ASIA/AFGANISTÁN - Los Barnabitas en Kabul: "La derrota de los talibanes en las elecciones significa que el deseo de paz es más fuerte que las bombas"
Kabul (Agencia Fides) - "Si evaluáramos las elecciones para la renovación de la Cámara Baja (Wolesi Jirga) del Parlamento afgano según nuestros parámetros, podríamos decir que fueron un fracaso total. Pero si se tiene en cuenta la situación en la que se desarrollaron, creo que fueron un gran éxito”. Son las declaraciones a Fides del padre Giovanni Scalese, misionero Barnabita, responsable de la Missio sui iuris de Afganistán, a propósito de las elecciones del pasado 20 de octubre, realizadas, finalmente, el sábado 27 de octubre. En la provincia de Kandahar, la ronda electoral se pospuso tras el mortal ataque reivindicado por los talibanes en la víspera de la votación que le costó la vida al gobernador y al jefe de policía.
Las cifras hablan de una participación electoral muy baja y mucha desorganización. Scalese señala en la nota enviada a Fides: "Menos del 50% de los votantes han ejercido su derecho, se han denunciado fraudes y ha habido muchos muertos y heridos a causa de los ataques de los talibanes y del ISIS. Pero, quizás, la mayor limitación ha sido la gran confusión: retrasos en la apertura de los colegios electorales, largas colas de votantes, fracaso del nuevo sistema de reconocimiento biométrico y aplazamiento de los votos en la provincia de Kandahar. Hay quienes temen que la desorganización pueda deslegitimar de alguna manera los resultados de la votación que se conocerán entre noviembre y diciembre”.
A pesar de este escenario, el padre Scalese subraya el aspecto positivo del evento: "Son elecciones que debieron haberse celebrado en 2015 y fueron aplazadas continuamente. El mero hecho de que se hayan celebrado ya es un éxito. La participación masiva, a pesar de las amenazas y los ataques, demuestra el deseo de democracia que tiene el pueblo afgano. Los talibanes salieron definitivamente derrotados. No solo porque quedó demostrado que no tienen los seguidores que dicen tener entre la población, sino también porque no lograron, pese a sus amenazas, mantener a los votantes alejados de las urnas. Los afganos han demostrado que no tienen miedo. El deseo de una vida democrática pacífica fue más fuerte que las bombas”.
Respecto a los retos a los que se enfrentará el nuevo Parlamento, el padre Scalese subraya que "los dos problemas más inmediatos son la seguridad y la corrupción. Deben garantizar a Afganistán un mínimo de seguridad y serenidad, -de lo contrario todo no será más difícil si no imposible-, y curar al país del cáncer de la corrupción invasiva. Si estas son las necesidades urgentes, no menos importante es la tarea de construir un Estado democrático eficiente, con instituciones que realmente funcionen y que sean autosuficientes, es decir, que no dependan de la financiación extranjera.
(LF) (Agencia Fides 29/10/2018)
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