(ZENIT – Roma).- Mañana viernes 30 de septiembre el papa Francisco parte en un viaje apostólico que le lleva a Georgia y a Azerbaiyán, completando así la visita en el Cáucaso, región donde el cristianismo echó raíces desde los primeros siglos de nuestra era, viaje que inició en Armenia a finales de junio pasado.
En Georgia estará por lo tanto desde el viernes 30 hasta el sábado 1° de octubre, en total 41 horas. En cambio el domingo 2, llegará a Azerbaiyán, donde permanecerá unas 10 horas.
Los objetivos del viaje los ha indicado el mismo Francisco en una audiencia general: “Por una parte, valorizar las antiguas raíces cristianas presentes en esas tierras, siempre con espíritu de diálogo con las otras religiones y culturas y, por otra, alentar las esperanzas y los senderos de la paz”.
El vuelo Alitalia deberá recorrer 2.668 kilómetros para llegar a a Georgia y posteriormente otros 445 kilómetros para llegar a Azerbaiyán.
En el logo del viaje a Georgia representa una cruz estilizada, cuya forma recuerda la tradicional cruz de Santa Ninó (también conocida como Cristiana, Ninón o Ninny), quien fue la más grande evangelizadora de este país. Los colores amarillo y rojo evocan aquellos presentes en las banderas del Estado de la Ciudad del Vaticano y de Georgia.
El lema de la visita ‘Pax Vobis’ está tomado del capítulo 20 del Evangelio de San Juan y ha sido reproducidos en latín y georgiano. La elección del tema de la paz quiere subrayar la coincidencia del Viaje del Papa con el Año Santo de la Misericordia y representa un llamado a la pacificación del mundo y de aquella región asiática en particular.
El logo de la visita a Azerbaiyán tiene las llamas rojas y verdes azules, representan los colores de la bandera nacional de Azerbaiyán y también al país como “tierra de fuego” que abraza una cruz estilizada de color amarillo, en homenaje la Santa Sede y una reminiscencia de la tradición cristiana y su antigua presencia en esta tierra. Las llamas también en sus pergaminos asemejan a la forma de un corazón que hacen referencia, junto con algunos rayos que emanan del centro, al año de la misericordia.
El lema del viaje a Azerbaiyán es “Todos somos hermanos” y se inspira en un citación evangélica de Mateo y de la enseñanza de la Iglesia católica, continuamente subrayada por el papa Francisco, de que todos los seres humanos “son parte de una única familia y son llamados a vivir en fraternidad y amistad”.
El regreso del Santo Padre a la ciudad eterna está programado para las 22 horas del domingo.
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