Abuja - “Las viudas sufren terriblemente por la pérdida de su marido, son marginadas, la mayor parte de sus familiares las aleja de sí, abandonándolas a su suerte. Tenemos la obligación de cuidar de los pobres y los necesitados”, dice Su Exc. Mons. Oliver Dashe Doeme, Obispo de Maiduguri, capital del estado de Borno, en el norte de Nigeria, al presentar el programa diocesano de ayuda y asistencia a más de dos mil mujeres que han perdido a sus maridos, la mayoría a causa de la violencia de la secta islamista Boko Haram.
Después de una primera ayuda de emergencia, el plan es hacer que las mujeres sean autosuficientes, ayudándoles a crear una pequeña empresa. “Nuestro principal objetivo es ayudarlas a que puedan cuidar de sus hijos”, ha dicho Mons. Doeme. “La mayoría de estas mujeres se quedan solas con seis, siete, diez hijos que mantener y sin trabajo”.
El programa está dirigido a mujeres del estado de Borno, pero también de Yobe, y de parte de Adamawa, que son las zonas más afectadas por las acciones de Boko Haram.
Después de una primera ayuda de emergencia, el plan es hacer que las mujeres sean autosuficientes, ayudándoles a crear una pequeña empresa. “Nuestro principal objetivo es ayudarlas a que puedan cuidar de sus hijos”, ha dicho Mons. Doeme. “La mayoría de estas mujeres se quedan solas con seis, siete, diez hijos que mantener y sin trabajo”.
El programa está dirigido a mujeres del estado de Borno, pero también de Yobe, y de parte de Adamawa, que son las zonas más afectadas por las acciones de Boko Haram.

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