«Espero realmente que sea una reforma del Espíritu. Por supuesto, las estructuras deben ser reformadas para ser cada vez más reflejo del Evangelio y para ser aún más eficaces en el ejercicio concreto del servicio que deben brindar, pero lo importante es que – como nos pide el Papa – nos encaminemos todos en esta dimensión de renovación personal - para usar una palabra cristiana - de conversión continua».
Respondiendo a la pregunta sobre qué significa para la Iglesia este pontificado y cuál es la esperanza, Mons. Parolin reiteró la dimensión misionera y el estilo del Papa Francisco:
«Yo creo que la esperanza es realmente que el Evangelio pueda llegar a todas las personas: esta dimensión misionera que se ha subrayado también hoy, que es fundamental en las palabras y en el estilo del Papa Francisco, y proviene también de América Latina. La Conferencia de Aparecida ha destacado precisamente esta dimensión misionera de la Iglesia, la necesidad de salir hacia las periferias, de llegar a todos, y de llevar a todos la riqueza de la alegría del Evangelio. Esto también es muy hermoso y es la nota dominante de la Evangelii Gaudium. Por lo que el Evangelio es alegría y nosotros estamos invitados a alegrar al mundo llevando esta Buena Noticia».
Con respecto a la Conferencia de Ginebra sobre Siria, mons. Parolin siempre respondiendo a los periodistas, dijo que se espera que se superen los obstáculos y se puede encontrar una solución.
(CdM – RV)
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