“Con Francisco el ecumenismo está recibiendo nuevos impulsos”

(ZENIT-Roma).- Han pasado 500 años del manifiesto de las 95 tesis de Martin Lutero en Wittenberg. En el 2017 las iglesias luterana y católica, por primera vez, celebran juntas la memoria de la Reforma y dan así un testimonio importante en el diálogo ecuménico.

Los esfuerzos de las dos partes para una exacta comprensión teológica y una mayor cooperación en las actividades sociales y caritativas han profundizado en los últimos años la confianza ecuménica recíproca hasta el punto que una celebración común de la “fiesta de Cristo” se ha hecho posible.

En esta entrevista con ZENIT, Jens-Martin Kruse, pastor de la comunidad cristiana evangélica-luterana de Roma, habla sobre el viaje del papa Francisco a Suecia y sobre la importancia del ecumenismo y las actividades de su comunidad en el ámbito de la memoria de la reforma.

Durante la rueda de prensa en el avión de regreso de Armenia, el papa Francisco respondió a una pregunta sobre la reforma. “Creo que las intenciones de Martín Lutero no eran equivocadas, era un reformador” […] ¿Le sorprendió la franqueza del papa en esta respuesta?
— Jens-Martin Kruse: El periodista Tilmann Kleinhung, que hizo al Papa esta pregunta, es miembro de nuestra comunidad, por lo tanto, este punto era particularmente importante para él. La respuesta del papa Francisco debe ser enmarcada en un ámbito más amplio. Cuando el Papa nos visitó el 15 de noviembre de 2015, realizó una predicación libre. Si se lee el texto de la predicación publicada en la página web del Vaticano, el texto que tenía preparado previamente, se ve que ya ha sido formulada una nueva comprensión de Martin Lutero. Allí decía: “Me parece también fundamental que la Iglesia católica lleve adelante con valentía la atenta y honesta re-valoración de las intenciones de la Reforma y de la figura de Martin Lutero, en el sentido de una “Ecclesia semper reformanda”, en el gran camino trazado por los Concilio, como también de hombres y mujeres, animados por la luz y la fuerza del Espíritu Santo. El reciente documento de la Comisión luterana-católica por la unidad, […], ha afrontado y realizado esta reflexión de forma prometedora”.

Esto demuestra que, ya hace un año, la mirada del papa Francisco estaba dirigida a la memoria de la Reforma. Su declaración es muy importante porque designa Lutero como reformador de una Iglesia que atraviesa una grave crisis. Es evidente que el papa Francisco está dando importantes impulsos a ambas iglesias, para que recuerden juntos a Martin Lutero, para reconocerlo como un maestro en común y para testimoniar el Evangelio juntos.

¿Se puede decir que el ecumenismo está recibiendo una bocanada de aire fresco y ha emprendido el vuelo?
— Jens-Martin Kruse: Es verdad y las condiciones externas han cambiado con el actual pontificado. Con el papa Francisco el ecumenismo ha recibido nuevos impulsos. Es evidente que el Papa no ahorra esfuerzos para acercarse a los otros; no espera, actúa él primero. Creo que puedo definirlo como el Papa más activo en el ecumenismo, especialmente si se mira al pasado. En 2008, cuando el EKF (Iglesia evangélica alemana) anunció el decenio luterano la situación inicialmente fue difícil. Luego se sucedieron eventos muy felices, tanto en la Iglesia evangélica con el obispo de Bedford-Strohm y en la católica con el cardenal Marx, ambos en gran sintonía, circunstancias que favorecen también la organización de la “fiesta de Cristo” juntos.

¿Por qué se ha elegido la denominación “fiesta de Cristo”?
— Jens-Martin Kruse: El obispo de Bedford-Strohm llama “fiesta de Cristo” la memoria de la reforma, desde el momento en el que Lutero se ha autoproclamado reformador, no fundador de la Iglesia y Cristo construye el centro de nuestra fe en común. Con esto, nuestro obispo ha formulado una idea ecuménicamente colegiable, así como demuestran las numerosas iniciativas ecuménicas que han surgido desde entonces y que testimonian la fe cristiana.

¿Qué significa “unidad”?
— Jens-Martin Kruse: La unidad se hace visible y tangible en las celebraciones comunes de culto. Los servicios de la Iglesia y de los encuentro son parte del ecumenismo espiritual, como sucederá en la fiesta de la Exaltación, prevista el 11 de marzo de 2017. En el ecumenismo vivido, por tanto en las obras sociales y caritativas, ya vivimos hoy la unidad. Con su viaje a la isla de Lesbos, el papa Francisco nos ha demostrado que podemos intensificar todavía esta obra. Ayudar a la gente en la necesidad significar dar testimonio de la caridad y la misericordia. Como consecuencia, el 31 de octubre, el programa se divide en una oración común y en el ecumenismo de la caridad, es decir en los servicios sociales y caritativos, en el estadio de Malmö. Al final, ambas iglesias firmarán una declaración, la cual reforzará también su experiencia y la sensación de ser una cosa sola.

¿Qué pueden hacer las dos iglesias, para no diluir esta sensación positiva?
— Jens-Martin Kruse: Actualmente estamos experimentando un viento cálido a nuestras espaldas, que nos da la valentía de ir adelante. El 1 de noviembre, la memoria de la reforma se convertirá en una realidad histórica, que será de gran ayuda para el ecumenismo. Es importante afrontar los problemas, como por ejemplo, los matrimonios mixtos, y comprometerse en el ecumenismo. El 2017 nos dará la posibilidad para reflexionar. No existe un solo motivo de resignación. Estamos viviendo un momento particular, que no se podía pensar hace años.

El viaje del papa Francisco en Georgia y  Azerbaiyán fue un paso importante en el diálogo ecuménico con la iglesia ortodoxa. ¿Usted cómo valora la obra del Papa?
— Jens-Martin Kruse: El papa Francisco prosigue su camino con sabiduría, no fuerza y no abandona a nadie. Deja espacio libre a los proyectos comunes que representan un paso decisivo para conocerse y para la aproximación mutua. En el proceso ecuménico ayuda siempre la oración común para encontrar el fortalecimiento a nivel espiritual con la voluntad del Espíritu Santo. Por eso, el 31 de octubre es un evento históricamente importante. Es el evento canónico de la suscripción común de la justificación, sucedida en 1999, un hito de dimensión histórico y mundial. Nuestra memoria de la Reforma en común es un signo de reconciliación en un mundo marcado por las guerras y la violencia.

¿Qué experiencia hará su comunidad el 31 de octubre?
— Jens-Martin Kruse: Nuestra comunidad iniciará la memoria de la Reforma el 30 de octubre con una misa ecuménica, en la que el cardenal Marx será nuestro invitado y abrirá el año de la Reforma en Roma. Ese gesto es un símbolo particular que muestra la importancia de Roma para el ecumenismo y el contexto ampliado del ecumenismo. El clima general es muy alentador y alegre; el cardenal Marx subrayará esto con su presencia el 30 de octubre.

Para nuestra comunidad el 2017 es importante bajo dos aspectos porque llegamos tanto a la memoria de 500 años de la Reforma, como al jubileo de los 200 años de la comunidad. Están previstos 75 eventos en total. El momento culminante será en la celebración de un día sobre la Reforma, que ha sido organizado para el 18 de enero del 2017, con documentos del Vaticano, como, por ejemplo, la bula de la excomunión de Martin Lutero.  Ese día, nos reuniremos con el papa Francisco durante la audiencia general. En Roma es posible vivir en una comunidad rica de un ecumenismo audaz e innovador con la realidad de un papa como Francisco.

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