Seúl – Son los laicos, no el clero, que tienen la responsabilidad de administrar y participar directamente en la política: lo confirma en un comunicado enviado a la Agencia Fides, el Arzobispo de Seúl, Su Exc. Mons. Andrew Yeom Soo-jung, para apagar la polémica desatada entre un sacerdote y el presidente de Corea del Sur, Parc Geun-hye. El 22 de noviembre, de hecho, la “Asociación de sacerdotes católicos por la justicia”, en la Diócesis de Jeonju, celebrando una misa, pidió la renuncia del presidente de Corea en el cargo.
El sacerdote Padre Park Chang-shin, miembro de la Asociación, en su homilía exhortó al President Park a dimitir después de las denuncias de haber manipulado las agencias del gobierno, tales como los Servicios Secretos, para conducir las elecciones presidenciales de diciembre de 2012. También dijo que era “razonable para Corea del Norte atacar la isla de Yeonpyeong”, despertando escalpor en todo el país. En los días sucesivos la polémica ha sacudido a la nación. El President Park Geun-hye ha respondido públicamente, criticando agudamente al sacerdote y a la Iglesia. La comunidad católica en Corea ha comenzó a recibir ataques de partidos y militantes de extrema derecha. Ha habido incluso una alarma de ataque falso en la Catedral de Myeongdong en Seúl, que ha creado una fuerte agitación entre los fieles.
Según lo informado a la Agencia Fides, durante la misa de clausura del Año de la Fe, el 24 de noviembre pasado, el Arzobispo de Seúl, Mons. Yeom Soo-jung, tuvo la oportunidad de intervenir, explicando que “los cristianos tienen la obligación de participar en la política”, pero especificando que se trata de una tarea primordial de los laicos. El arzobispo citó las palabras del Santo Padre en las que exhorta a los cristianos a “involucrarse en la política, porque la política es una de las formas más elevadas de la caridad, porque busca el bien común”. Pero incluso en este campo, “la tarea de un sacerdote es la asistencia espiritual y moral a los fieles laicos a través de la Palabra y los Sacramentos”. Mons. Yeom recordó el Catecismo de la Iglesia Católica, al explicar que “no es papel de los pastores de la Iglesia intervenir directamente en la organización política y la vida social”.
“Tenemos que recorrer el camino de la verdad, el bien común y la convivencia pacífica con otras personas”, dijo. “En lugar de la división y contradicción - concluyó - debemos buscar la reconciliación, la comprensión, el perdón y el amor”.
El sacerdote Padre Park Chang-shin, miembro de la Asociación, en su homilía exhortó al President Park a dimitir después de las denuncias de haber manipulado las agencias del gobierno, tales como los Servicios Secretos, para conducir las elecciones presidenciales de diciembre de 2012. También dijo que era “razonable para Corea del Norte atacar la isla de Yeonpyeong”, despertando escalpor en todo el país. En los días sucesivos la polémica ha sacudido a la nación. El President Park Geun-hye ha respondido públicamente, criticando agudamente al sacerdote y a la Iglesia. La comunidad católica en Corea ha comenzó a recibir ataques de partidos y militantes de extrema derecha. Ha habido incluso una alarma de ataque falso en la Catedral de Myeongdong en Seúl, que ha creado una fuerte agitación entre los fieles.
Según lo informado a la Agencia Fides, durante la misa de clausura del Año de la Fe, el 24 de noviembre pasado, el Arzobispo de Seúl, Mons. Yeom Soo-jung, tuvo la oportunidad de intervenir, explicando que “los cristianos tienen la obligación de participar en la política”, pero especificando que se trata de una tarea primordial de los laicos. El arzobispo citó las palabras del Santo Padre en las que exhorta a los cristianos a “involucrarse en la política, porque la política es una de las formas más elevadas de la caridad, porque busca el bien común”. Pero incluso en este campo, “la tarea de un sacerdote es la asistencia espiritual y moral a los fieles laicos a través de la Palabra y los Sacramentos”. Mons. Yeom recordó el Catecismo de la Iglesia Católica, al explicar que “no es papel de los pastores de la Iglesia intervenir directamente en la organización política y la vida social”.
“Tenemos que recorrer el camino de la verdad, el bien común y la convivencia pacífica con otras personas”, dijo. “En lugar de la división y contradicción - concluyó - debemos buscar la reconciliación, la comprensión, el perdón y el amor”.
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