(RV).- Quedan impresas las imágenes y, en la mente y el corazón, el mensaje de estas intensas horas vividas por todos los que siguieron su paso por Tiflis. La minoría aquí presente se hizo grande, e hizo sentir su voz haciendo eco a aquella de Francisco. En estos tres días en el Cáucaso -que cierran con Azerbaiyán el triángulo iniciado en Armenia, tierras de frontera y como tales de particular riqueza y vivacidad, pero al mismo tiempo que sufren de tensiones y de tantos conflictos, el Pontífice ha repetido lo que tantas veces ha dicho: es necesario hacer de las diferencias no un motivo de conflicto sino de enriquecimiento recíproco. Éste es un desafío contemporáneo no solo para esta región, sino universal, que el Papa ha vuelto a lanzar desde aquí. Que prevalezcan la razón, la moderación y la responsabilidad: llamado aún más necesario en este momento histórico, donde no faltan también extremismos violentos que manipulan y distorsionan los principios de naturaleza civil y religiosa para pervertirlos al servicio de oscuros diseños de dominio y de muerte. El Papa partió de Georgia dejando histórica huella. La peregrinación continúa.
Raúl Cabrera, Radio Vaticano
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