Seúl – Uno de los medios y de los lugares para revitalizar y dar un nuevo impulso a la fe del pueblo de Dios en Corea son las “pequeñas comunidades cristianas”. Por esta razón, la Conferencia Episcopal de Corea ha promovido, con motivo del Año de la fe, un seminario para invitar a los sacerdotes a cultivar y desarrollar esta forma de agregación de experiencia espiritual, destinada a los laicos y las familias. Se trata de pequeñas comunidades de laicos que promoviendo una espiritualidad centrada en el Evangelio y la Eucaristía.
Según lo informado a la Agencia Fides por la oficina de Comunicaciones de la Conferencia Episcopal, el laboratorio fue organizado en los últimos días por el Instituto Pastoral de Corea, dirigido por S. Exc. Mons. Peter Kang U-il, Obispo de Cheju. El obispo, que también es el actual Presidente de la Conferencia Episcopal, ha presentado las pequeñas comunidades como “modelo concreto de la Iglesia en Corea”, haciendo hincapié en el hecho de que estas pueden traer una nueva linfa a la pastoral de las diócesis.
Según uno de los participantes, el p. Bartolomeo Jun Won, párroco en Seúl “desarrollar las pequeñas comunidades suena como una llamada a cambiar el paradigma de la Iglesia en Corea, alejándose del laicismo y el clericalismo”. Las pequeñas comunidades, de hecho, “encarnan una visión pastoral de la Iglesia local, que realiza el espíritu del Concilio Vaticano II”, ha dicho.
Según lo informado a la Agencia Fides por la oficina de Comunicaciones de la Conferencia Episcopal, el laboratorio fue organizado en los últimos días por el Instituto Pastoral de Corea, dirigido por S. Exc. Mons. Peter Kang U-il, Obispo de Cheju. El obispo, que también es el actual Presidente de la Conferencia Episcopal, ha presentado las pequeñas comunidades como “modelo concreto de la Iglesia en Corea”, haciendo hincapié en el hecho de que estas pueden traer una nueva linfa a la pastoral de las diócesis.
Según uno de los participantes, el p. Bartolomeo Jun Won, párroco en Seúl “desarrollar las pequeñas comunidades suena como una llamada a cambiar el paradigma de la Iglesia en Corea, alejándose del laicismo y el clericalismo”. Las pequeñas comunidades, de hecho, “encarnan una visión pastoral de la Iglesia local, que realiza el espíritu del Concilio Vaticano II”, ha dicho.
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