
La semana, llena de momentos de oración, escucha, diálogo, reflexión, celebración, ha tocado tres lugares en Camboya: Tangkok, tierra de los mártires de Camboya, ejemplos supremos de hermandad con Cristo; Phnom Penh, donde la atención se ha centrado en la construcción del espacio común de la ASEAN; Battambang, donde se ha celebrado la misa de clausura concelebrada por Mons. Ling y Mons. Olivier Schmitthaeusler, Vicario Apostólico de Phnom Penh.
Contactado por la Agencia Fides, Mons. Schmitthaeusler declara: “Las Iglesias de Laos y Camboya están unidas en la misma Conferencia Episcopal desde 1968, pero a los obispos no se les ha permitido reunirse durante muchos años. Ahora, cada año podemos reunirnos de forma alternada en Laos y Camboya. Son momentos importantes de intercambio, comprensión y comunión, en los que las iniciativas del programa conjunto, como la Jornada de la Juventud que hemos celebrado con gran alegría”.
Es muy importante, según el obispo, la atención a la ASEAN: “El mundo está cambiando rápidamente. El mercado común de la ASEAN está a las puertas. Pero este espacio ¿tendrá éxito si se construye sólo sobre cimientos políticos y económicos? Nosotros los católicos del sudeste asiático queremos hacer nuestra parte y contribuir a esta construcción, aportando la apertura del corazón, la fraternidad, el respeto a la dignidad de todo ser humano, para caminar juntos hacia la paz y la justicia. A este llamamiento los jóvenes han respondido con gran entusiasmo”.
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