New Delhi – “Esta Navidad tenemos un peso enrome en el corazón por la violencia contra nuestras Iglesias en varias partes del país, especialmente en Chhattisgarh, Madhya Pradesh, Odisha, Uttar Pradesh y ahora en el territorio de la ciudad capital Delhi. La demolición de la iglesia de San Sebastiano en Delhi, así como otros incidentes de violencia selectiva, muestran desprecio no sólo a los sentimientos religiosos de nuestra comunidad, sino también hacia las garantías que están consagradas en la Constitución de la India”. Lo afirman los obispos y líderes cristianos de todas las denominaciones en una declaración emitida en Nueva Delhi y enviada a la Agencia Fides. El comunicado está firmado, entre otros, por Su Exc. Mons. Anil Couto, Arzobispo de Delhi, otros obispos, católicos, ortodoxos, protestantes, y por los líderes de la sociedad civil.
“Estos actos de violencia - explican - no son incidentes aislados. Son parte de una serie de acciones interconectadas por diversos actores no estatales. Muchos políticos han pedido leyes nacionales contra la conversión, medidas que afectan a las comunidades cristianas y musulmanas, aunque no se mencionan”.
Además, continúa el texto, “la campaña bien organizada, es una amenaza para la paz y la armonía nacional, también por altos miembros del Parlamento pertenecientes al partido gobernante, que pone en cuestión la identidad y el patriotismo de los diferentes las minorías religiosas en la India”, desacreditándolos y exponiéndolos a más violencia.
La declaración dice: “Mientras que el gobierno ha ganado las elecciones mediante la presentación de una plataforma de 'desarrollo y del buen gobierno', los grupos radicales ven aprobado su programa de odio y nacionalismo religioso. Es un flagrante intento de sabotear la Constitución de la India, que garantiza la libertad de cada ciudadano indio de profesar, practicar y propagar su religión”.
Los líderes señalan que las medidas, paradójicamente llamadas “Leyes por la libertad religiosa”, en vigor en varios estados de la India, de hecho han limitado y “se han utilizado contra las minorías, dando a la policía el poder de interrumpir, detener y castigar sacerdotes, religiosos y religiosas”.
Los obispos han enviado un memorándum al gobierno que enumera varios episodios “que representan la hostilidad y la discriminación que sufren los cristianos en toda la India”. Se narran casos de “boicot social” ; agresión física ; profanación de edificios religiosos.
El texto enviado a la Agencia Fides, concluye: “La India es una tierra donde las diferentes creencias religiosas siempre han convivido juntas. Los padres fundadores se han comprometido a garantizar que los derechos de todos sean protegidos independientemente de su religión, sexo o casta. Esperamos y rezamos para que esta discriminación y la violencia selectiva sean detenidas gracias a una fuerte voluntad política de las instituciones civiles y políticas”.
“Estos actos de violencia - explican - no son incidentes aislados. Son parte de una serie de acciones interconectadas por diversos actores no estatales. Muchos políticos han pedido leyes nacionales contra la conversión, medidas que afectan a las comunidades cristianas y musulmanas, aunque no se mencionan”.
Además, continúa el texto, “la campaña bien organizada, es una amenaza para la paz y la armonía nacional, también por altos miembros del Parlamento pertenecientes al partido gobernante, que pone en cuestión la identidad y el patriotismo de los diferentes las minorías religiosas en la India”, desacreditándolos y exponiéndolos a más violencia.
La declaración dice: “Mientras que el gobierno ha ganado las elecciones mediante la presentación de una plataforma de 'desarrollo y del buen gobierno', los grupos radicales ven aprobado su programa de odio y nacionalismo religioso. Es un flagrante intento de sabotear la Constitución de la India, que garantiza la libertad de cada ciudadano indio de profesar, practicar y propagar su religión”.
Los líderes señalan que las medidas, paradójicamente llamadas “Leyes por la libertad religiosa”, en vigor en varios estados de la India, de hecho han limitado y “se han utilizado contra las minorías, dando a la policía el poder de interrumpir, detener y castigar sacerdotes, religiosos y religiosas”.
Los obispos han enviado un memorándum al gobierno que enumera varios episodios “que representan la hostilidad y la discriminación que sufren los cristianos en toda la India”. Se narran casos de “boicot social” ; agresión física ; profanación de edificios religiosos.
El texto enviado a la Agencia Fides, concluye: “La India es una tierra donde las diferentes creencias religiosas siempre han convivido juntas. Los padres fundadores se han comprometido a garantizar que los derechos de todos sean protegidos independientemente de su religión, sexo o casta. Esperamos y rezamos para que esta discriminación y la violencia selectiva sean detenidas gracias a una fuerte voluntad política de las instituciones civiles y políticas”.
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