Brasilia (Agencia Fides) - "Entre nuestras preocupaciones actuales destacamos la reforma de las pensiones presentada por el gobierno al Congreso Nacional para su debate y aprobación", dice la declaración del Consejo Permanente de la Conferencia Episcopal Brasileña (CNBB), reunido en Brasilia del 26 al 28 de marzo. En el texto, que reproduce la Agencia Fides, los obispos destacan lo que ya fue declarado por la CNBB en la nota de marzo de 2017: "el sistema de seguridad social tiene una matriz ética intrínseca. Se crea para la protección social de las personas que, por diversas razones, están expuestas a la vulnerabilidad social (edad, enfermedad, accidente, maternidad...), especialmente las más pobres. Ninguna solución para equilibrar un posible déficit puede prescindir de los valores ético-sociales y de la solidaridad".
Reconociendo que el sistema de seguridad social "debe ser evaluado y, si es necesario, adaptado a la seguridad social", los obispos advierten acerca de los cambios propuestos, ya que "sacrifican a los más pobres, penalizan a las mujeres y a los trabajadores rurales, castigan a las personas con discapacidad y crean desánimo para la seguridad social, especialmente entre los desempleados y las generaciones más jóvenes". En cuanto a la reducción de privilegios que traería la reforma, es necesario aclarar "cuáles son los privilegios, a quién pertenecen y cuál es la parte del sacrificio de los privilegiados, así como cómo combatir la expulsión y hacer pagar a los deudores de la seguridad social". Los obispos subrayan, por tanto, que "el proyecto de ley para la transición del régimen actual al régimen de capitalización, propuesto por la reforma, no puede ser pagado por los pobres".
En el mensaje, los obispos piden al Congreso Nacional que "promueva un debate público sobre esta propuesta de reforma de la seguridad social, que afecta a la vida de todos los brasileños", y piden a las comunidades eclesiales y a las organizaciones de la sociedad civil "que participen activamente en este debate para que, a través del diálogo, defiendan los derechos constitucionales que garantizan la ciudadanía para todos".
"Expresándose sobre estos y otros temas que conciernen a la realidad político-social de Brasil -recuerda el comunicado-, la Iglesia defiende a los pobres y a los excluidos. Es una llamada a la espiritualidad cristiana, a la ética social y al compromiso de toda la sociedad en la construcción del bien común y en la defensa del estado de derecho democrático".
(SL) (Agencia Fides 29/3/2019).
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