(RV).- Dirigiéndose a los fieles hispanohablantes durante la Audiencia Jubilar del último sábado de abril, el Papa Francisco, incidió en uno de los aspectos más importantes de la misericordia: la reconciliación. Recordó que a pesar de nuestros pecados, Dios nunca deja de ofrecernos su perdón y que Jesús hace de “puente” entre Él y nosotros cuando “le damos la espalda” para “reencontrar la dignidad de hijos”. En este sentido, que el Obispo de Roma afirmó que este Jubileo de la Misericordia es un tiempo favorable para descubrir la cercanía del Padre y retornar a Él “con todo el corazón”.
Saludó a los miembros de las fuerzas armadas y policía llegados desde España y Latinoamérica y les pidió sean instrumentos de reconciliación y sembradores de paz.
Palabras del Santo Padre en español durante la Audiencia Jubilar:
Queridos hermanos y hermanas:
Uno de los aspectos importantes de la misericordia es la reconciliación. Dios nunca nos deja de ofrecer su perdón; no son nuestros pecados los que nos alejan del Señor, sino que somos nosotros pecando, quienes nos alejamos de él. Al pecar «le damos la espalda» y crece así la distancia entre él y nosotros. Jesús, como Buen Pastor no se alegra hasta que no encuentra a la oveja perdida. Él reconstruye el puente que nos reconduce al Padre y nos permite reencontrar la dignidad de hijos.
Este Jubileo de la Misericordia es para todos un tiempo favorable para descubrir la necesidad de la ternura y cercanía del Padre y retornar a Él con todo el corazón.
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a los Ordinarios y Delegados Militares, asistentes espirituales y miembros de las fuerzas armadas y de policía, con sus familias, provenientes de Argentina, Bolivia, Colombia, Ecuador, España, Guatemala, Perú, México y República Dominicana.
Invito a todos a que en cada uno de los diversos ambientes en los que se mueven, sean instrumentos de reconciliación y sembradores de paz; y continúen por el camino de la fe abriendo el corazón a Dios Padre misericordioso que no se cansa nunca de perdonar. Ante los retos de cada día, hagan resplandecer la esperanza cristiana, que es certeza de la victoria de amor ante el odio y de la paz ante la guerra. Muchas gracias.
(MZ-RV)
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