El obispos de Roma destacando la belleza de la fraternidad, insistió en el hecho de “ser sacerdotes juntos, de seguir al Señor no solos, no uno a uno, pero juntos, a pesar de la gran variedad de los dones y de las personalidades”, es más, insistió “ justamente esto enriquece el presbiterio, esta variedad de orígenes, de edades, de talentos... Es todo vivido en la comunión, en la fraternidad”. El Papa reconoció que no es fácil esto ni siquiera inmediato, porque a veces los sacerdotes también se dejan llevar por la cultura del ‘yo’, del individualismo pastoral. La solución que da el Papa ante esto es “la elección”. “La comunión, dijo el Papa, pide ser vivida buscando formas concretas adaptadas a los tiempos y a la realidad del territorio, pero siempre en perspectiva apostólica, con estilo misionero, con fraternidad y la sencillez de vida”.
Finalmente el Papa animó a los sacerdotes a seguir con su trabajo “con las familias y para las familias”. “Un trabajo difícil , dijo que Jesús nos pide en un modo particular de este tiempo, momento difícil sea para la familia como para la institución, sea para las familias, debido a la crisis”. (MZ-RV)

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