Tegucigalpa – En Honduras, el Estado ha decidido que los maestros que se jubilan no deben ser reemplazados. Por lo tanto más de un millón de niños no recibirán educación. La tendencia es cerrar las escuelas en los pueblos y aldeas donde no hay profesores y hacer que los estudiantes se desplacen a otro instituto, lo que hace más difícil su acceso a la educación. Según el vicepresidente del Colegio Profesional Unión Magistral de Honduras , a nivel nacional, se trata de una gran pérdida de oportunidades para muchos estudiantes que quedarán marginados con el riesgo de verse involucrados en bandas criminales. En Honduras, la Iglesia católica administra 77 escuelas infantiles, 43 escuelas primarias y 49 escuelas secundarias. La población supera los 8 millones de habitantes.
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