Abuja - “No hay manera de prevenir este tipo de atentados. No se puede bloquear una ciudad como Abuja con controles por todas partes” dice a Fides Su Eminencia el Cardenal John Olorunfemi Onaiyekan, Arzobispo de Abuja, la capital federal de Nigeria, donde ayer explotó una bomba en un centro comercial causado la muerte de 21 personas. El atentado no ha sido reivindicado pero se sospecha que lo han cometido los fundamentalistas islámicos de Boko Haram, que en los últimos días han sido responsables del secuestro de 90 jóvenes, entre niñas, chicas, chicos y niños, después de la redada en algunos pueblos en el norte del país. El grupo ya había secuestrado a otras 200 chicas en su escuela en abril. “Tenemos que tratar de disuadir a los autores para que no continúen cometiendo estos crímenes”, dice el cardenal Onaiyekan. “Espero que el gobierno tome este camino, porque la única manera de detener este tipo de ataques es evitar que la gente se mueva libremente, con puntos de control frecuencia a lo largo de las carreteras. Esto es claramente imposible, porque se generaría el caos en Abuja. Incluso ahora, cuando se refuerzan los controles, las personas se quejan de las colas y las demoras de movimiento que provocan”.
El cardenal indica el camino del diálogo para detener la violencia: “En Nigeria, hemos vivido durante muchos años en paz, sin ataques. Por tanto, es necesario entender las causas de la violencia. Me doy cuenta de que no es fácil en el plano político, pero debemos estar preparados para discutir con los que cometen estos actos violentos”.
El cardenal indica el camino del diálogo para detener la violencia: “En Nigeria, hemos vivido durante muchos años en paz, sin ataques. Por tanto, es necesario entender las causas de la violencia. Me doy cuenta de que no es fácil en el plano político, pero debemos estar preparados para discutir con los que cometen estos actos violentos”.
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