Ya sea un perro, un zorro o un cocodrilo, los animales socorren a personas necesitadas en situaciones de vida o muerte. Los animales se convierten en un ejemplo de cómo los valores cristianos son valores vivos, incluso ante los grandes retos de la vida.
En el libro un cocodrilo ayuda a un hombre a cruzar un río, y un perro cuida de su amo enfermo hasta que se recupera por completo.
Lo escribe Caroline Cory, y se basa en tradiciones católicas, coptas y ortodoxas. Consigue así enseñar a los niños qué significa vivir una vida santa.

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