Señalando que en la sociedad moderna no se ha logrado poner fin aún a todas las formas de violación de la libertad religiosa, a todas las manifestaciones de intolerancia, de discriminación y de violencia perpetrada en contra de los que profesan un credo religioso o incluso impulsada por pretextos religiosos, el Card. Parolin añadió que «nuestro mundo no es aún ideal y que es urgente que tales fenómenos se perciban y juzguen explícitamente como negativos, inaceptables y sean neutralizados en el futuro».
También en el marco de su visita a Polonia, el Cardenal Secretario de Estado del Papa Francisco, presidió la Misa de acción de gracias en el Santuario de la Divina Providencia, en Varsovia, el 1 de junio. Y, recordando que como Jesús, también las victorias de los polacos llegaron a través de la Cruz, el purpurado alentó a todos a no tener miedo y a encomendarse a San Juan Pablo II. Ante los problemas del desempleo, emigración, temor por el futuro y cultura de la precariedad, que ponen en tela de juicio las bases de las familias, es importante recordar al Papa Karol Wojtyla, que bien puede ser llamado ‘patrono’ de la libertad de los polacos.
(CdM - RV)

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