REFLEXIONES EN FRONTERA, jesuita Guillermo Ortiz
“Podemos decir que la vida de la familia es un conjunto de pequeños y grandes peregrinajes”, expresó Francisco que -con la imagen de José y María que peregrinan con Jesús de 12 años al Templo de Jerusalén-, invitó en el Jubileo de las Familias, el 27 de diciembre, a realizar estos pequeños gestos, como aquel de la oración antes de sentarse a la mesa, porque forman parte del “gran papel formativo que la familia desempeña en el peregrinaje de todos los días”.
“En estos días, muchos se han puesto en camino para llegar a la Puerta Santa abierta en todas las catedrales del mundo y también en tantos santuarios-dijo. Pero lo más hermoso que hoy pone de relieve la Palabra de Dios es que la peregrinación la hace toda la familia. Papá, mamá y los hijos, van juntos a la casa del Señor para santificar la fiesta con la oración… Podemos decir que la vida de la familia es un conjunto de pequeños y grandes peregrinajes”.
“Qué importante es para nuestras familias peregrinar juntos, caminar juntos para alcanzar una misma meta”, expresó Francisco. “Un camino donde nos encontramos con dificultades, pero también con momentos de alegría y de consuelo. En esta peregrinación de la vida compartimos también el tiempo de oración. Encomiendo a ustedes, queridas familias, este peregrinaje doméstico de todos los días, esta misión tan importante, de la que el mundo y la Iglesia tienen más necesidad que nunca”.
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