Juba - Un millón y cien mil personas desplazadas, la mitad de ellos niños. Miles de víctimas, 500 mil personas huidas al extranjero, tres millones en riesgo de hambruna. Es el dramático balance de los seis meses de guerra en Sudán del Sur. Al conflicto se suman las dramáticas consecuencias de la epidemia de cólera, de un año de lluvias e inundaciones, y la amenaza de la hambruna que afecta a una población ya agotada. Los niños son los que mayor riesgo corren: crece el número de niños desaparecidos y reclutados como soldados por los rebeldes y las fuerzas gubernamentales. El lunes 21 de julio se comenzó a disparar de nuevo. Un ataque de los rebeldes a la ciudad de Nasir ha violado el alto el fuego que llevaba en pie desde mayo. Nuevos enfrentamientos amenazan con agravar la situación de emergencia humanitaria en el país y aumentar de nuevo el número de refugiados de Sudán del Sur, a poco más de tres años desde su independencia. De acuerdo con el último informe de la OCHA, la agencia de la ONU para la coordinación de las operaciones humanitarias son 1.100.000 los desplazados internos, alrededor de 100 mil, la mayoría mujeres y niños Nuer, en diez campos dentro de las bases de misión de paz
Publicar un comentario