“Una grave violación a la dignidad de la persona”: así definieron los obispos colombianos la decisión de la Corte Constitucional referida a la aplicación de la eutanasia, en particular, aquella que se refiere a los menores de edad.
En un comunicado fechado 27 de octubre, haciéndose eco de las palabras del romano pontífice, los prelados proclaman que “no se puede jugar con la vida”, y que la eutanasia, “es una grave violación a la dignidad de la persona”, que “lleva a los ancianos, a los enfermos y a los que tienen algún tipo de limitación a pensar que su existencia es menos digna y valiosa”, y en consecuencia “a cerrar las puertas de su esperanza”.
Los prelados señalan que el propósito de la reglamentación ordenada por la Corte Constitucional es contrario al principio constitucional de defensa de la vida, y abre las puertas para que la sociedad llegue a legitimar la supresión de algunas personas y la negación de los más débiles y necesitados.
A este respecto nuestra compañera Giada Aquilino entrevistó a Monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero, Obispo Auxiliar de Medellín, y Secretario General de la Conferencia Episcopal:
“Los obispos colombianos recibimos esta noticia con sorpresa y con dolor también, porque nos parece que se va cada vez de mal en peor”, expresa el prelado. “La eutanasia existe desde ese mandato de la corte constitucional, (ndr. Año 2015) si bien no todos los detalles estaban previstos”.
“Ahora que sea para los menores de edad – prosigue – nos parece que coloca la situación en mayor gravedad, porque los menores pueden fácilmente sentir que su vida no vale, que no hay esperanza, y encontrar como un camino fácil, la eutanasia. Detrás de esto se esconden muchas situaciones de tipo familiares, de división de los hogares, o de sentir que tienen una vida que es un peso”. “Es una cultura que se ha vuelto fácil, la de pensar que la eutanasia sea una solución para acabar con el dolor”, agrega.
Haciendo referencia a la exhortación del Papa Francisco, que ha pedido “soluciones valientes contra corriente en defensa de la vida”, Monseñor Fernando Álvarez Botero, expresa que los obispos colombianos han realizado un llamado público en todos los medios de comunicación, en tres sentidos: el primero es aquel llama a ser “muy conscientes del valor de la vida como don de Dios, como el más grande don que Dios nos hace y sobre el que tenemos que profundizar”.
En segundo lugar, el Secretario de la Conferencia Episcopal colombiana explica que se ha llamado a “buscar por todos los medios optimizar la prestación de la salud en Colombia, que es el camino para aliviar tantas enfermedades”, un argumento que se encuentra inclusive “detrás de los casos que se están tratando en este momento por los cuales se ha llegado a definir la eutanasia para menores”, precisa.
Además, este pedido que se realiza a los médicos y prestadores de servicios de salud de ir contra corriente en defensa de la vida, se realiza, indica Mons. Álvarez Botero, “apelando a la conciencia de cada uno”, “haciendo anuncio del Evangelio de la vida”, y “mostrándoles que acabar con la vida de un paciente de la manera en que se quiere hacer no es la solución”. “Los médicos – concluye – no están para ofrecer muerte sino para ofrecer vida”.
(Griselda Mutual – Radio Vaticano)
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