Compartimos algunos momentos con el Papa Francisco
«Sólo la paz es santa y ninguna violencia puede ser perpetrada en nombre de Dios porque profanaría su nombre»
(RV).- Dedicamos nuestro espacio al primer discurso que el Papa Francisco pronunció en su Viaje Apostólico a Egipto, el XVIII de su Pontificado, que realizó del 28 al 29 de abril como peregrino de paz y el segundo que lo llevó a tierra africana.
Construir juntos la paz es un desafío urgente
Habiendo sido invitado para participar en la Conferencia Internacional sobre la Paz, en su densa alocución el Papa destacó que «en este desafío de civilización tan urgente y emocionante, cristianos y musulmanes, y todos los creyentes, estamos llamados a ofrecer nuestra aportación»
Con el anhelo de que salga el sol de una «renovada hermandad en el nombre de Dios; y de esta tierra, acariciada por el sol, despunte el alba de una civilización de la paz y del encuentro, el Papa deseó «que san Francisco de Asís, que hace ocho siglos vino a Egipto y se encontró con el Sultán Malik al Kamil, interceda por esta intención».
Digamos juntos: Cuanto más se crece en la fe en Dios, más se crece en el amor al prójimo
«Juntos, desde esta tierra de encuentro entre el cielo y la tierra, de alianzas entre los pueblos y entre los creyentes, repitamos un «no» alto y claro a toda forma de violencia, de venganza y de odio cometidos en nombre de la religión o en nombre de Dios», alentó el Papa Francisco y añadió: «juntos afirmemos la incompatibilidad entre la fe y la violencia, entre creer y odiar. Juntos declaramos el carácter sagrado de toda vida humana frente a cualquier forma de violencia física, social, educativa o psicológica».
La responsabilidad de construir la paz en el mundo para toda la familia humana es de todos y de cada uno
A este compromiso urgente y grave están obligados los responsables de las naciones, de las instituciones y de la información, así como también nosotros responsables de cultura, llamados por Dios, por la historia y por el futuro a poner en marcha —cada uno en su propio campo— procesos de paz, sin sustraerse a la tarea de establecer bases para una alianza entre pueblos y estados.
Y desde El Cairo el Papa alentó el papel de Egipto para impulsar la paz en Oriente Medio
«Espero que, con la ayuda de Dios, esta tierra noble y querida de Egipto pueda responder aún a su vocación de civilización y de alianza, contribuyendo a promover procesos de paz para este amado pueblo y para toda la región de Oriente Medio».
(CdM – RV)
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