Roma - “La Iglesia está cerca de la gente, sobre todo ayudándola a ayudarse entre sí, creando redes de solidaridad desde abajo. Nuestra acción se dirige sobre todo a la familia. Nos aseguramos de que se creen grupos de familias que se apoyan entre sí, tanto en términos materiales como espirituales”, dice a la Agencia Fides Su Exc. Mons. Michael Dixon Bhasera, Obispo de Masvingo y Presidente de la Conferencia Episcopal de Zimbabwe , que está en Roma para la visita ad limina.
Al recibir a los obispos de este país africano, el Papa Francisco ha recordado que “la Iglesia en su país se ha mantenido firmemente unida a su gente, tanto antes como después de la independencia y ahora también en estos años de sufrimiento abrumador en que millones de personas han abandonado el país en la frustración y la desesperación, en que muchas vidas se han perdido y tantas lágrimas se han derramado ”.
Zimbabwe atraviesa desde hace años graves dificultades políticas, económicas y sociales. Una situación sobre la que los obispos del país y de los países vecinos se han concentrado en varias ocasiones . El Papa Francisco ha citado específicamente la Carta Pastoral de 2007, “Dios escucha el grito del oprimido”, en la cual, el Santo Padre afirma: “ habéis mostrado cómo la crisis es a la vez espiritual y moral, extendiéndose desde la época colonial hasta la actualidad, y cómo las 'estructuras de pecado' inseridas en el orden social están en última instancia, enraizadas en el pecado personal, lo que requiere de todos una profunda conversión personal y un sentido moral renovado iluminado por el Evangelio”.
“Vivimos en tiempos difíciles, - concluye Mons. Masvingo hablando a Fides - pero nunca hemos perdido la esperanza. Por otra parte, como el Santo Padre nos ha recordado, la oración es nuestra fuerza, porque Dios escucha las oraciones de su pueblo”.
Al recibir a los obispos de este país africano, el Papa Francisco ha recordado que “la Iglesia en su país se ha mantenido firmemente unida a su gente, tanto antes como después de la independencia y ahora también en estos años de sufrimiento abrumador en que millones de personas han abandonado el país en la frustración y la desesperación, en que muchas vidas se han perdido y tantas lágrimas se han derramado ”.
Zimbabwe atraviesa desde hace años graves dificultades políticas, económicas y sociales. Una situación sobre la que los obispos del país y de los países vecinos se han concentrado en varias ocasiones . El Papa Francisco ha citado específicamente la Carta Pastoral de 2007, “Dios escucha el grito del oprimido”, en la cual, el Santo Padre afirma: “ habéis mostrado cómo la crisis es a la vez espiritual y moral, extendiéndose desde la época colonial hasta la actualidad, y cómo las 'estructuras de pecado' inseridas en el orden social están en última instancia, enraizadas en el pecado personal, lo que requiere de todos una profunda conversión personal y un sentido moral renovado iluminado por el Evangelio”.
“Vivimos en tiempos difíciles, - concluye Mons. Masvingo hablando a Fides - pero nunca hemos perdido la esperanza. Por otra parte, como el Santo Padre nos ha recordado, la oración es nuestra fuerza, porque Dios escucha las oraciones de su pueblo”.
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