Moscú - El domingo, 26 de enero, el Patriarca de Moscú Kirill y el griego-ortodoxo de Antioquía Yohanna X Yazigi han hecho un llamamiento conjunto a la conferencia internacional “Ginebra II” sobre el conflicto sirio, que está actualmente en marcha en Suiza, para invitar a todos los participantes en la cumbre a “rechazar todas los manifestaciones extremistas” poniendo fin a la “intolerancia y a la política d ellos ultimátum”. Sólo el diálogo libre y fraterno en la comunidad siria - afirman los dos Patriarcas en su carta - puede allanar el camino a una solución pacífica de la crisis.
Al centro del mensaje de los dos Primados ortodoxos también está la suerte de los cristianos secuestrados durante el conflicto, comenzando por los dos obispos Metropolitanos de Aleppo, el griego ortodoxo Boulos Yazigi y el sirio ortodoxo Mar Gregorios Yohanna Ibrahim – secuestrados el pasado mes de abril – pasando por las hermanas secuestradas al inicio del pasado mes de diciembre del convento de Santa Tekla en Maalula. “Nosotros” escriben Kirill y Yohanna “llamamos a todas las partes a mostrar humanidad y misericordia como signo de su voluntad de restablecer la paz en Siria”. El mensaje de los dos patriarcas también contiene un llamamiento para “detener la destrucción del patrimonio cultural y religioso de valor incalculable” que enriquece a Siria, y cuya destrucción es “un crimen contra las generaciones futuras”. .
Al centro del mensaje de los dos Primados ortodoxos también está la suerte de los cristianos secuestrados durante el conflicto, comenzando por los dos obispos Metropolitanos de Aleppo, el griego ortodoxo Boulos Yazigi y el sirio ortodoxo Mar Gregorios Yohanna Ibrahim – secuestrados el pasado mes de abril – pasando por las hermanas secuestradas al inicio del pasado mes de diciembre del convento de Santa Tekla en Maalula. “Nosotros” escriben Kirill y Yohanna “llamamos a todas las partes a mostrar humanidad y misericordia como signo de su voluntad de restablecer la paz en Siria”. El mensaje de los dos patriarcas también contiene un llamamiento para “detener la destrucción del patrimonio cultural y religioso de valor incalculable” que enriquece a Siria, y cuya destrucción es “un crimen contra las generaciones futuras”. .
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