REFLEXIONES EN FRONTERA, jesuita Guillermo Ortiz
Como Reflexión Dominical con el texto del Evangelio 5 minutos
Me refiero al Evangelio donde Jesús le dice a la gente que como en aquel tiempo del famoso diluvio, ninguno sospechaba hasta que llegó y los arrastró a todos, así sucederá cuando venga él. Dice en el Evangelio que por eso tenemos que estar prevenidos, “porque no saben el día que vendrá el Señor”.
Entiendo que así, creer en Jesucristo es lo mismo que creer que vendrá, que Jesucristo volverá; que como decimos en el Credo, relamente “ha de venir a juzgar a los vivos ya los muertos”.
En las lecturas de la semana Jesús nos recordó de varias formas que todo pasará, que todo tiene fecha de vencimiento menos su Palabra, que no quedará piedra sobre piedra del templo de Jerusalén. Y el Papa Francisco comentando la lectura le agregó que tampoco quedará la basílica de san Pedro.
La pregunta es si vos y yo estamos preparados para que en cualquier momento termine todo y todo sea absorbido por el inmenso agujero negro intergaláctico. Mientras sólo queda la Palabra de Dios que es Jesús, victorioso del mal y de la muerte, resucitado, sosteniendo en sus manos a los más pequeños y frágiles que concientes de su pobreza se refugiaron en su abrazo, como la Madre de Dios en la pintura de Miguel Angel del juicio final.
Es una actitud, más que un vestido. Es una conexión que tengo o no tengo con el amor hecho carne que es lo único que quedará. ¿Creés o no creés?
Pero no podemos quejarnos porque Jesús ya nos lo advirtió. @jesuitaGuillo
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