Fue un encuentro muy cordial y relajado. El Papa incluso bromeó durante los saludos a la familia del primer ministro.
- Tenemos tres hijos de 9, 7 y 5 años. Están todos locos por el fútbol.
- Ah, ¡eso es una buena cosa!
También recibió una de sus bromas un sacerdote que trabaja en la Embajada de Italia ante el Vaticano.
- Soy el padre Marco, consejero eclesiástico de la Embajada de Italia.
- Ahhh, así que es una embajada clerical... Debemos aumentar el número de laicos allí...
Como recuerdo del encuentro, el primer ministro llevó al Papa un libro de oraciones del siglo XVI. Francisco le entregó una pluma.
- Esto es para usted. La puede usar para firmar decretos.
- ¡Madre mía! ¡Son firmas importantes!
Hace tres meses, en abril, el presidente italiano Giorgio Napolitano nombró a Enrico Letta primer ministro, ya que ningún partido político había alcanzado mayoría suficiente en las elecciones.
BB / JMB @JavierMbrocal
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