El papa en Santa Marta: Nunca asesinar al prójimo con chismes y habladurías


Recomenzaron las misas cotidianas del santo padre con grupos de peregrinos y de personas


Ciudad del Vaticano, 02 de septiembre de 2013 (Zenit.org) Redacción | 127 hitos


Donde está Dios no hay odio, envidia, celos y tampoco los chismes o habladurías que 'asesinan' a los hermanos. Lo indicó hoy el papa Francisco en su misa cotidiana en Santa Marta, al retomar después de la pausa del verano europeo, la celebración de la santa misa con la presencia de grupos de peregrinos y personas.


El encuentro de Jesús con sus compatriotas de Nazaret, como lo narra el evangelio de hoy, estuvo en el centro de la homilía.


Francisco consideró que es uno de las partes más dramáticas del evangelio en donde se puede ver cómo es nuestra alma, y como el viento puede hacerla girar hacia una parte o hacia otra.


El santo padre recuerda que en Nazaret “todos esperaban a Jesús. Querían encontrarlo” porque “habían escuchado lo que Jesús había hecho en Cafarnaún y los milagros”. Y cuando inicia la ceremonia “le piden al huésped que lea el libro. Jesús lo hace y lee el libro del profeta Isaías que era un poco la profecía sobre Él y por ello concluye la lectura diciendo: «Hoy se cumple esta escritura que ustedes han escuchado»”.


El papa recordó que después de una primera reacción positiva alguno movido por la polilla de la envidia comenzó a decir: “¿Dónde estudió éste? ¿No es el hijo de José? Y nosotros conocemos a toda su familia, ¿y en qué universidad estudió?”. Entonces pretendían que le hiciera un milagro: solamente después habrían creído. “Ellos querían el espectáculo”, pero “Jesús no era un artista”.


Jesús no hizo milagros en Nazaret y subrayó la poca fe de quien pedía el “espectáculo”. Y recordó que comenzaron a empujarlo para tirarlo por un barranco “por celos, por envidia”.


Pero no se trató de un evento de dos mil años atrás, evidenció el santo padre: “Esto sucede cada día, cada vez que se acoge a alguien hablando bien el primer día y después siempre menos hasta llegar a la habladuría, casi hasta “desollarlo”. Quien en una comunidad habla contra un hermano acaba por “quererlo asesinar” indicó el papa.


“El apóstol Juan” recordó el santo padre “nos dice esto: quien en su corazón odia a su hermano es un homicida” y añadió: “nosotros estamos acostumbrados a los chismes, a las habladurías” y muchas veces transformamos a nuestras comunidades y también a nuestra familia en un “infierno” en donde se manifiesta esta forma de criminalidad que lleva a “asesinar al hermano y a la hermana con la lengua”.


“Para que haya paz en una comunidad -prosigue el papa- en una familia o en un país, en el mundo, tenemos que empezar a estar con el Señor. Porque donde está el Señor no hay envidia, no hay criminalidad, no hay celos, hay hermandad. Pidamos esto al Señor: nunca asesinar al prójimo con nuestra lengua y estar con el Señor, como estaremos todos nosotros en el cielo”.


(fuentes Radio Vaticano y L'Osservatore Romano)



(02 de septiembre de 2013) © Innovative Media Inc.


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