Bangui - El asalto contra la parroquia de “Nuestra Señora de Fátima” en el centro de Bangui, capital de la República Centroafricana, ha sido cometido por personas que no hablan ni el francés ni el Sango, idioma local. Dice a la Agencia Fides Su Exc. Mons. Nzapalainga Dieudonné, arzobispo de Bangui, quien señala: “Los asaltantes gritaban en Inglés 'open the door'”.
Un grupo armado con armas automáticas y lanzagranadas han asaltado el 28 de mayo la parroquia donde estaban refugiadas varias personas que huían de la violencia. En el asalto han muerto al menos 18 personas, entre los cuales hay un sacerdote católico, el Padre Paul-Emile Nzalé, de 76 años. Según fuentes de Fides, se llevaron secuestradas a unas 42 personas de las cuales se encontraron los cuerpos sin vida más tarde. Sin embargo Mons. Nzapalainga no tiene suficiente información para poder confirmar tal noticia. “Los que ha sobrevido el ataque que he encontrado me han dicho han secuestrado a algunas personas, aunque sobre que les ha pasado todavía hay informes contradictorios: algunos dicen que han sido asesinados, otros que todavía están vivos”, dice el arzobispo .
El atentado ha hecho aumentar la tensión en la capital. “La ciudad está completamente paralizada. Está llevándose a cabo una manifestación para exigir la renuncia del gobierno interino que ha sido dispersado por los militares. Se respira tensión en el aire y no se sabe qué va a pasar”, concluye Mosn. Nzapalainga.
Según algunas fuentes de Fides, el asalto a la iglesia de “Nuestra Señora de Fátima” ha sido perpetrada por yihadistas extranjeros que ahora tienen como rehenes a la población musulmana del barrio “km5” de Bangui. “Aunque las autoridades pretenden ignorar el hecho, muchos centro-africanos sabemos que los terroristas yihadistas procedentes de Sudán y Nigeria se han infiltrado en Seleka y están ubicados en el Km 5. Al vincular a los anti-Balaka con los cristianos, los medios de comunicación occidentales han prestado a estos países criminales un gran medio de propaganda”, dicen nuestras fuentes. Mons. Nestor Désiré Nongo-Aziagbia, Obispo de Bossangoa, también había denunciado a la Agencia Fides la presencia en el “km 5” de yihadistas extranjeros .
Seleka es la coalición rebelde que tomó el poder en Bangui, en marzo de 2013, sumergiendo al país en el caos. Los Anti-Balaka son milicias que han expulsado a Seleka de la capital, pero que se han convertido en bandas criminales que actuan en varias zonas de Centro-áfrica.
Un grupo armado con armas automáticas y lanzagranadas han asaltado el 28 de mayo la parroquia donde estaban refugiadas varias personas que huían de la violencia. En el asalto han muerto al menos 18 personas, entre los cuales hay un sacerdote católico, el Padre Paul-Emile Nzalé, de 76 años. Según fuentes de Fides, se llevaron secuestradas a unas 42 personas de las cuales se encontraron los cuerpos sin vida más tarde. Sin embargo Mons. Nzapalainga no tiene suficiente información para poder confirmar tal noticia. “Los que ha sobrevido el ataque que he encontrado me han dicho han secuestrado a algunas personas, aunque sobre que les ha pasado todavía hay informes contradictorios: algunos dicen que han sido asesinados, otros que todavía están vivos”, dice el arzobispo .
El atentado ha hecho aumentar la tensión en la capital. “La ciudad está completamente paralizada. Está llevándose a cabo una manifestación para exigir la renuncia del gobierno interino que ha sido dispersado por los militares. Se respira tensión en el aire y no se sabe qué va a pasar”, concluye Mosn. Nzapalainga.
Según algunas fuentes de Fides, el asalto a la iglesia de “Nuestra Señora de Fátima” ha sido perpetrada por yihadistas extranjeros que ahora tienen como rehenes a la población musulmana del barrio “km5” de Bangui. “Aunque las autoridades pretenden ignorar el hecho, muchos centro-africanos sabemos que los terroristas yihadistas procedentes de Sudán y Nigeria se han infiltrado en Seleka y están ubicados en el Km 5. Al vincular a los anti-Balaka con los cristianos, los medios de comunicación occidentales han prestado a estos países criminales un gran medio de propaganda”, dicen nuestras fuentes. Mons. Nestor Désiré Nongo-Aziagbia, Obispo de Bossangoa, también había denunciado a la Agencia Fides la presencia en el “km 5” de yihadistas extranjeros .
Seleka es la coalición rebelde que tomó el poder en Bangui, en marzo de 2013, sumergiendo al país en el caos. Los Anti-Balaka son milicias que han expulsado a Seleka de la capital, pero que se han convertido en bandas criminales que actuan en varias zonas de Centro-áfrica.
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