(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- La preocupación de la Santa por la delicada situación en la península coreana, en primer lugar por los experimentos nucleares realizados por Pyongyang, fue reiterada este martes por monseñor Antoine Camilleri, subsecretario para las relaciones con los Estados de la Santa Sede, en su intervención en Viena durante los trabajos de la agencia internacional para las energía atómica (AIEA).
También lo indicó Greg Burke, director de la oficina de prensa de la Santa Sede, quién confirmó la preocupación del Santo Padre y de la Santa Sede “por las persistentes tensiones en la zona, a acusa de los experimentos nucleares realizados por Corea del Norte”.
El subsecretario Camilleri recordó que el papa Francisco, con ocasión de su histórica visita a la ONU en Nueva York, el 25 de septiembre de 2015, exhortó a la comunidad internacional a “comprometerse por un mundo sin armas nucleares, aplicando plenamente el Tratado de no proliferación, en la letra y en el espíritu, hacia una total prohibición de estos instrumentos”.
En su intervención, el subsecretario de las relaciones con los Estados subrayó el apoyo de la Santa Sede a la “tecnología nuclear con fines pacíficos y para el desarrollo humano integral” y señaló la necesidad de impedir la proliferación nuclear y contribuir al desarme nuclear.
En el ámbito del debate nuclear, es necesario, por tanto, una “reflexión”, para favorecer un ética de paz y de seguridad multilateral, yendo más allá del miedo y la desconfianza, para reforzar el diálogo y construir mecanismos de confianza”, añadió Camilleri.
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