Oración y testimonio común, pidiendo perdón por la división perpetrada: católicos y luteranos, hermanos en Cristo, los unos 'con' los otros 'en', 'para y con' el mundo
Conmemoración cristocéntrica de la Reforma en una era ecuménica y global
Al Reverendo Martín Junge, que es el Secretario General de la Federación Luterana Mundial, le pedimos que nos hable de la histórica cita en Suecia con el Papa Francisco:
«Bueno, nos entusiasma esta oportunidad de poder conmemorar conjuntamente la Reforma, hasta aquí nunca lo hemos hecho. Cuando lo hemos hecho, lo hemos hecho de una forma donde hemos enfatizado lo diferente, donde hemos caído en polémica. Y creo que éste ha sido el momento propicio para recoger todos los frutos de diálogos ecuménicos y de ponerlos sobre la mesa y de usarlos, en la forma en cómo vamos a conmemorar esta vez.
Al mismo tiempo, estamos recogiendo los frutos de comunidades ecuménicas: oraciones en todo el mundo que han mantenido viva la llama de la esperanza de que la unidad en el cuerpo de Cristo es posible.
Nos entusiasma este momento. Un momento histórico que nos coloca por una parte en una posición de cosechar lo que otros han hecho antes de nosotros.
Pero al mismo tiempo también nos llama a comprometernos con lo que aún tenemos que hacer, con lo que aún tenemos que trabajar conjuntamente para superar las diferencias y para que podamos ser uno como Cristo llamó a ser».
Cristo nos llama ser embajadores de reconciliación en un mundo fragmentado y herido
Esta cita de Suecia con el Papa Francisco afianza y se afianza en el Documento «Del Conflicto a la Comunión». Cincuenta años de intenso diálogo con anhelo de los hermanos que se quieren encontrar en Cristo, al Secretario General de la Federación Luterana Mundial, Martín Junge le preguntamos si quiere añadir un mensaje:
«Bueno, yo creo que el mensaje que nos alienta, el mensaje que nos carga es el que llevamos adelante en este momento es un mensaje de esperanza, de superar lo que nos divide para descubrir la unidad que tenemos en Cristo. Y, en segundo lugar, para mí muy importante en este mundo tan fragmentado, tan quebrado y tan herido, Cristo nos llama a ser embajadores de la reconciliación ¡Trabajemos en eso!»
(CdM – RV)
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