Bangui - “He venido para dar testimonio de la compasión a mis hijos que están atravesando un momento difícil. He venido a decirles que el amor de Dios es más fuerte incluso dónde están, no deben cesar de predicar la paz en su ámbito”, ha dicho Su Exc. Mons. Dieudonné Nzapalainga, arzobispo de Bangui y presidente de la Conferencia Episcopal de Centro-áfrica que se ha reunido en la prisión central de Ngaragba, con dos líderes de la milicia anti-Balaka, Emoción Brice Namsio y Rodrigue Ngaïbona, este último más conocido como el General Andjilo.
Ambos fueron arrestados por posesión ilegal de armas. Las Milicias anti Balaka han luchado contra los ex rebeldes Seleka en la guerra civil Centro-africana. Ambos grupos están acusados de graves violaciones de los derechos humanos.
Emotion Brice Namsio, quien fue portavoz de los Anti-Balaka, ha declarado que “la visita de Mons. Nzapalainga ha sido una alegría para nosotros. Le damos las gracias infinitamente. Los habitantes de Centro-áfrica han sufrido demasiado. Debemos detener la violencia”.
Por su parte el general Andjilo ha manifestado su alegría porque “desde que estoy en la cárcel, no ha venido a verme nadie. Sólo Mons. Nzapalainga me ha visitado. Él es un padre para mí. Le doy las gracias”, y ha pedido a las autoridades centro-africanas que restauren la paz en el país.
Mons. Nzapalainga se ha reunido en varias ocasiones tanto con los ex milicianos anti Balaka como con los ex rebeldes Seleka como señal de reconciliación .
Ambos fueron arrestados por posesión ilegal de armas. Las Milicias anti Balaka han luchado contra los ex rebeldes Seleka en la guerra civil Centro-africana. Ambos grupos están acusados de graves violaciones de los derechos humanos.
Emotion Brice Namsio, quien fue portavoz de los Anti-Balaka, ha declarado que “la visita de Mons. Nzapalainga ha sido una alegría para nosotros. Le damos las gracias infinitamente. Los habitantes de Centro-áfrica han sufrido demasiado. Debemos detener la violencia”.
Por su parte el general Andjilo ha manifestado su alegría porque “desde que estoy en la cárcel, no ha venido a verme nadie. Sólo Mons. Nzapalainga me ha visitado. Él es un padre para mí. Le doy las gracias”, y ha pedido a las autoridades centro-africanas que restauren la paz en el país.
Mons. Nzapalainga se ha reunido en varias ocasiones tanto con los ex milicianos anti Balaka como con los ex rebeldes Seleka como señal de reconciliación .
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