Jerusalén – Los niños de todo el mundo en Navidad “sueñan con una maravillosa fiesta, regalos, luces, árboles decorados y pesebres”. Sin embargo, “todo es falso, porque el mundo sigue haciendo la guerra”. La “Tercera Guerra Mundial a pedazos”, de la que habla a menudo el Papa Francisco, y que “tiene lugar ante nuestros ojos, en nuestras regiones”. Así escribe el patriarca latino de Jerusalén, Fouad Twal en su mensaje de Navidad, presentado esta mañana en rueda de prensa en Jerusalén, en la sede del Patriarcado Latino. La misma Tierra Santa – comenta el Patriarca – es presa de nuevo del “círculo vicioso de la violencia sangrienta”. Un mecanismo perverso que S. B Twal atribuye, al menos en parte, a la responsabilidad de los líderes israelíes y palestinos: “¡Basta de reenviar, basta con las vacilaciones y los falsos pretextos! Respetad las resoluciones internacionales, escuchad la voz de vuestros pueblos que desean la paz y actuad en su interés”, se lee en el mensaje, enviado a la Agencia Fides.
La violencia que sufren las poblaciones de Tierra Santa son comparadas por el Patriarca a las similares sufridas por otros pueblos, en un mundo acosado por los conflictos y el terrorismo. “Estas terribles guerras” se lee en el mensaje patriarcal “están alimentadas por el comercio de armas, que ve involucradas a muchas potencias internacionales”. Un escenario frente al cual “la respuesta militar y el uso de la fuerza no pueden resolver los problemas de la humanidad”. Según el Patriarca se deben “encontrar cuáles son las causas y las raíces de este flagelo, y abordarlas. Hay que luchar contra la pobreza y la injusticia, que pueden constituir un terreno fértil para el terrorismo y, al mismo tiempo, hay que promover la educación a la tolerancia y a la aceptación de los demás”.
Precisamente por esto, el “camino de la misericordia” sugerido a todos por el Papa Francisco, con la apertura del Año Jubilar, representa una respuesta llena de sugerencias, en particular en el ámbito social y geopolítico. “La Misericordia”, subraya el Patriarca Twal, no se limita a los informes individuales, sino que también abarca todos los ámbitos de la vida pública”. Y “cuando la misericordia se convierte en un componente de la acción pública, entonces se puede conducir el mundo de la esfera de los intereses egoístas al de los valores humanos”. Para ello – apunta el Patriarca, “La misericordia es un acto político por excelencia, con la condición de considerar la política en su sentido más noble, es decir, hacerse cargo de la familia humana”.
En su mensaje de Navidad, S. B Twal invita a vivir el Año de la Misericordia visitando Tierra Santa. Los peregrinos – asegura el Patriarca – “no debe tener miedo de venir. A pesar de la tensa situación, en esta tierra, sus rutas no tienen peligros”. Al mismo tiempo, la situación actual sugiere que se limiten los aspectos más llamativos de las celebraciones de Navidad, “en favor de una profundización de su significado espiritual. Por esta razón – sugiere el Patriarca-, “invitamos a cada parroquia a apagar las luces del árbol de Navidad durante 5 minutos, como signo de solidaridad con todas las víctimas de la violencia y del terrorismo. Del mismo modo, la Misa de Navidad se ofrecerá por las víctimas y sus familias, para que puedan tomar retomar el coraje y tener parte en la alegría y la paz de la Navidad”. .
Publicar un comentario