Managua – Más de 1400 niños nicaragüenses y hondureños que trabajan en las calles para ayudar a sus respectivas familias, han sido re-introducidos en el sistema educativo gracias a un proyecto patrocinado por la Unión Europea en ambos países. El objetivo es contribuir a la erradicación progresiva del trabajo entre menores creando condiciones que permitan a los pequeños estudiar y aprender a defender sus propios derechos. El programa, que acaba de terminar, ha durado tres años y ha sido realizado por organizaciones civiles y gubernamentales de Nicaragua y Honduras, con la cooperación económica de la UE. La campaña ha ayudado a 1430 menores que vendían o recogían basura reciclable por las calles, en los basureros, en los semáforos y en los mercados de Managua , Tegucigalpa y San Pedro Sula . L iniciativa prevé también la creación de cooperativas de trabajo de gestión familiar para evitar que los menores vuelvan a trabajar por las calles. Además se han organizado cursos técnicos para 320 adolescentes que han aprendido a crear utensilios con metales de desecho recogidos por las calles, y ha confeccionar saquitos con los carteles publicitarios viejos. El proyecto también ha sido útil para la economía de 500 familias, 300 de Nicaragua y 200 de Honduras.
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