VATICANO, 03 May. 19 (ACI Prensa).-
El Papa Francisco recordó que en muchos países del mundo mayo es el mes de María, la Madre de Dios, quien nos acompaña y protege “en el combate en contra las fuerzas del mal”.
El Santo Padre escribió estas palabras en su cuenta de Twitter @pontifex. “En muchos países, mayo es el mes de María. La Madre de Dios nos acompaña, y protege a los cristianos en el combate contra las fuerzas del mal. Encomendémonos a ella y oremos por la Iglesia y por la paz en el mundo”, alentó.
<blockquote class="twitter-tweet" data-lang="es"><p lang="es" dir="ltr">En muchos países, mayo es el mes de María. La Madre de Dios nos acompaña, y protege a los cristianos en el combate contra las fuerzas del mal. Encomendémonos a ella y oremos por la Iglesia y por la paz en el mundo.</p>— Papa Francisco (@Pontifex_es) <a href="https://twitter.com/Pontifex_es/status/1124274908119232517?ref_src=twsrc%5Etfw">3 de mayo de 2019</a></blockquote>
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En varias ocasiones el Pontífice ha resaltado el papel de María en el combate contra el mal.
En una Misa celebrada en la Basílica de Santa María La Mayor de Roma en enero de 2018, el Pontífice explicó que “donde la Virgen habita, el diablo no entra en esa casa”.
“La Madre custodia la fe, protege las relaciones, salva en la intemperie y preserva del mal. Allí donde la Virgen habita, el diablo no entra en esa casa. Donde está la Madre, la perturbación no prevalece, el miedo no vence”, explicó en esa ocasión el Papa.
Además, el Santo Padre señaló en la Misa del 12 de diciembre de 2018, fiesta de la Virgen de Guadalupe, que María es una “escuela” en la que los fieles aprenden a “caminar” hacia el Reino de Dios y a cantar las maravillas del “Señor”.
En otra ocasión, durante una Misa en la capilla de la Casa Santa Marta realizada en septiembre de 2016, el Papa Francisco destacó que “nosotros los cristianos tenemos una Madre, la misma de Jesús”, y bajo su manto “no puede entrar el diablo”.
En esta línea, el Papa indicó que “en un mundo que podemos llamar ‘huérfano’, en este mundo que sufre la crisis de una gran orfandad, nuestra ayuda es decir: ‘¡mira a tu Madre!’”.
“Tenemos a una Madre que nos defiende, nos enseña, nos acompaña; que no se avergüenza de nuestros pecados. No se avergüenza, porque ella es Madre”, dijo.
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