(ZENIT – Ciudad del Vaticano, 30 May. 2017).- El verdadero pastor sabe dejar su cargo en la Iglesia cuando es el debido momento, porque sabe que el rebaño no es su propiedad y él no es el centro de la historia.
Lo indicó el papa Francisco este martes en la homilía de la misa en la Casa Santa Marta en el Vaticano, comentando la Primera lectura de los actos de los apóstoles que podría titularse: “La despedida de un obispo”.
“Un pastor que no aprendió a despedirse es porque tuvo alguna relación equivocada con el rebaño, una relación que no está purificada por la cruz de Jesús”.
El Papa explica que Pablo llama a todos los presbíteros de Éfeso y en una especie de ‘consejo presbiterial’ se despide. Y subraya tres actitudes. Afirma de no haberse ‘tirado atrás’, y no es un cacto de vanidad”, porque “El afirma que es el peor de los pecadores, lo sabe y lo dice” y simplemente “cuenta la historia”.
“Una de las cosas que l dará paz al pastor cuando se retira -explica el Papa- es recordarse que nunca fue un pastor de compromisos”.
El segundo punto es que Pablo va a Jerusalén “obligado por el Espíritu”, si saber lo que le sucederá”. Obedecer al Espíritu, porque “el pastor sabe que esa en camino.
“Sé solamente que -el Espíritu se lo había dado a entender- que el Espíritu Santo de ciudad en ciudad me indica que me esperan cadenas y tribulaciones”. No se va en pensión, sino a servir a otras Iglesias, siempre con el corazón abierto a la voz de Dios: dejo esto, veré que me pide el Señor”.
Y el tercer punto es que Pablo dice: “No considero de ninguna manera preciosa mi vida” porque no es “el centro de la historia grande o de la historia pequeña!”. Es un servido y el Papa recuerda el dicho popular: “como se vive se muera” y añade “Como se vive se despide”.
“Con este hermoso ejemplo -concluye el Papa- recemos por los pastores, por nuestros pastores, por los párrocos, obispos, por el Papa, para que su vida sea una vida sin compromisos, una vida en camino, y una vida en la que ellos no crean que están en el centro de la historia y así aprendan a despedirse”.
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