Al Arish – Los cristianos coptos deben abandonar sus casas y marcharse de la península del Sinai si no quieren morir en los próximos ataques selectivos que los grupos yihadistas que actúan en la Península se preparan a realizar contra ellos. La amenaza, directa y selectiva, ha sido lanzada a través de los medios de comunicación por los militantes de las siglas yihadistas más radicales en esa parte de Egipto, como el grupo Ansar Beit al-Maqdis. En sus mensajes intimidatorios – así lo refieren fuentes locales consultadas por la Agencia Fides – los yihadistas declaran explícitamente que los coptos representan un objetivo concreto de sus acciones violentas, porque apoyan al Presidente Abdel Fattah al Sisi, y por tanto por su contribución, nada pequeña, al consenso del que goza el actual hombre fuerte de Egipto.
Las organizaciones sociales coptas como la que depende de Abanoub Gerges han denunciado la gravedad de las nuevas amenazas terroristas, pidiendo al Presidente al Sisi que las tome en serio y aumente las medidas de seguridad en las iglesias y comunidades cristianas en el Sinaí. Mientras tanto, los hombres de al Tarabin, la tribu beduina más importante en el Sinaí, hace unos días hizo pública su intención de luchar incluso con las armas, contra los grupos yihadistas que operan en la Península para detener su violencia contra los civiles, su propaganda dirigida a la difusión un “falso mensaje sobre el Islam” y su diseño para transformar el área en un campo de batalla. Según los analistas locales, los ataques anunciados contra los coptos responden a un diseño que trata de fomentar el odio sectario para socavar la unidad nacional y sumir al país en el caos, visto que para este propósito no les ha servido los repetidos ataques contra las fuerzas de policías y los militares desplegados en la zona. .
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