Kuala Lumpur – El Estado Islámico, el grupo extremista que se está cobrando un gran número de víctimas en Oriente Medio, también causa temor en el sudeste asiático. En un país musulmán como Malasia, el Gobierno ha elaborado un nuevo proyecto de ley contra el terrorismo que se presentará ante el Parlamento en marzo e incluirá disposiciones que permitan el arresto sin necesidad de juicio y controles más estrictos de los datos que viajan a través de la web.
Según la información de la Agencia Fides, la nueva ley, si se aprueba, dará paso a la creación de un comité especial que podrá disponer la detención y el arresto de un sospechoso hasta un máximo de dos años. Además los movimientos de los ciudadanos podrán ser monitoreados con más cuidado: las disposiciones están dirigidas a aumentar los controles preventivos.
Según algunos activistas y abogados, la nueva ley limitaría aún más las libertades personales. “Ya hay leyes que permiten al gobierno el impedir a la gente salir del país para unirse a grupos terroristas”, afirma Andrew Khoo, que encabeza el Comité de Derechos Humanos del Consejo de Abogados de Malasia.
Desde abril de 2014, la policía de Malasia han detenido al menos a 36 personas sospechosas de militancia terrorista, que han estado en Siria e Iraq en grupos de combate.
El año pasado, el gobierno de Malasia presentó un “Libro blanco sobre el terrorismo” afirmando la necesidad urgente de tomar medidas a nivel legislativo y operativo “para contener la influencia del Estado Islámico en Malasia”. El proyecto de ley es una respuesta a esta amenaza. Malasia es un país que tiene una población al 98% musulmana.
Según la información de la Agencia Fides, la nueva ley, si se aprueba, dará paso a la creación de un comité especial que podrá disponer la detención y el arresto de un sospechoso hasta un máximo de dos años. Además los movimientos de los ciudadanos podrán ser monitoreados con más cuidado: las disposiciones están dirigidas a aumentar los controles preventivos.
Según algunos activistas y abogados, la nueva ley limitaría aún más las libertades personales. “Ya hay leyes que permiten al gobierno el impedir a la gente salir del país para unirse a grupos terroristas”, afirma Andrew Khoo, que encabeza el Comité de Derechos Humanos del Consejo de Abogados de Malasia.
Desde abril de 2014, la policía de Malasia han detenido al menos a 36 personas sospechosas de militancia terrorista, que han estado en Siria e Iraq en grupos de combate.
El año pasado, el gobierno de Malasia presentó un “Libro blanco sobre el terrorismo” afirmando la necesidad urgente de tomar medidas a nivel legislativo y operativo “para contener la influencia del Estado Islámico en Malasia”. El proyecto de ley es una respuesta a esta amenaza. Malasia es un país que tiene una población al 98% musulmana.
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