(RV).- En la Audiencia Jubilar del sábado 30 de abril, día en que celebran su Jubileo las Fuerzas Armadas y de Policía, el Papa Francisco abordó el tema de la Reconciliación, y recordó que “Dios no se conforma jamás con la posibilidad que una persona permanezca extraña a su amor”, a cambio de encontrar en ella “algún signo de arrepentimiento por el mal realizado”.
“Queridos hermanos y hermanas: Uno de los aspectos importantes de la misericordia es la reconciliación – dijo hablando en nuestro idioma. Dios nunca nos deja de ofrecer su perdón; no son nuestros pecados los que nos alejan del Señor, sino que somos nosotros pecando, quienes nos alejamos de él. Al pecar «le damos la espalda» y crece así la distancia entre él y nosotros. Jesús, como Buen Pastor no se alegra hasta que no encuentra a la oveja perdida. Él reconstruye el puente que nos reconduce al Padre y nos permite reencontrar la dignidad de hijos. Este Jubileo de la Misericordia es para todos un tiempo favorable para descubrir la necesidad de la ternura y cercanía del Padre y retornar a él con todo el corazón”.
En el corazón del Obispo de Roma, las muchas personas que quisieran reconciliarse con Dios y que no saben cómo hacerlo, o no se sienten dignos, o que no quieren admitirlo ni siquiera a sí mismos, y la señalación a la comunidad cristiana que “puede y debe favorecer el regreso sincero a Dios de cuantos sienten su nostalgia”, seguido por la exhortación a “que nadie permanezca alejado de Dios a causa de obstáculos puestos por los hombres”.
Asimismo el pontífice recordó que tener la experiencia de la reconciliación con Dios “permite descubrir la necesidad de otras formas de reconciliación”, es decir, “en las familias, en las relaciones interpersonales, en las comunidades eclesiales, como también en las relaciones sociales e internacionales”; de allí la proclamación que se elevó fuerte una vez más desde la plaza de san Pedro y para todo el mundo: “¡Este Año es el año de la reconciliación, con Dios y entre nosotros! La reconciliación de hecho es también un servicio a la paz, al reconocimiento de los derechos fundamentales de las personas, a la solidaridad y a la acogida de todos”, dijo Francisco.
Por último, saludando a los peregrinos de lengua española y de modo particular a los Ordinarios, Delegados Militares, asistentes espirituales y miembros de las fuerzas armadas y de policía provenientes diversos países de lengua española, el Sucesor de Pedro invitó a todos a que “en cada uno de los diversos ambientes en los que se mueven, sean instrumentos de reconciliación y sembradores de paz”, “continúen por el camino de la fe abriendo el corazón a Dios Padre misericordioso que no se cansa nunca de perdonar. Ante los retos de cada día, hagan resplandecer la esperanza cristiana, que es certeza de la victoria de amor ante el odio y de la paz ante la guerra”.
(Griselda Mutual – Radio Vaticana)
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