Ciudad del Vaticano, 22 de diciembre 2013 (VIS).-El Santo Padre visitó ayer tarde a los niños y niñas pacientes del Hospital Pediátrico del Niño Jesús (Bambin Gesú), en la sede del Gianicolo romano. Propiedad de la Santa Sede, es el más grande policlínico y centro de investigación pediátrica en Europa. En el Bambin Gesú trabajan alrededor de 2.600 personas entre médicos, investigadores, enfermeros, técnicos de hospital y empleados. Más de un millón de personas son atendidas cada año, mientras que los ingresos rondan los 27.000 y las intervenciones quirúrgicas se cifran en 25.000, las urgencias atendidas son 71.000.
El hospital nació en 1869 como primer hospital pediátrico italiano gracias a la iniciativa de los duques Salviati y fue entregado a la Santa Sede en 1924. Se le suele llamar “el hospital del Papa” y con su visita, Francisco se suma a una tradición muy querida por sus predecesores e inaugurada por Juan XXIII en 1958.
Cuatro mil personas esperaban en la puerta del hospital a Francisco, a quien acompañaban el arzobispo Pietro Parolin, Secretario de Estado y su antecesor en el cargo, el cardenal Tarcisio Bertone. El Papa pasó casi tres horas con los niños y sus familiares renunciando a pronunciar el discurso que había preparado para transcurrir más tiempo con los pequeños pacientes y visitar todos los departamentos del Niño Jesús, como el de Terapia Intensiva que acoge a una decena de niños recién nacidos o de pocos meses, el de Reanimación y el de Nefrología.
Poco antes de las 17.00 el Papa llegó a la capilla donde se habían reunido una treintena de niños afectados por tumores junto a sus padres. En la capilla había una cesta llena de folios donde los pacientes del hospital habían escrito sus “sueños y oraciones”.
“Os doy las gracias a todos por vuestros sueños y vuestras oraciones que habéis recogido en esta cesta y me habéis dado -dijo el Santo Padre- ¡Muchas gracias!. Los presentamos juntos a Jesús: El los conoce mejor que nadie; El conoce lo que está dentro de nuestros corazones. Especialmente con vosotros, niños, Jesús tiene un lazo especial, está siempre cerca de vosotros. Ahora, vamos a rezar juntos una oración a la Virgen ante esta hermosa imagen: la Virgen con Jesús”.
Después de rezar el Ave María, el Papa bendijo a todos los presentes y, en lugar de pronunciar el discurso previsto, prosiguió la visita del hospital, deteniéndose a hablar con cuantos atestaban pasillos y habitaciones. También habló con los padres y madres del grupo “Niños en el cielo”, es decir aquellos que han perdido a sus hijos. Una de esas madres regaló al Papa un ángel como símbolo de los niños que ahora recuerdan y, el presidente del Niño Jesús, Giusppe Profitti, “regaló” al Obispo de Roma una estructura nueva, un proyecto de acogida para madres e hijos en dificultades, en colaboración con Caritas Diocesana.
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