«Queremos que en nuestra sociedad, desgarrada por divisiones y conflictos, estalle la paz; ¡nunca más la guerra! ¡Nunca más la guerra! La paz es un don demasiado precioso, que tiene que ser promovido y tutelado».
La Vigilia de oración por la paz dará comienzo a las siete de la tarde, con el saludo litúrgico del Papa y con el Canto del Veni Creator, invocando al Espíritu del Señor Resucitado para que anime y guíe la oración. La primera parte es el momento mariano, con la entronización de la imagen de la Salus Populi Romani, invocando a María Reina de la Paz y con el rezo del santo Rosario.
El Momento mariano culminará con la meditación del Santo Padre y luego dará comienzo el momento eucarístico, con la oración ante Jesús Eucaristía, Príncipe de la Paz y la exposición del Santísimo.
La Adoración eucarística en cada uno de sus cinco tiempos contempla una lectura bíblica sobre el tema de la paz, una oración de un Pontífice dedicada a invocar la paz, responsorios con este fin, el canto y la oferta del incienso, que estará a cargo de 10 personas, dos respectivamente en representación de Siria, Egipto, Tierra Santa, Estados Unidos y Rusia. La lectura evangélica, dará paso a un prolongado momento de silencio orante, antes de la Bendición eucarística que impartirá el Papa Francisco.
Y poniendo de relieve que la Jornada de ayuno y oración tiene también un matiz penitencial, se destaca que cincuenta confesores estarán disponibles a partir de las cinco y cuarenta y cinco de la tarde y durante toda la Vigilia, en lugares dedicados al Sacramento de la Penitencia, bajo la columnata de la Plaza de San Pedro.
(CdM – RV)
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