VATICANO, 19 Oct. 14 / 04:41 am (ACI/EWTN Noticias ).- La fuerza del cristiano está en hacer la voluntad de Dios, afirmó este domingo el Papa Francisco durante la Misa de beatificación de Pablo VI y clausura del Sínodo de la Familia, encuentro de obispos donde se ha visto cómo el Espíritu Santo guía y renueva a la Iglesia para responder con valentía a los nuevos retos y devolver la esperanza.
En su homilía, el Papa reflexionó sobre el pasaje evangélico donde los fariseos intentan poner a prueba a Jesús preguntándole si se debe pagar o no impuestos al César. Cristo, explicó Francisco, responde “dar al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”, una “frase irónica y genial a la provocación de los fariseos que, por decirlo de alguna manera, querían hacerle el examen de religión y ponerlo a prueba”.
“Es una respuesta inmediata que el Señor da a todos aquellos que tienen problemas de conciencia, sobre todo cuando están en juego su conveniencia, sus riquezas, su prestigio, su poder y su fama. Y esto ha sucedido siempre”, señaló ante unos 70.000 fieles reunidos en la Plaza de San Pedro en el Vaticano.
En ese sentido, explicó que “‘dar a Dios lo que es de Dios’ significa estar dispuesto a hacer su voluntad y dedicarle nuestra vida y colaborar con su Reino de misericordia, de amor y de paz”.
“En eso reside nuestra verdadera fuerza, la levadura que fermenta y la sal que da sabor a todo esfuerzo humano contra el pesimismo generalizado que nos ofrece el mundo. En eso reside nuestra esperanza, porque la esperanza en Dios no es una huida de la realidad, no es un alibi: es ponerse manos a la obra para devolver a Dios lo que le pertenece”.
“Por eso, el cristiano mira a la realidad futura, a la realidad de Dios, para vivir plenamente la vida –con los pies bien puestos en la tierra– y responder, con valentía, a los incesantes retos nuevos”.
Francisco dijo que ello “lo hemos visto en estos días durante el Sínodo extraordinario de los Obispos –‘sínodo’ quiere decir ‘caminar juntos’–. Y, de hecho, pastores y laicos de todas las partes del mundo han traído aquí a Roma la voz de sus Iglesias particulares para ayudar a las familias de hoy a seguir el camino del Evangelio, con la mirada fija en Jesús”.
“Ha sido una gran experiencia, en la que hemos vivido la sinodalidad y la colegialidad, y hemos sentido la fuerza del Espíritu Santo que guía y renueva sin cesar a la Iglesia, llamada, con premura, a hacerse cargo de las heridas abiertas y a devolver la esperanza a tantas personas que la han perdido”, afirmó.
“Por el don de este Sínodo y por el espíritu constructivo con que todos han colaborado, con el Apóstol Pablo, ‘damos gracias a Dios por todos ustedes y los tenemos presentes en nuestras oraciones’”, expresó.
“Y que el Espíritu Santo que, en estos días intensos, nos ha concedido trabajar generosamente con verdadera libertad y humilde creatividad, acompañe ahora, en las Iglesias de toda la tierra, el camino de preparación del Sínodo Ordinario de los Obispos del próximo mes de octubre de 2015. Hemos sembrado y seguiremos sembrando con paciencia y perseverancia, con la certeza de que es el Señor quien da el crecimiento”, señaló el Pontífice.
Ayer sábado se presentó el “Mensaje de la Asamblea del Sínodo sobre los desafíos pastorales de la familia en el contexto de la evangelización”. Posteriormente el Papa dirigió un discurso a los Padres Sinodales donde señaló que nunca ha estado en discusión la indisolubilidad, unidad, fidelidad y la apertura a la vida en el matrimonio, que conforman “la verdad fundamental del Sacramento del Matrimonio”.
Francisco también destacó la misericordia de la Iglesia y recordó que la tarea del Papa es garantizar la unidad de la barca de Pedro.
Etiquetas: Sínodo de la Familia 2014
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