpo”.
El Papa comentó que “servir a Dios solo con el cuerpo sería una acción de esclavos; servirlo solo con el alma estaría en contraste con nuestra naturaleza humana”.
Francisco indicó que “nuestro destino, en el día de la resurrección, será similar al de nuestra Madre celeste”.
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