Ankawa – Ha comenzado este martes, 24 de junio con la celebración de la Misa presidida por el patriarca Louis Raphael I Sako, el Sínodo anual de la Iglesia caldea, en la ciudad de Ankawa, a pocos kilómetros de Erbil, Kurdistán iraquí. Durante la misa los obispos caldeos y todos los presentes han pedido el don de la paz para Oriente Medio, comenzando por Iraq, que está precipitándose hacia una guerra civil a gran escala, provocada por la ofensiva de los militantes yihadistas del Estado Islámico de Iraq y el Levante . Los obispos caldeos que han tomado parte en la reunión, provienen de Iraq, Líbano y Siria, además de Irán, Canadá, los EE.UU. y Australia. En los trabajos - que se tienen en la sede patriarcal local con el nombre de los santos Addai y Mari y que concluirá el sábado, 28 de junio con la publicación de una declaración final - ayer también contó con la presencia del nuncio apostólico en Iraq y Jordania, Su Exc. Mons. Giorgio Lingua .
En los programas iniciales, el Sínodo de la Iglesia Caldea iba a tener lugar en Bagdad, y habría tratado argumentos en gran parte relacionados con la vida interna de la Iglesia, tales como la selección de los nuevos obispos para las sedes vacantes y la beatificación de los arzobispos mártires del siglo XX. En la agenda, por petición del patriarca Sako, también se han incorporado temas como la crisis de las vocaciones sacerdotales, la valoración de los laicos y la creación de una Liga caldea basada en el modelo actual de las que ya existen, las liga maronita, siria y griega. Los dramáticos acontecimientos en Iraq han llevado a cambiar el lugar de la reunión en la ciudad del Kurdistán iraquí, una región que no participan en el conflicto, sobre todo para facilitar la participación de los obispos del norte de Iraq. “Obviamente”, ha explicado en los últimos días a la Agencia Fides el Padre Albert Hisham, portavoz del Patriarcado, “la nueva situación en Iraq implica una cambio de agenda. Los Obispos evaluarán nuevas emergencias que marcan la condición de la comunidad cristiana y de todo el país”. .
En los programas iniciales, el Sínodo de la Iglesia Caldea iba a tener lugar en Bagdad, y habría tratado argumentos en gran parte relacionados con la vida interna de la Iglesia, tales como la selección de los nuevos obispos para las sedes vacantes y la beatificación de los arzobispos mártires del siglo XX. En la agenda, por petición del patriarca Sako, también se han incorporado temas como la crisis de las vocaciones sacerdotales, la valoración de los laicos y la creación de una Liga caldea basada en el modelo actual de las que ya existen, las liga maronita, siria y griega. Los dramáticos acontecimientos en Iraq han llevado a cambiar el lugar de la reunión en la ciudad del Kurdistán iraquí, una región que no participan en el conflicto, sobre todo para facilitar la participación de los obispos del norte de Iraq. “Obviamente”, ha explicado en los últimos días a la Agencia Fides el Padre Albert Hisham, portavoz del Patriarcado, “la nueva situación en Iraq implica una cambio de agenda. Los Obispos evaluarán nuevas emergencias que marcan la condición de la comunidad cristiana y de todo el país”. .
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