(ZENIT – Roma, 29 May. 2017).- Sor Cándida Bellotti, una de las religiosas más ancianas del mundo falleció este pasado sábado a la edad de 110 años. El Papa la había conocido y bendecido en el 2014 después de la misa en la Domus Santa Marta en el Vaticano.
Nació en 1907 en la provincia italiana de Verona, tercera de 10 hijos su padre era zapatero y su madre ama de casa. Vivió durante el pontificado de diez papas, partiendo del de San Pio X.
Entró a los 24 años en la Congregación de las ministras de las enfermas de San Camilo, dedicándose siempre a ellos.
“Dejó esta tierra con la serenidad que siempre la distinguió” indican sus hermanas, realizando su labor siguiendo el carisma de san Camillo de Lellis.
¿Cuál era el secreto de su longividad? le preguntaban. “Tomar las cosas como vienen”, decía. Y sobre el secreto de su alegría: “Escuchar la voz de Cristo y ser dóciles a su voluntad. Durante toda mi vida siempre pensé: donde el Señor me pone, ese es el lugar justo para mi”.
Desde el año 2000 vive en la casa madre del Instituto, en la ciudad italiana de Lucca, y a pesar de su edad participaba activamente en la vida comunitaria.
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