Otélé – Después de pasar dos días en Guinea Ecuatorial, el cardenal Fernando Filoni ha viajado de nuevo a Camerún, donde el 1 de junio, ha terminado su visita pastoral reuniéndose con los seminaristas y formadores del seminario filosófico y propedéutico dedicado a María Reina de los apóstoles, en Otele. Después de presidir las vísperas solemnes en la capilla del Seminario, el Cardenal se ha reunido con un centenar de seminaristas y sus formadores. Tras el saludo del Rector, el Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos se ha dirigido “a todos los jóvenes seminaristas de Camerún”, instándoles a “entrar en la escuela de Jesús”, que los ha llamado para adquirir las virtudes que les ayudarán a vivir el sacerdocio ministerial como lugar de su santificación, ya que “sin la lógica de la santidad, el ministerio sacerdotal es sol una simple función social”.
El Card. Filoni ha recomendado a los seminaristas que “entren en amistad con Cristo, un elemento fundamental de toda vocación al sacerdocio y a la vida consagrada”, y que trabajen en este tiempo del seminario por la “integración armoniosa” de la dimensión humana, espiritual e intelectual. Por último, ha destacado tres aspectos fundamentales en el camino hacia el sacerdocio: la madurez afectiva, el desapego de los bienes materiales y el espíritu de compañerismo. “Queridos amigos, formadores y seminaristas – ha dicho para terminar el Cardenal -, seguid estrictamente, cada uno en su papel, el camino de formación, teniendo en cuenta la fascinante aventura a la que os llama el Señor, es decir, convertiros y ser pastores de la comunidad de fieles a imagen de Aquel que os ha llamado”.
Link correlati :El texto completo del discurso del Cardenal, en francés:
El Card. Filoni ha recomendado a los seminaristas que “entren en amistad con Cristo, un elemento fundamental de toda vocación al sacerdocio y a la vida consagrada”, y que trabajen en este tiempo del seminario por la “integración armoniosa” de la dimensión humana, espiritual e intelectual. Por último, ha destacado tres aspectos fundamentales en el camino hacia el sacerdocio: la madurez afectiva, el desapego de los bienes materiales y el espíritu de compañerismo. “Queridos amigos, formadores y seminaristas – ha dicho para terminar el Cardenal -, seguid estrictamente, cada uno en su papel, el camino de formación, teniendo en cuenta la fascinante aventura a la que os llama el Señor, es decir, convertiros y ser pastores de la comunidad de fieles a imagen de Aquel que os ha llamado”.
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