El Papa dice no a ideología del género, pero invita a recibir a todos como lo haría Jesús

(RV).- Parten de Georgia las respuestas del Papa a los periodistas, una tierra que define cristiana hasta la médula, y que ha descubierto con tanta cultura y fe. Francisco está impresionado por el Patriarca Elías II, un hombre de Dios que lo ha conmovido– reitera varias veces, y luego indica el camino del ecumenismo, las cosas para hacer juntos:

“Rezar los unos por los otros. Esto es importantísimo: la oración, y segundo, hacer las cosas juntos. Hay pobres, trabajamos juntos con los pobres. ¿Hay inmigrantes? Hacemos juntos cosas… Hacemos las cosas para el bien de los otros. Juntos. Esto podemos hacerlo. Y éste es el camino del ecumenismo”.

Acerca de las cuestiones entre Armenia y Azerbaiyán, Francisco invoca diálogo sincero y para no caer en el camino de la guerra pide el coraje de ir a un tribunal internacional como el de La Haya, para someterse a juicio internacional:

“¡La guerra destruye siempre, con la guerra se pierde todo! Y también, los cristianos, la oración, rezar por la paz para que estos corazones emprendan este camino del diálogo, de negociaciones o de ir a un tribunal internacional”

Solicitado sobre homosexualidad y género, temas sobre los que ha hablado en el XVI viaje apostólico, el Pontífice afirma que ha acompañado “en la vida de sacerdote, de obispo y también de Papa” personas con tendencias, con prácticas homosexuales:

“Cuando una persona que tiene esta condición llega ante Jesús, Jesús no le dirá seguramente: “¡Vete porque eres homosexual!”.

El Papa condena firmemente una vez más la ideología del género, la “maldad” del adoctrinamiento, sobre todo de los chicos en las escuelas “para cambiar la mentalidad” aquellas formas a las que llama “colonización ideológica”. Y luego habla de un muchacho español que ha cambiado sexo y reitera la necesidad de tener un corazón abierto:

“Las tendencias o los desequilibrios hormonales provocan tantos problemas y debemos estar atentos a no decir: “todo es lo mismo, hagamos fiesta”. No. Esto no. Pero en todo caso recibirlo, acompañarlo, estudiarlo, discernir e integrarlo”.                                                                                

“Esto  – dice – es lo que haría Jesús hoy” y agrega:

“Por favor, no digan: ‘¡El Papa santificará los trans!’ Por favor, ¿eh?

Y prosigue:

“Quiero ser claro: es un problema moral. Es un problema. Es un problema humano. Y se debe resolver como se puede, siempre con la misericordia de Dios, con la verdad, como hemos hablado en el caso del matrimonio, leyendo toda la Amoris Letizia, pero siempre así, con el corazón abierto”.

Vuelve también sobre el tema del divorcio, las familias heridas, el ataque a la familia:

La imagen de Dios no es el hombre: es el hombre con la mujer, Juntos. Que son una sola carne cuando se unen en matrimonio. Esta es la verdad. Es verdad que en esta última cultura, los conflictos y tantos problemas no bien administrados y también filosofías de hoy… hago esto, cuando me canso hago otra cosa, después hago un tercero, después hago un cuarto…. Es ésta la guerra mundial que usted dice contra el matrimonio. Debemos estar atentos a no dejar entrar en nosotros esta idea”.

Central para Francisco es el hecho de que “la última palabra no la tiene el pecado, la última palabra la tiene la misericordia”. Por ello exhorta a la lectura integral de la Exhortación apostólica Amoris Laetitia donde dice “que existe el pecado, la rotura, pero también la curación, la misericordia, la redención” y muestra el camino para resolver los problemas:

“Con cuatro criterios: acoger a las familias heridas, acompañar, discernir cada caso, rehacer”.

Son tantas y a 360 grados las preguntas de los periodistas. Y explica que pronto serán elegidos 13 nuevos cardenales y para mostrar la universalidad de la Iglesia pertenecerán a cinco continentes.

Sobre la visita privada a las personas afectadas por el terremoto en el centro de Italia, reitera que pronto elegirá la fecha, citando la posibilidad del primer domingo de Adviento. Son tantas las citas internacionales, partiendo de la visita a Fátima, después India y Bangladesh. Francisco no ha confirmado el viaje a África, ni el de Colombia, vinculado al proceso de paz. Sobre China admite el deseo y estima por el pueblo, y explica:

“Las relaciones entre el Vaticano y los chinos, se debe fijar en una relación y de esto se está hablando, lentamente…Las cosas lentas están bien, siempre. Las cosas con prisa no están bien”.

Respondiendo a la pregunta sobre el próximo premio Nobel por la paz evoca un reconocimiento, una declaración de la humanidad por las víctimas de las guerras: niños, inválidos, civiles muertos bajo las bombas. Por eso dice que “es un pecado contra Jesucristo”.

“Porque la carne de aquellos niños, de aquella gente enferma, de aquellos ancianos indefensos es la carne de Cristo. Pero se necesitaría que la humanidad dijera algo por las víctimas de las guerras”.

Finalmente sobre la campaña presidencial en los Estados Unidos, el Papa no se expresa, subrayando que “el pueblo es soberano”, aunque evidencia que “cuando sucede que en un país cualquiera hay dos, tres, cuatro candidatos que no dan satisfacción a todos, significa que la vida política de aquel país quizás está demasiado politizada, pero no tiene tanta cultura política”.

(MCM-RV)

 


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